El 3 de noviembre, el movimiento estudiantil se anotó una nueva victoria dentro del marco del paro nacional, al llenar las calles de gente, antorchas, cánticos, disfraces y alegría desde las 5 de la tarde hasta bien entrada la noche y al hacer desistir a la ministra de participar en un debate abierto ya que […]
El 3 de noviembre, el movimiento estudiantil se anotó una nueva victoria dentro del marco del paro nacional, al llenar las calles de gente, antorchas, cánticos, disfraces y alegría desde las 5 de la tarde hasta bien entrada la noche y al hacer desistir a la ministra de participar en un debate abierto ya que se quedó sin argumentación y ya la sociedad colombiana no le cree más sus mentiras.
Desde las diferentes universidades los manifestantes se fueron congregando desde temprano ya que la marcha de antorchas necesitaba preparación para convertirla en el carnaval que fue. Hacia las cinco de la tarde las movilizaciones empezaron a salir desde cada una de las universidades públicas y muchas de las privadas.
La jornada transcurrió en total calma puesto que está más que demostrado que la presencia del ESMAD (antidisturbios) es la principal causa de violencia en las manifestaciones y afortunadamente no se vieron por ninguna parte. Únicamente hubo presencia de Fuerza Disponible a al entrada de la Plaza de Bolívar, sin embargo no hubo ningún roce entre la policía y los estudiantes.
Siguiendo el discurso de los medios de comunicación hegemónicos el cual ha penetrado en muchos sectores de la sociedad, hubo algún nivel de rechazo por parte de estudiantes contra otros que hicieron algunos pocos grafitis contra la nueva ley de educación superior. Desde Prensa Universidad consideramos que esto no es vandalismo sino que es una forma más, válida o no, de expresión en contraposición al monopolio de la información por parte de una élite mediática. Por el contrario, estas actitudes contra algunas formas de protesta no son más que auto censura y auto estigmatización que en nada aportan a la unidad del estudiantado contra el problema real que es tumbar el modelo neoliberal en la educación.
La marcha avanzó alegre y lentamente y hacia las 10 de la noche aun había una importante presencia de estudiantes en la Plaza de Bolívar continuando con las consignas, música y baile. Una pequeña lluvia finalmente dispersó a los estudiantes bien entrada la noche pero las consignas y los cánticos siguieron en los buses urbanos y en el sistema transmilenio, llevando el mensaje a los diferentes barrios de la capital colombiana.
Como los medios de comunicación hegemónicos se quedaron esperando algún hecho de violencia con el cual desviar la atención sobre el objetivo real de la protesta, se dedicaron a lamentarse por el trancón causado por los ríos de gente que se manifestaron de forma pacífica y contundente.
Ahora lo que sigue es la gran toma de Bogotá el 10 de noviembre, en donde se espera una alta presencia de estudiantes de todo el país, una acampada en un sitio estratégico de la ciudad y manifestaciones en varias partes del distrito capital como forma de rechazo a que se discuta ese proyecto en el Congreso de la República y porque ese día seguramente será la primera votación en cámara de Representantes.
Fuente: http://prensarural.org/spip/spip.php?article6719
Carnaval nocturno cierra la tercera audiencia pública sobre la educación superior en Colombia
Con un carnaval de alegría y comparsas desarrollado a partir de las seis de la tarde por estudiantes, profesoras y profesores, trabajadores y trabajadoras universitarias y madres y padres de familia por las calles de varias ciudades del país se desarrolla otra jornada de protesta contra el proyecto de Ley 112.
En los recintos del Senado de la República tuvo lugar el 3 de noviembre la tercera audiencia pública sobre la ley que pretende solucionar la crisis de la educación superior en Colombia que se manifiesta en baja cobertura, baja calidad y la deuda creciente de las universidades públicas que alcanzó para este año, según el representante Wilson Arias, una cifra superior a 700.000 millones de pesos. Asistieron a ella además de representantes del sector universitario, la ministra y el viceministro de Educación y algunos senadores y representantes del Congreso.
Han sido debates propiciados -el primero fue el 19 de octubre y el segundo el 26 del mismo mes- por congresistas del Polo Democrático Alternativo y presionados por las jornadas de protesta que se adelantan en el marco del paro nacional estudiantil universitario desde el 12 de octubre de este año. Este carnaval nocturno, lleno de colorido, antorchas, música y diversas expresiones culturales que giraban alrededor del tema del derecho a la educación formaba parte de la agenda de movilización estudiantil.
