Aunque el Ejecutivo ha expresado que el proyecto impulsaría el desarrollo de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), lo cierto es que rechazó la propuesta de los diputados de asegurar que un 70 % de la generación de los territorios definidos en tal categoría provenga de este tipo de fuentes. Una serie de reparos al […]
Aunque el Ejecutivo ha expresado que el proyecto impulsaría el desarrollo de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), lo cierto es que rechazó la propuesta de los diputados de asegurar que un 70 % de la generación de los territorios definidos en tal categoría provenga de este tipo de fuentes.
Una serie de reparos al proyecto de transmisión eléctrica, que impulsa el ministro de Energía Máximo Pacheco, hicieron tanto senadores como los representantes del Consejo Minero y de la Asociación Chilena de Energías Renovables Alternativas (ACERA) durante la última sesión de la Comisión de Minería y Energía del Senado. La reunión, realizada el lunes 7 de marzo, se enmarca en la revisión del proyecto que ya fuera aprobado por la Cámara de Diputados y que, entre sus principales líneas de acción, contempla la creación de los llamados «polos de desarrollo» energético.
La figura de los polos de desarrollo es vista por la sociedad civil como un mecanismo encubierto para instaurar por ley zonas de sacrificio de mega hidroelectricidad en todas las cuencas del centro sur del país, incluida la región de Aysén, donde se impondrían proyectos energéticos. Por esta razón es considerado uno de los aspectos más controversiales del proyecto del gobierno.
Bajo este nuevo modelo de clasificación territorial, las franjas de transmisión podrían ser calificadas por la autoridad administrativa vía decreto como de «interés público«. De esta forma el Estado realizaría el trabajo previo de los estudios y las evaluaciones, asumiendo los chilenos y chilenas los costos que debieran solventar los inversionistas privados. Una vez cumplida esta etapa, el Estado traspasaría a las empresas la franja para que estas determinen los trazados para sus obras de transmisión.
Este modelo permitiría viabilizar proyectos hoy con amplio rechazo, como la central hidroeléctrica Río Cuervo (con capacidad de poco más de 600 MW), embalse que inunda 13 mil hectáreas en las cercanías de Puerto Aysén y que solo se haría viable con este subsidio encubierto del Estado en términos de línea de transmisión. Lo mismo para múltiples otras represas proyectadas en las regiones del Bío Bío, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, lo cual es resistido por las poblaciones locales.
¿Polos de desarrollo o Zonas de Sacrificio?
Las intenciones del gobierno de impulsar con esta ley las grandes hidroeléctricas en distintas partes del país y, particularmente, en la Patagonia, quedaron demostradas con la oposición de Pacheco a definir los polos de desarrollo como territorios con alto potencial de generación energética, pero con un 70 % en base a energías renovables no convencionales (ERNC). Aunque la Comisión de Minería y Energía de la Cámara votó favorablemente dicho porcentaje, a instancias del Ejecutivo la Comisión de Hacienda lo rebajó a un 20 %, dejando el 80 % restante para las grandes hidroeléctricas. Esto generó acaloradas discusiones en la sala de la Cámara.
La pugna entre la sociedad civil y Energía se ha mantenido desde el origen de la tramitación del proyecto, escalando desde que se lanzara un video crítico de la iniciativa. El tenor de la pieza audiovisual habría molestado a las autoridades del ministerio, según informó la semana pasada El Diario Financiero.
Críticas cruzadas
Uno de los objetivos del ministerio de Energía es que el proyecto sea votado a la brevedad por la Comisión de Minería y Energía, luego de lo cual debe pasar a la sala. Es así que se han agendado una serie de audiencias, las primeras de las cuales fueron las del académico de la UC Hugh Rudnick, el gerente del Consejo Minero Carlos Urenda y el director ejecutivo de ACERA, Carlos Finat Finat.
Según consignara La Tercera, Urenda explicó que la normativa «genera preocupación en nuestro sector«, dado que ciertos artículos «tienden a generar mayores costos, los que pasan a ser 100% de cargo de los clientes«. Entre ellos «la remuneración del sistema de transmisión nacional, el financiamiento de la fracción sin uso de la transmisión para Polos de Desarrollo y el del coordinador nacional«. En el caso de la remuneración, actualmente un 80 % lo pagan las generadoras y solo un 20 % los demandantes.
Por su parte Finat se refirió a un aspecto no considerado en el proyecto y que podría ser fundamental para el fomento de las ERNC, como el del almacenamiento. «Una mayor adopción de sistemas de almacenamiento puede apoyar la integración de una mayor cantidad de fuentes de generación renovables en el sistema de transmisión y distribución eléctrica» señaló en su presentación.
Más transparencia
En la sesión del lunes también participó el senador por Aysén Antonio Horvath (ind), quien planteó la necesidad de que las audiencias sean de acceso público y que los audios de las discusiones queden a disposición de la ciudadanía. También propuso que se invite al presidente del Banco Central a exponer sobre la variación de la tasa del costo de capital en el tiempo. Finalmente el legislador planteó la necesidad de considerar el tema de la amortización de la inversión de las instalaciones de transmisión, ya que bajo el formato propuesto por el Ministerio de Energía las empresas tendrían derecho a cobro por las instalaciones ad eternum.
Quien también tendrá un rol clave en la votación es el senador por Aysén Patricio Walker (DC), quien ha señalado estar a favor de las minicentrales hidroeléctricas más que de las represas, pero que hasta ahora no se ha involucrado en este crucial debate para la región que representa.