El pasado seis de Mayo, moría Nicolás David Neira Alvares, un joven de 15 años que marchaba en el bloque anarquista el pasado primero de Mayo. Como no ocurría desde hace un tiempo, muchos jóvenes salieron a las calles a protestar contra el capitalismo. La gigantesca marcha que incluía sindicalistas, campesinos, estudiantes, desempleados y activistas […]
El pasado seis de Mayo, moría Nicolás David Neira Alvares, un joven de 15 años que marchaba en el bloque anarquista el pasado primero de Mayo. Como no ocurría desde hace un tiempo, muchos jóvenes salieron a las calles a protestar contra el capitalismo. La gigantesca marcha que incluía sindicalistas, campesinos, estudiantes, desempleados y activistas caminó de manera no-violenta por la carrera séptima de Bogotá. La manifestación no sólo recordó a aquellos que fueron asesinados por el Estado en Chicago, sino que además denunció la precaria situación económica y social que vive actualmente el país, exigió un alto a las negociaciones del TLC e hizo públicas las atrocidades cometidas por el actual gobierno fascista. Atrocidades que también ocurrieron este fatídico día cuando el ESMAD empezó a lanzar gases lacrimógenos sin ninguna razón y procedió, después de una explosión, a reprimir violentamente a los manifestantes, golpeándolos con bolillos y balas de goma. Fue precisamente durante esta represión cuando varias personas fueron severamente heridas, incluyendo a Nicolás que fue golpeado en la cabeza por la policía hasta quedar inconsciente. Aproximadamente ocho policías rodearon a Nicolás y, se cubrieron con pasamontañas, impidiendo que el resto de los manifestantes vieran sus caras y que Nicolás fuera rescatado. Después de un tiempo, Nicolás fue finalmente llevado por algunos compañeros a un Hospital ubicado en la Perseverancia. Ahí, el joven esperó por unas horas hasta que fue trasladado al Hospital de Salud Coop donde permaneció en condiciones críticas hasta el día de seis.
Durante esta semana muchas personas trataron de denunciar la situación escribiendo artículos y comunicados en los medios alternativos, ayudando a la familia, organizando una demanda pública y protestando frente al Hospital. Muchas de estas personas están siendo en este momento hostigadas por la policía. En este momento los medios masivos están cubriendo la situación escondiendo los verdaderos hechos. Los ESMAD dicen que nunca golpearon a los manifestantes, pese a todas las pruebas visuales que se han presentado.
La triste muerte de Nicolás y la violenta represión realizada por la policía es la consecuencia de este sistema injusto que busca silenciar todas las voces de aquellos que están tratando de crear un mundo de libertad e igualdad.