El MIR nace a la vida política chilena como proyecto Latinoamericano de independencia e igualdad y para luchar por construir el Socialismo en nuestro país, como ser parte de la gran aspiración de los pueblos de América Latina ansiosos de libertad igualdad, desarrollo y vida digna para todos. La gran Patria grande fue el sueño […]
El MIR nace a la vida política chilena como proyecto Latinoamericano de independencia e igualdad y para luchar por construir el Socialismo en nuestro país, como ser parte de la gran aspiración de los pueblos de América Latina ansiosos de libertad igualdad, desarrollo y vida digna para todos. La gran Patria grande fue el sueño de los patriotas que lograron la independencia del Colonialismo Español, sueño que resurgió con fuerza en los años 60 a raíz de la revolución Cubana y que aún perdura con la revolución Bolivariana de Venezuela.
Rememorar los acontecimientos históricos que dieron orígenes a su nacimiento necesita de un estudio sistémico, que de fe del subdesarrollo de nuestro país y de las intervenciones del imperialismo estadounidense en nuestra tierra, las luchas político sociales en distintos periodos impulsadas por líderes como José Martí, Jacobo Arbenz, Sandino, Farabundo Martí; que culmina con la revolución Cubana, y con ella la profundización de la lucha de clases en el continente, demostrando que el Socialismo se hace posible en nuestra América y puede ser la solución para nuestros Pueblos.
Teniendo en cuenta que las riquezas naturales y el patrimonio económico del país siempre estuvo en manos de una oligarquía soberbia subdesarrollada y las transnacionales de la época, sometiendo a las más paupérrimas condiciones de vida a la mayoría de la población, con unas Fuerzas Armadas, que han estado al servicio de la doctrina Monroe, convertidas en defensoras del sistema de vida estadounidense; quienes para mantener sus estándares de vida no trepidan en explotar y asesinar a poblaciones enteras. El MIR en estos 40 años tiene diferentes actores y varios resurgimientos, nace en el siglo XX, en el año 1965 y fue dirigido por el compañero Sepúlveda de origen Troskysta. La disputa del nuevo proyecto revolucionario lleva a la inmovilidad de la organización, concluyendo en 1967 cuando resurge con Miguel Enríquez y su generación, dando vida a una nueva interpretación del Marxismo, lejana a la disputa del socialismo en un solo país o la revolución permanente; aunque encontrando razón a esta última el MIR, toma distancia del proceso de construcción de socialismo en la ex Unión Soviética. Miguel dirige al MIR insertando este nuevo partido fundamentalmente entre los jóvenes estudiantes Universitarios y Secundarios los cuales se relacionan con el mundo del trabajo, Intelectuales, Pobladores sin casa, y Campesinado pobre; bajo la política de ligar a todos los sectores sociales que componen la mayoría del país, en una amplia unidad social en pos del objetivo del socialismo, caracterizando al partido como un partido revolucionario integral.
En 1970, triunfa en las elecciones Salvador Allende, quien fuera el abanderado de la Unidad Popular alianza constituida por un conjunto de partidos que componían la izquierda tradicional de esos momentos; pese a que la Dirección del MIR se resiste en participar en esa alianza porque no cree que el gobierno popular se pueda sostener por mucho tiempo en el gobierno sin manejar el poder completo, en Junio del 1970, dejan en libre disponibilidad a la militancia para apoyar la campaña de Allende. En el momento del triunfo se produce una gran discusión al interior del MIR, porque un sector de militantes cree que hay que emigrar a otros países, como Bolivia por ejemplo, donde se pueda hacer la revolución de verdad. Miguel y Luciano Cruz, este último con una gran simpatía entre la militancia, frenan la diáspora de emigrantes hacia los partidos de la UP y la ida a otras tierras. Se discute el período que se inicia, que nosotros caracterizamos como pre- revolucionario, por la amplitud democrática y la enorme organización de los trabajadores de la industria y del campo; nos proponemos construir ese poder dual tan necesario para asegurar el triunfo revolucionario y así nace la política del poder popular, las Asambleas del Pueblo, cordones de alianzas sociales, etc.