Los representantes de los distintos sectores no gubernamentales manifestaron su apoyo al paro nacional universitario y afirmaron que no será levantado hasta que el gobierno no retire el proyecto de reforma que está en estos momentos en discusión en la Comisión VI del Senado de la República. Sin embargo, los representantes estudiantiles recibieron la negativa por parte de la ministra María Fernanda Campo.
Un grupo de 15 congresistas -siete senadores y cinco representantes del Polo Democrático Alternativo, dos representantes del Partido Verde y un senador de Autoridades Indígenas de Colombia- dan la razón a la MANE cuando afirma que en el Congreso no hay garantías para discutir de manera democrática el proyecto de reforma de la ley de educación. Consideran que «es necesario que la ministra de Educación retire el proyecto e instale una mesa de negociación en la que se discutan las propuestas contenidas en el Programa Mínimo del estudiantado colombiano».
Vinculación de madres y padres de estudiantes y otros sectores
El movimiento estudiantil ha crecido día a día gracias el esfuerzo desarrollado por los estamentos universitarios por difundir la problemática visibilizando que ésta compete a toda la sociedad colombiana. Esto se ha manifestado, entre otras maneras, con la participación creciente de voces en las audiencias públicas; en la del 3 de noviembre participaron además de representantes universitarios, dos estudiantes del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), el estudiante Jorge Ovalle de secundaria del Inem de la zona Techotiva (localidad Kennedy, Bogotá) y un padre de familia, vocero de Madres y Padres de Estudiantes de la Universidad Nacional (MAPA).
Esta vinculación de las madres y padres de estudiantes se viene expresando en varias universidades. «Les quiero pedir apoyar el paro, no solamente aquí en la universidad sino en las empresas donde trabajamos; informémosle a los compañeros de qué se trata sin dejarnos asustar ni apabullar», expresó Sonia Cortés, madre de un estudiante, una de las más de 300 madres y padres que asistieron a la reunión citada por estudiantes y docentes de la facultad de ingeniería de la Universidad Distrital el día 2 de noviembre a las 5:30 de la tarde. «Yo no estoy de acuerdo con que estemos en clase y no estemos, o estamos o no estamos, porque si no, esto no va a servir de nada. Yo quiero que mi hija sea una profesional. Pero es que las cosas no se hacen a medias, hay que apoyar a nuestros hijos porque no estamos haciendo nada indebido, estamos haciéndole ver al gobierno que no estamos de acuerdo con algo que nos atañe a todos», respondió la madre de una estudiante de ingeniería ante la propuesta de Octavio José Salcedo, decano de la facultad, de regresar a clases sin dejar de participar en las movilizaciones.
En esta reunión las madres y padres no sólo dieron sus opiniones sino que hicieron varias propuestas como colocar tutelas contra la ley, hacer botones y camisetas de apoyo al paro o llevar cinco personas más cada quien a la próxima movilización: la toma de Bogotá del 10 de noviembre. «Que no nos pase con la educación lo que está pasando con la salud, donde está todo privatizado y no podemos pagar los costos; monopolios privados que acabaron con el sistema nacional de salud, apropiándose de los fondos de prevención y pensiones», opinó otro padre.
Toma de Bogotá el próximo 10 de noviembre
El día 10 de noviembre se adelantará una nueva acción de rechazo a esta propuesta del gobierno y por la construcción colectiva de una ley alterna discutida directamente con la comunidad universitaria. Esta vez se pretende concentrar en Bogotá gran parte del movimiento nacional, así como vincular a otros sectores sociales que ven justa y necesaria esta lucha de los estudiantes.
La toma de Bogotá del 10 de noviembre contará con la participación y apoyo de sindicatos como la Asociación Distrital de Educadores (ADE), la Asociación nacional sindical de trabajadores y servidores públicos de la salud y la seguridad social integral y servicios complementarios de Colombia (ANTHOC), la Unión Sindical Obrera (USO) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), además de la confluencia de organizaciones sociales agrupadas en la Coordinación de Organizaciones y Movimientos Sociales de Colombia (COMOSOCOL).
Será la toma de la capital del país de un movimiento que pretende ser escuchado y se construyan las decisiones desde sus necesidades. Esta toma pretende ser un referente para que congresistas y miembros del gobierno entiendan la importancia de tener en cuenta las opiniones y propuestas de los estamentos universitarios de cara al segundo debate en el Congreso convocado para el 15 de noviembre. El primer debate sobre esta ley en las sesiones del Congreso tendrá lugar este martes 8 de noviembre.