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Mena Aguado, otro general salvapatrias

Fuentes: Rebelión

La arenga cuartelaría de Aguado, aguó la fiesta y la sonrisa -el 6 de Enero- a los Reyes de los niños y de los papás. El órdago de Aguado desde Sevilla no es ninguna tontería ni un mal chiste de Tejero, es la prueba evidente de que el virus franquista perdura en el seno del […]

La arenga cuartelaría de Aguado, aguó la fiesta y la sonrisa -el 6 de Enero- a los Reyes de los niños y de los papás. El órdago de Aguado desde Sevilla no es ninguna tontería ni un mal chiste de Tejero, es la prueba evidente de que el virus franquista perdura en el seno del ejército 30 años después del fin de la dictadura, generando generales felones con vocación de salvapatrias dispuestos a lo que haga falta para imponer la fuerza de las bayonetas a la fuerza de la razón, generales golpistas decididos a anular la voluntad del pueblo soberano, a secuestrar el parlamento y suplantar el poder político de los gobiernos legítimos para matar el alma de la Constitución cuya letra dicen defender.

El paleto perjuro, el indigno, será procesado y expulsado del ejército, sin paga y sin honra. Anoche al oír y ver a Aguado me vino a la memoria todos mis amigos de Huelva y Sevilla, de toda Andalucía, toda la gente noble y sencilla que conozco y amo de Castilla y de León, de Galicia, de Euskadi y de Cataluña, me vino a la memoria Airy Maragall -en 1996- en Sarajevo, embajadora de la mejor España peregrina y de la Catalunya solidaria y universal de Pau Casals, me vino a la memoria, Fátima en Bihac, Zulema en Goradze, el puente de Mostar, Zepa, Srebrenica y «los hijos de la GRAN NACIÓN SERBIA»: Milosevic-Karadzic-Mladic.

Lo grave de Aguado, no es su involución democrática y retroceso en el tiempo, que el chantaje no funciona en las sociedades adultas. Lo realmente grave es que, quien se permite desafiar y usurpar en su arenga las competencias y la autoridad del Tribunal Constitucional, del Presidente del Gobierno, del Parlamento y del Jefe del Estado, cuenta con ciertos sectores de la sociedad civil y del ejército, y ello, gracias a la infame campaña de crispación y desestabilización de los obispos neo-fascistas -el diablo confunda- y sus acólitos de la COPE.

Dice -Elorriaga- portavoz del PP, las palabras del teniente general son «el reflejo de la situación que estamos viviendo» y considera «inevitable que se produzcan pronunciamientos de todo tipo», en el contexto de las negociaciones del Estatuto catalán, decir eso, en castellano fino, es decir una canallada que alienta y justifica la apología del terrorismo-militar. Aznar y sus clones no aceptan su derrota del 14 M, mienten a sabiendas y su odio fraticida emponzoña el aire hasta hacerlo irrespirable. La cúpula del PP se empeña en  reconducir el agua a su molino con la ayuda de sus perros de presa, pero el fascio, cobarde por naturaleza es residual y el nacional-catolicismo golpista y cavernícola no tiene suficiente credibilidad ni base social.

Monje, presidente de AME (Asociación de Militares Españoles) «aplaude las palabras pronunciadas por el número dos del Ejército de Tierra» pero «considera que no es previsible que muchos militares le sigan en ese discurso, ya que no se atreven». Si se atreven los Cesar Vidal y Pió Moa a rescribir la historia para justificar al «Caudillo» presentando la Guerra Civil como «una tragedia inevitable» de la que hacen responsable a la propia Republica. Hoy, el PP juega de farol, pone sobre el tapete «sus» 10 millones de votos para avalar su inmovilismo, ignora que el 80 % de esos votos ni le pertenecen -le fueron prestados- ni le siguen en su huida desbocada y suicida.

Hoy, el PP pretende dar miedo sirviéndose de Pedro. J., Ansón y Zarzalejos. Por suerte -también para el PP- la Santa Alianza de todos los vigías de la patria, los Iñaki Ezquerra, Tomás Cuesta, Antonio Burgos, Aguados y Losantos puede alimentar a quienes incuban los huevos del crótalo pero no cuentan con suficientes sables ni sotanas para volver a abrir las puertas del infierno y destruir la España Plurinacional, democrática y solidaria. El golpe militar de Franco empezó fusilando a García Lorca, arrasó Gernika con las «pavas» de Hitler y llegó a asesinar al President Lluis Companys en el Castillo de Montjuïc. Era otro siglo, otra época y otra la correlación de fuerzas políticas en España y en Europa. Hoy, Rajoy, Acebes y Zaplana, ese trío de talibanes, lo máximo que le pueden hacer a Carod y los presidentes Maragall e Ibarretxe es vudú, y a Rucalcaba y Zapatero, ni cosquillas, que Dios y Bush andan muy ocupados en Irak y preocupados por el triunfo de ¡un indio! Evo en Bolivia.

Casado de la AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles) dice: «los militares están para servir al pueblo y están sujetos y subordinados al poder político» y añade otro portavoz: «el problema reside en una parte de la cúpula militar, está en connivencia con algún partido político. Visto que la letra del artículo 8º de la Carta Magna se presta a cierta interpretación preconstitucional sobre el papel del ejército y ocasiona alucinaciones a los iluminados, será cuestión de iliminar dicho articulo de la Constitución o poner al día su redacción para que en el futuro no se le pueda ocurrir a ningún partido la idea de utilizar la amenaza del golpe militar para alterar el resultado de las urnas. Frente a todos los Aguados, urge plantear el modelo de Estado del programa político del PSOE, el que mejor refleja la Nación de Naciones. Zapatero, debe abordar la Reforma de la Constitución desde la justicia social y la solidaridad ínter territorial para decidir nuestro futuro común sin riesgo ni miedo alguno.

Respetando la propia identidad y el gozo inalienable de la libertad, en España no sobra nadie, no sobra ni Rajoy. Hacer el nuevo traje de la Constitución exige de todos y cada uno de sus actores el pedir la paz y tomar la palabra a fin de construir una España Republicana Federal, Democrática y Solidaria, que apoye y respete por igual a todas y cada una de las Naciones que la constituyen y enriquecen.