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Noelia Garrido, dirigenta estudiantil

«Muchos políticos son títeres de los grupos económicos»

Fuentes: Punto Final

Quiere contribuir a que se estreche la relación de los estudiantes con las organizaciones sociales de base para alinear las demandas estudiantiles con las de la sociedad, poniendo especial atención a los múltiples conflictos en regiones por el abuso de las grandes empresas con comunidades afectadas por daños medioambientales. «En La Araucanía son especialmente relevantes […]

Quiere contribuir a que se estreche la relación de los estudiantes con las organizaciones sociales de base para alinear las demandas estudiantiles con las de la sociedad, poniendo especial atención a los múltiples conflictos en regiones por el abuso de las grandes empresas con comunidades afectadas por daños medioambientales. «En La Araucanía son especialmente relevantes los conflictos entre la población chilena y mapuche con empresas hidroeléctricas y forestales que depredan el entorno natural. Nosotros, que somos futuros trabajadores, debemos ponernos al servicio de esas luchas territoriales».

Noelia Garrido Riquelme (23), presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Frontera (Ufro), cursa el 4° año de terapia ocupacional. Es militante de Fuerza Universitaria Rebelde (FUR), organización que agrupa a estudiantes de Izquierda de varios centros de educación superior del país.

Noelia Garrido integra el comité ejecutivo de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). Se declara feminista y afirma que las mujeres están consiguiendo, con responsabilidad y eficacia, una presencia destacada en las organizaciones sociales y populares.

Denuncia que en Chile existe una «clase política corrupta», empeñada en defender los intereses de grandes empresarios mediante diversos instrumentos, como es la militarización de la región de La Araucanía y la instauración en el país de un sistema de justicia hecho para beneficiar a los ricos. Opina que muchos políticos muestran hoy su peor cara, constituyéndose en títeres de grupos económicos que los manejan. «Todos están deslegitimados, pero pueden seguir actuando porque el pueblo no está bien organizado. Esa organización debe surgir desde la base, para construir un proyecto alternativo que sea emancipador y capaz de dignificar a las clases populares». Piensa que el país necesita una transformación radical para enfrentar a una poderosa minoría que vela solo por sus intereses. «Debemos confluir en una gran asamblea que sintetice las luchas parciales. Los cambios que beneficien al conjunto del pueblo no pueden generarse solo desde el Estado y nuestra tarea es originarlos desde abajo».

 

CRITICA A LA CONFECH

Dice que el abandono de las regiones por sucesivos gobiernos ha hecho que éstas se movilicen utilizando sus propias fuerzas. «De norte a sur comienza a surgir movimientos sociales que abarcan demandas muy diversas, pese al cerco mediático y al centralismo».

Critica también al actual «bloque de conducción» de la Confech (Izquierda Autónoma, Revolución Democrática, Frente de Estudiantes Libertarios, Unión Nacional Estudiantil), señalando que «algunos de sus dirigentes actúan en la práctica como ‘asistentes sociales del gobierno’; porque emplean gran parte de su tiempo en resolver los problemas derivados de la mala aplicación de una política de gratuidad que es por completo ajena a los intereses del movimiento estudiantil».

Dice: «Nuestra mirada debe ser más amplia, poniendo el foco en el fortalecimiento de la educación pública; porque la actual política de gratuidad puede terminar beneficiando nuevamente a intereses privados». Señala que datos del Ministerio de Educación revelan que la Universidad de La Frontera, pública, solo tiene 1.200 estudiantes con gratuidad, y en contraste en la Universidad Autónoma, enteramente privada, los beneficiados son 3.200 estudiantes. «Al centrar toda la discusión en la gratuidad, el gobierno nos aleja de otros debates importantes, como los referidos a la calidad de nuestra democracia, a las condiciones laborales de los trabajadores o la orientación del conocimiento científico generado por los centros de educación superior. La Confech está jugando hoy en la cancha del gobierno; que nos marca la pauta, nos pone los temas y limita nuestras respuestas a sus prioridades».

¿Cómo es la relación de la federación con organizaciones territoriales o sindicatos?

