Joven iquiqueño torturado en subterráneo de La Moneda, ejecutado por la dictadura y hecho desparecer en el mar, recibió título póstumo de la Universidad de Chile. Hace algunos días, la Universidad de Chile entregó los primeros títulos póstumos y simbólicos a estudiantes desaparecidos y ejecutados por la dictadura. Fueron 101 los reconocimientos, entre los cuales […]
Joven iquiqueño torturado en subterráneo de La Moneda, ejecutado por la dictadura y hecho desparecer en el mar, recibió título póstumo de la Universidad de Chile.
Hace algunos días, la Universidad de Chile entregó los primeros títulos póstumos y simbólicos a estudiantes desaparecidos y ejecutados por la dictadura. Fueron 101 los reconocimientos, entre los cuales está el joven universitario iquiqueño, de destacada trayectoria académica, Víctor Osvaldo Zerega Ponce.
En efecto, familiares de más de 100 estudiantes de la Universidad de Chile, que fueron detenidos, desaparecidos y ejecutados durante la dictadura recibieron los títulos profesionales y las licenciaturas académicas simbólicas, en un hecho que impactó profundamente. Los estudiantes, eran todos destacados en sus áreas e incluso, algunos recibieron en forma póstuma, 2 o 3 títulos.
Víctor, que era muy joven al momento de su ejecución, (26 años) recibió su título póstumo de Ingeniero Comercial, el que fue recibido por su hermano y compañero, Alberto Zerega Ponce.
Oscar Varela, Secretario de la Corporación de Derechos Humanos y Sitios de Memoria de Tarapacá, fue invitado a participar de esta ceremonia, lo cual lo emocionó mucho, especialmente porque conoció a Víctor y a su familia. Considera que la entrega de su título póstumo es un justo homenaje, para los otros jóvenes profesionales que recibieron este homenaje póstumo.
EN LA U. DE CHILE.
Más bien callado, pero alegre e idealista, Víctor Zerega Ponce dejó su Iquique querido, para continuar estudios superiores en el área de la Economía, en la Universidad de Chile. Si bien, sus ideales los acuñaba desde muy joven, en la capital reafirmó su vocación política, alcanzando altos cargos en el Partido Socialista, incluso vino a Iquique mandatado por el Comité Central, como interventor del PS. Al momento de su muerte, en julio de 1974, era miembro en la clandestinidad de la Comisión Política del PS.
Por su alta jerarquía partidaria era buscado intensamente. Incluso, previo a su detención, capturaron a su hermano menor, Alberto, el mismo que subió al estrado, para recibir el título póstumo de Víctor.
Alberto Zerega, fue detenido unos días antes que su hermano, en junio de 1974, sin saber que cuando el salía del recinto de detención y tortura en los subterráneo de La Moneda, su hermano era ingresado por la SICAR. Así, Víctor, inicia un periplo de torturas, sin retorno, que duró un mes y que terminó con su asesinato en manos de agentes del Estado.
Cayó en manos de la SICAR, Servicio de Inteligencia de Carabineros, que operaba en los subterráneos de La Moneda, en el sector de la Plaza de la Constitución, donde hoy funcionan estacionamientos. Allí, junto a otros detenidos, Víctor fue brutalmente torturado. Quienes compartieron calvario con él, recuerdan su tremenda integridad y fuerza, para enfrentar lo que vivían.
Después de una semana de permanecer detenido en este lugar conocido como El Hoyo», el joven dirigente socialista fue trasladado tras un oscuro operativo, a Valparaíso, donde continuaron las torturas hasta ser asesinado el 2 de julio de 1974 y lanzado al mar. Sin embargo, la porfiada naturaleza se impuso y sacó literalmente la verdad a flote, ya que el cuerpo de Víctor Zerega, aparece en una playa del litoral central y una curiosa y triste coincidencia, es que llamaron a funcionarios del registro civil para su identificación. Su tía fue quien llegó a cumplir con el cometido de tomar las huellas del cadáver, descubriendo que se trataba de su sobrino querido.
Pese a que el cuerpo del universitario evidenciaba los signos de la tortura y de disparos de arma de fuego que le destruyeron el hígado y uno de sus pulmones, el certificado de defunción señala que murió por ahogamiento, como se consigna en diversas páginas de derechos humanos y rescate de la memoria.