Estos tres años de trabajo intenso y con una propuesta programática concreta que es el SOCIALISMO, hace que el MIR gane el prestigio de ser una de las pocas organizaciones con características bolcheviques.
El 11 de Septiembre se trunca todo el proceso de ascenso de la lucha de clases y como siempre lo manifestamos, la Burguesía y su brazo armado las fuerzas armadas dieron el más cruento golpe de estado que haya conocido la sociedad chilena. Miguel Enríquez como le corresponde a un dirigente revolucionario se pone al frente del repliegue y trata de ordenar también el repliegue del pueblo organizado, plantea a la izquierda tradicional, que se caracteriza por su mesianismo y hegemonismo, la más amplia unidad contra la dictadura llamando también a los demócratas del Partido Demócrata Cristiano a unirse en esta gran cruzada para derrotar a la dictadura. Miguel Enríquez es asesinado el 5 de Octubre de 1974, cabe señalar que se ha construido en torno a su caída muchas versiones, que son todas heroicas, ya que en el enfrentamiento con la temida DINA que lo llega a capturar, se encuentra sin posibilidades de victoria y seguramente solo supo morir como lo hacen los valientes, para no darles la satisfacción de capturarlo vivo y que su pueblo estuviera orgulloso de él.
El MIR a esa fecha tiene la mayor parte de su dirección prisionera o muerta y los militantes que logran sobrevivir intentan reconstruir el partido tal como lo dijera Miguel, pero el 75 el MIR ya tiene a la mayor parte de sus militantes desaparecidos o en prisión.
Pascal Allende sucede a Miguel Enríquez en la Secretaria General, y sale del país exiliado en 1975 junto a Nelson Gutiérrez, otro de los dirigentes de la comisión política que no cae prisionero, ellos dirigen al partido desde el exterior, partido que se encuentra en prisión y algunos pequeñísimos núcleos que se atreven aún a seguir resistiendo. Hasta que en 1976 producto de una amnistía de la dictadura, salen alrededor de 70 compañeros que inician el trabajo de Derechos Humanos, organizando a los familiares que antes sin nociones de organización reclamaban a sus familiares, las bolsas de cesantes y acciones de resistencia más similares a la acciones directas. Se implementa una política de actividades de resistencia, que la podríamos resumir como «todo el partido para la guerra», con el plan 78, que tiene las peores consecuencias, y que abre en el partido una discusión ideológica que lleva a Pascal a tomar medidas erráticas como la unificación con el MAPU que no prospera, o a intensificar la política de todos preparados a la guerra «Neltume y Nabuelbuta», la cual lleva a la ruptura definitiva en 1986. A ésta diáspora le sobreviven varias fracciones de militantes que ya no tienen ningún norte preciso, el más grande y que persiste es el llamado MIR renovación más conocido como MIR-R , el cual se liga a las alianzas del MDP, se afianzan en CODEPU, y más tarde formarían parte del PAIS. El MIR-R en el congreso fallido del Canelo de Nos, deciden seguir juntos para negociar con el Partido Socialista su incorporación a este último, y piden que se les reconozca su calidad de Dirigentes del MIR, pasando a formar parte de la nueva dirección del PS y llevándose consigo a todos los militantes que habían logrado organizar desde 1986 al 1991 en diferentes tareas necesarias para el PS y el gobierno de recambio de la dictadura.
La Concertación los recibe con los brazos abiertos y algunos de ellos ocupan cargos de importancia en el nuevo gobierno, otros tantos pasan a cumplir labores de inteligencia fundamentalmente dirigido a neutralizar y hacerle la vida imposible a sus antiguos compañeros que se reconstruían, ya que este nuevo gobierno debía administrar las políticas dictatoriales enmascarándolas como democráticas e iniciar el maquillaje de toda la administración anterior incluyendo a su Constitución, esa realidad era muy débil por todas las aspiraciones acumuladas por el pueblo chileno durante 16 años de tiranía por lo tanto la fragilidad del sistema que se iniciaba era grave, por lo que necesitaban un ejército de ex izquierdistas que manejaran todas las técnicas de organización de las organizaciones revolucionarias para destruirlas y limitarles su accionar.