«Desde 2015 hemos logrado un significativo avance para alinear nuestras demandas con otras que abarcan a diversos sectores de la sociedad. Nos hemos vinculado con la Coordinadora por la Defensa del Territorio, que nos ha permitido mantener una estrecha relación con las comunidades locales. Esta organización está representando a todos los grupos afectados por la devastación medioambiental producida por empresas hidroeléctricas o el empresariado forestal. Nos incorporamos a ese espacio porque a diario experimentamos también el gran poder de estas compañías privadas incluso dentro de la Ufro, al constatar que la empresa Celulosa Arauco determina hasta mallas curriculares de carreras como agronomía o ingeniería en recursos naturales. Luego de estas experiencias de abuso, las comunidades de La Araucanía comienzan a poner en entredicho el modelo extractivista que tenemos en Chile».

 

TRABAJO CON EL PUEBLO MAPUCHE

¿Cómo es la relación de ustedes con las comunidades mapuches?

«Tenemos frecuentes canales de conversación, en asambleas en las que intercambiamos información sobre nuestras respectivas experiencias; estableciendo una relación fraterna, que se basa en el hecho que los pueblos mapuche y chileno compartimos un mismo territorio que es devastado por los mismos empresarios. Nuestras luchas no pueden darse por separado frente a políticas de gobierno y Estado que no representan por igual a estudiantes, comuneros mapuches o trabajadores chilenos. Debiéramos unirnos para conseguir un cambio de modelo político, social y económico.

Nos preocupa en particular que el pueblo mapuche es constantemente violentado con casos como la muerte de nuestro compañero Matías Catrileo, que era estudiante de la Ufro. Hoy otra alumna de nuestra universidad se encuentra con arresto domiciliario como consecuencia de uno de los montajes que realiza el Estado para inculpar de terrorismo a los mapuches que mantienen una actitud rebelde».

Se observa un incremento de las medidas represivas y un endurecimiento de la legislación penal contra las manifestaciones de descontento, ¿qué opina?

«Es preocupante que en este escenario de colusión, una clase política corrupta esté empeñada en defender los intereses de los grandes empresarios. Ello se manifiesta en represión policial y en una justicia que actúa de manera muy distinta según se trate de pobres o ricos. La persona que fue detenida y presentada como testigo de cargo por la Fiscalía en el caso Luchsinger dijo que le entregaron plata y que fue amenazado para forzarlo a dar nombres de presuntos autores. Es terrible ver cómo se militariza la zona y cómo aumentan los niveles de la violencia: avionetas y policías fuertemente armados ejercen su fuerza incluso con niños y mujeres embarazadas con una violencia que no se veía desde la dictadura».

 

UNIR LAS LUCHAS SOCIALES

¿Qué caminos de solución visualiza?

«Estoy convencida de que todas las luchas que levanta el movimiento social van en el mismo sentido: una transformación radical de las estructuras, porque hoy el Estado no representa más que a un grupo minoritario de empresarios; hay un pueblo descontento, que tiene grandes necesidades insatisfechas. Ante esta realidad, pienso que es indispensable abrir instancias de debate, como una asamblea que sintetice todas las luchas que estamos dando. Se equivocan quienes piensan que solo desde el Estado se pueden mejorar las cosas. Hoy lo más importante es hacerse parte de las propuestas que plantea el pueblo, buscando concretarlas desde la sociedad. El movimiento estudiantil tiene proyecto y propuestas, y ha llegado el momento de compartirlas también con nuestras familias, para construir una mirada común de futuro, que se exprese desde los distintos espacios de la sociedad».

Si hay tanto malestar, ¿por qué la mayoría de las personas sigue votando por la derecha o la Nueva Mayoría y la Izquierda tiene presencia electoral insignificante?

«El pueblo cree cada vez menos en las promesas electorales. Ahora estamos en un escenario en que la gente comienza a abrirse a nuevas propuestas. La coordinadora No+AFP dio un paso importante en Temuco, al transformarse en la Coordinadora por un Trabajo Digno, No Más AFP. Así su propuesta se amplió a todo lo que sucede en el mundo del trabajo. En la coordinadora no solo hay sindicatos, también participamos estudiantes y muchas otras organizaciones sociales».

