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Los prejuicios de Víctor García de la Concha, Director del Instituto Cervantes

Meteduras de pata en español

Fuentes: Vanguardia

Este fin de semana el periódico español El País publicó una entrevista con Víctor García de la Concha, nuevo Director del Instituto Cervantes. En ella, afirma que el principal problema del español en Estados Unidos es que está «contaminado, estigmatizado por considerársele vinculado a una lengua de inmigrantes que plantean problemas». Y tal fue la […]

Este fin de semana el periódico español El País publicó una entrevista con Víctor García de la Concha, nuevo Director del Instituto Cervantes. En ella, afirma que el principal problema del español en Estados Unidos es que está «contaminado, estigmatizado por considerársele vinculado a una lengua de inmigrantes que plantean problemas».

Y tal fue la desafortunada frase que el periódico parafraseó como titular.

Dudo de que don Víctor tuviera intención de denigrar a los inmigrantes; hace 10 años hice un curso de doctorado con él y es una persona amable y correcta, apasionada de la lengua y la literatura.

No por ello, sin embargo, su afirmación deja de ser desagradable y elitista.

«¡Nooo!», me lo imaginé diciéndo a los estadounidenses. «El español no es la lengua de los espaldas mojadas, sino de Cervantes, de García Lorca, de Aleixandre y de Neruda.» (La preponderancia de españoles no es mía, sería de él).

«¿Y esos quiénes son?», le responderían los estadounidenses en los que está pensando.

Son los mismos que otros días creen también que es el idioma que se habla en España, un país donde la gente es tan floja que se echa la siesta a diario, o tan cobarde que abandona Afganistán y deja en la estacada al US Army. O de un país retrasado y pobre, lleno de toreros, como puede leerse en los libros de Hemingway.

Más allá de su falta de tacto, don Víctor comete dos errores. El primero es pensar que la lengua pertenece a los escritores, a los poetas y a los académicos. Durante aquel curso hubo una mañana que nos pidió consejo: la Real Academia de la Lengua, de la que por entonces era Director, debatía la palabra «chatear». ¿Era necesaria, o había un equivalente en español? Fue un momento confuso. Algunos alumnos se sintieron halagados, otros juzgaron el gesto en términos de condescendencia y algunos más se quedaron perplejos: para entonces el término estaba tan asentado que cualquier otro que intentara colocarse en su lugar estaba tan destinado al fracaso como «digitalizar» frente a «escanear» o «soporte lógico» frente a «software».

El segundo error es una falta de sensibilidad ante la realidad estadounidense; al final, lo que don Víctor demostró es que es él quien juzga a la sociedad estadounidense como ignorante y racista.

Es verdad que muchos estadounidenses ven el español como un idioma indeseable. Tanto como que en España hay gente que ve el inglés como una lengua de turistas tontos y borrachos que creen que fuera de su país todo es México. Pero ninguna de estas dos realidades es única, sino sólo una más.

En Estados Unidos hay ahora mismo millones de estudiantes aprendiendo español en cientos de institutos, y miles estudiando su literatura en las universidades.

Parece que ellos saben mejor que el nuevo director del Instituto Cervantes que las lenguas son una herramienta de las personas, no de las élites. Que no tienen sentido si no sirven para comunicarse, por más poemas que se escriban con ellas. Que para bien y para mal reflejan la problemática de las sociedades en las cuales se usan, en eso consiste su riqueza. Y que cuando dejan de hacerlo, por muchas discusiones de salón que puedan existir en torno a ellas, están muertas.

Fuente: http://www.vanguardia.com.mx/metidasdepataenespanol-1228613-columna.html

rCR