En 1990 se interpone una querella por homicidio y asociación ilícita, identificando el lugar El Hoyo, como centro de detención y tortura, utilizado por la Comisión Civil de Carabineros, lugar donde Zerega fue visto por última vez, antes de ser llevado a la Quinta Región.
La acción judicial la presentó su hermano Alberto Zerega, en el mismo año 1974, pero la causa nunca prosperó. Tras el retorno de la democracia, en los 90, se reactiva la investigación y se logra llamar a declarar a los agentes que participaron en el operativo, pero hasta hoy, nunca se ha sancionado a los autores del delito.
PLACA MEMORIAL
El 23 de junio de 2015, al cumplirse 40 años de la ejecución de Víctor Zerega Ponce, en el Liceo de Hombres de Iquique (hoy A-7), se instaló una placa en su homenaje, a instancias del Centro de Formación Memoria y Futuro, Capítulo Iquique. La inscripción señala:
«En este Liceo de Hombres de Iquique, se formó cívica e intelectualmente, Víctor Zerega; aquí se gestaron sus inquietudes y compromiso por los desposeídos. Egresado en 1964, Víctor consagró su vida a la formación sindical y fue miembro de la primera Dirección Clandestina del Partido Socialista de Chile, hace 4 décadas. A 10 años de haber egresado de su querido Liceo, fue asesinado y lanzado al mar, su cuerpo fue encontrado pocos días después, en una placa cercana a Viña del Mar. Otros liceanos, al igual que Víctor sufrieron el mismo destino».
Y enseguida se enumera a otros ejecutados. Encabeza la lista el Presidente Salvador Allende Gossens. Además, están los nombres de Sergio Flores Ponce, Fraddy Taverna Gallegos, Washington Muñoz Donoso, José Sampson Ocaranza, Vicente Cepeda Soto, Humberto Lizardi Flores, Nehad (Nesko) Teodorovic, Luis Lizardi Lizardi y Germán Palominos.
Luis Caroca, que representa en Iquique al centro de Formación memoria y Futuro, fue quien sacó adelante la iniciativa de la instalación de la placa en el Liceo de Hombres, tal como se ha hecho en todo el país. Si bien Víctor Zerega era mayor que él, lo recuerda que estuvo de regreso a Iquique, cumpliendo tareas políticas encargadas por la Dirección del Partido Socialista. «Era muy carismático y entusiasta. Siempre trabajaba para lograr lo que se proponía», señaló explicando que muchos jóvenes fueron exterminados por la dictadura, por lo que representaban y su gran inteligencia.
LA FAMILIA
Víctor Zerega Ponce, era el hijo mayor de una familia iquiqueña, cuya vida transcurría con normalidad, hasta que sobrevino el golpe militar. Víctor Zerega padre, fue detenido por una mal intencionado soplo, lo que le costó ser prisionero político en Pisagua, durante 6 meses. Luego, fue relegado a la ciudad de Arica.
Allá se encontraba, mientras sus hijos Alberto y Víctor vivían en Santiago, siendo, ambos detenidos. Alberto unos días, pasando también por El Hoyo, mientras que Víctor, tras otro soplo, de un compañero del PS, fue detenido y llevado al mismo lugar. Su hermano, muchos años más tarde, logró establecer que ambos se cruzaron en el recinto de tortura.
Para esos días, julio de 1974, el padre de ambos jóvenes cumplía su relegación en Arica. Allá, escuchando el programa de onda corta «Escucha Chile», que rendía un homenaje a Víctor, se entera del asesinato de su hijo menor. Fue un golpe tremendo.
EN LA ACTUALIDAD
Los padres de los hermanos Zerega Ponce, ya fallecieron, no superando nunca el dolor de haber perdido al mayor de sus hijos.
Alberto, el hijo menor vive en la zona central y, al igual que sus hermanas, sigue manteniendo vivo el recuerdo de su hermano mayor. Fue él quien recibió a nombre de la familia, el título póstumo de Ingeniero Comercial de Víctor. «Fue un acto simbólico, emocionante y necesario. Creo que esto es una señal más de derrotar a la dictadura», señaló, recordando a Víctor como un joven muy inteligente, estudioso y comprometido con sus ideales políticos, «en un tiempo en que realmente los ideales orientaban la acción política, cuando se actuaba por verdadera convicción. Así era mi hermano, un luchador», concluyó.