La transición chilena fue acordada con el imperialismo estadounidense y con el mundo capitalista internacional que además iniciaban la marcha a la transformación de sus economías para adscribir al neoliberalismo, tanto en el plano económico como filosófico, así nace el boom de la globalización, y por supuesto nuestros criollos intelectuales no quisieron quedarse atrás en tamaño negocio, sobre todo porque el proceso de legalización de todas las políticas dictatoriales fueron realizadas en gran parte por la elite entre los ex exiliados, que cooptados se incorporaban tranquilos y comprometidos en el nuevo estadio.
Desde 1992, más preciso en Febrero de esa fecha, un grupo de militantes reunidos en el local de la Federación de Trabajadores de la Construcción, un espacio sindical como el espacio en el cual siempre ha resurgido el MIR, entre los cuales se encontraban un fundador más algunos dirigentes, tomamos la decisión política de continuar la lucha, elegimos un Comité Central y a un Secretario General, porque el MIR es responsable y debe tener un responsable, desde esa decisión la Secretaría General la ha ocupado el compañero Demetrio Hernández, siendo ratificado unánimemente por el V congreso » A los héroes»(1998) y el VI congreso » Desde la resistencia a la Independencia Continental» (2002-2003). En 1992, definimos que el MIR no se cerraba porque un grupo de personas se hubiese arrepentido y buscaba resarcimientos económicos en el neoliberalismo facilitando su prestación de servicios en un momento de sus vidas – cabe destacar que nadie en ningún momento los contrató – y como en otros periodos históricos el MIR vuelve ha resurgir, ahora en condiciones inéditas, con varias derrotas a las espaldas y un desprestigio enorme, sesgado por una discusión no concluida de por qué se llega a la ruptura, pues ningún ex dirigente anterior tiene el coraje de entregar un balance de los errores que costaron muchas vidas humanas. Algunos cuando hablan, sólo lloran para buscar el perdón, solo que no están solamente los errores, sino también la ultima decisión, que alguien más riguroso lo llamaría la gran traición de la ex dirección y su masa subalterna de militantes.
Desde 1992, con toda la oficina de informaciones (nueva CNI gobernativa) encima, tratando de hacer fracasar nuestro resurgimiento, seguimos vivos, y proyectando una política nacional de izquierda de verdad que retome el camino al socialismo, somos y seguiremos siendo marxistas, somos y seguiremos siendo revolucionarios por eso creemos que están vigentes todas las tareas que necesita una transición democrática iniciada por una nueva CONSTITUCION, tenemos que reconstruir un país con derechos, con justicias laborales y sociales, poner fin a la depredación de pocos grupos económicos, y reconstruir una cultura indo-americana que nos pueda convertir en sujetos históricos.
Aunque, en momentos coyunturales aparece la masa subalterna de ex integrantes del MIR que intentaron cerrar el MIR en 1991, son aún la masa de maniobra de las necesidades de la concertación tratando de idear culturas, alejadas a las del pueblo chileno, o sea una exclusividad, memorizan cuando pueden lograr indemnizaciones, lo más parecido a la mafia anti cubana que ha combatido por siglos al compañero Fidel Castro, y que se ha enriquecido enormemente con ello, lo mismo pasa con estos personajes, viven como los parásitos tratando de generar riquezas. Pero no lograrán que el resurgimiento del MIR termine.
Somos y seguiremos siendo internacionalistas de verdad, no para obtener ventajas comparativas. Somos y seguiremos siendo revolucionarios, por lo tanto no descansaremos ni un segundo hasta ver libre a nuestra patria.
¡EL MIR HA RESURGIDO PARA QUEDARSE!
CON FIDEL.
CON EL CHE, MIGUEL Y EDGARDO, EN EL CORAZÓN Y LA MEMORIA;
POR UNA VIDA DIGNA PARA TODOS
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE
– Mónica Quilodrán es miembro de la Comisión Política del MIR y Candidata a diputado del Pacto «Juntos Podemos Más» por el Distrito 27 (El Bosque, La Cisterna, San Ramón).