 

PARTIDOS SIN PROPUESTAS

¿Qué papel cabe a los partidos ante esta realidad?

«Los partidos no tienen propuestas y muchos políticos sólo son títeres de grupos económicos, que los manejan de acuerdo a sus intereses. Hoy todos los partidos están deslegitimados, porque no expresan la voz del pueblo ni dan respuesta a sus necesidades. Esas respuestas tenemos que plantearlas desde nuestras organizaciones y generar propuestas comunes, que perfilen nuevas miradas y formas de vida.

Por ese motivo los que estamos fuera del sistema de dominación buscamos cambiar la situación actual con un proyecto creativo y emancipador, de transformación, que incluya soluciones para el resguardo del entorno natural y respeto a los demás».

Los estudiantes son un grupo social muy radical, pero apenas se insertan en el espacio laboral olvidan los planteamientos que hicieron antes.

«Este fenómeno tiene muchas aristas, comenzando por el hecho que la universidad constituye un estatus privilegiado y quienes acceden a ella se insertan dentro de un sistema educativo en el que predomina una concepción pro-empresarial, elitista y alejada de los problemas de la comunidad. Nos forman con una mirada que valora por sobre todo el ascender en la escala social a través de la competencia y nuestros méritos personales, sin considerar que hay otros caminos posibles, como tener una perspectiva de clase y pensar que si yo soy hija de trabajadores y vivo en una población, todos los conocimientos que yo adquiera deben estar al servicio de las personas del entorno social del que provengo, mi territorio y mi gente».

¿Es Chile un país centralista?

«Existe un cerco mediático que impide saber lo que sucede en los diversos territorios y se da excesiva importancia a lo que ocurre en Santiago en desmedro de las demás regiones. Pero ese fenómeno ha permitido también que las regiones comiencen a construir sus propias demandas sociales desde sus realidades territoriales con una mirada autónoma. Los funcionarios públicos de Atacama se han movilizado durante más de un mes y es muy poco lo que se sabe de ese movimiento de gran vitalidad».

 

MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

¿Qué sucede hoy en la Confech?

«El debate de la gratuidad nos tiene concentrados en resolver los temas coyunturales del financiamiento y hemos llegado a convertirnos en una especie de asistentes sociales del gobierno para encontrar solución a los estudiantes que por distintos motivos han quedado fuera de la gratuidad como consecuencia de los errores cometidos por el Ministerio de Educación.

Pienso que la Confech debe tener una mirada muchos más amplia sobre la problemática educacional y asumir que la concepción de gratuidad que impulsa el gobierno no está fortaleciendo a la educación pública y en los hechos, beneficia a los privados. El debate sobre gratuidad nos aleja también de otros temas de gran trascendencia social, como la discusión sobre la calidad de la democracia que tenemos o la defensa de los derechos de los trabajadores.

Queremos un movimiento estudiantil activo, que levante sus propias demandas en conjunto con otras fuerzas sociales».

¿Por qué se ha desmovilizado el movimiento estudiantil?

«En el último tiempo la Confech dejó de ser el articulador nacional de las movilizaciones estudiantiles; las que han existido han sido movilizaciones locales. La Confech no dio el ancho para unificar estas propuestas en una gran demanda nacional. La mayoría de los estudiantes nos movilizamos el año pasado por democracia, transparencia, financiamiento y una mayor conexión de nuestros planteles con los intereses de la mayoría de nuestro pueblo».

¿Qué fuerzas políticas se expresan hoy al interior de la Confech?

«Existe el ‘bloque de conducción’, que constituye la mayoría de la mesa ejecutiva de la Confech. También se expresa la Izquierda transformadora (Fuerza Universitaria Rebelde, Juventud Rebelde, Guachuneit, Juventud Guevarista), que busca abrir un camino por la vía de conectar el movimiento estudiantil con otros movimientos sociales para una transformación de fondo a través de un camino autónomo e independiente del Estado. Los minoritarios son los partidos que representan a la Nueva Mayoría, que ya no cuentan con la confianza de los estudiantes por su vinculación con el gobierno»

 

 

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 849, 15 de abril 2016.

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