El último año ha estado lleno de discusiones que tienen a la mujer como centro, pero destacaremos solo 3 temas centrales, que aún permanecen en el debate público. En los últimos días la principal cuestión en discusión ha sido el descanso postnatal de la madre. La propuesta del gobierno de alargar ese período hasta los […]
El último año ha estado lleno de discusiones que tienen a la mujer como centro, pero destacaremos solo 3 temas centrales, que aún permanecen en el debate público.
En los últimos días la principal cuestión en discusión ha sido el descanso postnatal de la madre. La propuesta del gobierno de alargar ese período hasta los 6 meses recomendados por los especialistas para lactancia materna exclusiva del neonato ha sido no obstante fuente de tensión debido a que se agrega en este proyecto una diferenciación en el acceso de las madres a este beneficio a partir del monto de sus ingresos. La idea es que quien gane menos esté obligada a tomar una licencia postnatal de seis meses. Y que aquellas que ganan sobre ese margen, puedan optar respecto de los tres últimos meses. De acuerdo con el gobierno, esta discriminación, busca salvaguardar el derecho de las más pobres (con menor capacidad de negociación con el empleador) pero ha sido fuertemente debatida por mujeres profesionales, que no obstante la consideran perjudicial para ellas.
Durante su campaña Piñera hizo una serie de promesas para ganar la elección, entre ellas; que mantendría el bono de $40.000 pesos a los hogares de menores ingresos en marzo (que no cumplió), que se había entregado durante el gobierno de Bachelet por dos años, también prometió que no autorizaría los proyectos nuevas plantas electricas a carbón, altamente contaminantes, pero en que los gobiernos de la Concertación habían cedido a las presiones de las multinacionales (que tampoco ha cumplido), y también prometió alargar la licencia post natal de la mujer hasta 6 meses.
Durante años este último punto ha sido muy sentido por las mujeres trabajadoras, apoyadas por el Colegio Médico. Se ha demostrado los riesgos para la salud de los bebés de una separación demasiado pronta, e incluso las consecuencias económicas por las enfermedades de los pequeños. Pero además, en los hechos, las madres y los médicos comenzaron a imponer en la práctica la licencia postnatal más larga. Alegando reflujo en los bebés, las madres en acuerdo con su médico consiguen licencias que se pueden alargar hasta un año. Lo que está promoviendo ahora el gobierno, es que el postnatal se alargue a seis meses, pero se haga muy difícil e incluso penalizado el otorgamiento de licencias por reflujo, o similares. De hecho hay una campaña en los medios, y también con amenazas y multas contra los médicos, por otorgamientos de ‘demasiadas’ licencias.
Otro problema con el postnatal, es que más de la mitad de la fuerza laboral chilena, carece de contrato de trabajo, o de contrato de trabajo indefinido, lo que en la práctica significa que todas estas madres no pueden acceder a múltiples beneficios legales para la trabajadora, entre ellos el derecho a descanso remunerado, pre y post natal. Una discriminación más odiosa, si cabe, contra las mujeres que no otorgar el derecho pleno a las mujeres profesionales.
Por otra parte, las mujeres asistimos hace pocas semanas a una nueva discusión pública respecto del tema del aborto terapéutico, un tema respecto del cual buena parte del senado aún se niega a legislar.
El trato dado a una joven madre que presentó su caso como ejemplo dramático de la falta de esta normativa legal culminó con una acusación de montaje y una actitud muy poco empática y acogedora, que en vez de centrarse en la discusión de fondo pretendió desacreditarle y quitarle sentido y credibilidad a su dolor e impotencia.
Ahora que ya nació muerto su bebé y fue tratada las aguas parecieron volver a su cauce… dejando todavía el tema pendiente.
Por otra parte, los femicidios continuan formando parte de una escalofriante estadística nacional. Cada año cerca de 60 casos de femicidios se producen en Chile, fruto del machismo y de la falta de protección adecuada. Por consiguiente, la campaña contra la violencia hacia la mujer continua siendo una de las principales prioridades en nuestro país.
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La mujer trabajadora en tiempos de convulsión global
En Chile, las mujeres trabajadoras destacan en el sector servicios, las mujeres constituyen el grueso de la fuerza laboral, mucho mayor que la participación que ocupan en el economía en general.
Según la Oficina Internacional del Trabajo, la participación de la mujer en la fuerza laboral chilena, en 2006 alcanzó el 38.5%.
La participación laboral femenina sigue siendo la más de la región, si se la compara con países de desarrollo socioeconómico similar como Argentina o Uruguay, la participación de la mujer es de 10 puntos menos.
Si se compara con la situación en el mundo se ve claramente las menores oportunidades que tienen las mujeres chilenas en el mundo del trabajo, empezando por el ingreso a este. A nivel mundial, desde los años 80, hay mucha más participación de las mujeres en la fuerza laboral. A escala global constituyen ahora cerca del 50% de la fuerza de trabajo, mientras que en los años 80 eran alrededor de un tercio.
La mujeres, no solo enfrentan más dificultades que los hombres para conseguir empleo, si no que en promedio tienen más estudios que los hombres, pero ganan menos,.
Antes de que comenzara la recesión global, el desempleo afectaba mucho más a mujeres que hombres. Había una tasa de cesantía de 6.9% hombres y de 9.5% de mujeres.
Además el genero femenino enfrenta otras discriminaciones; Casi tres
cuartas partes del empleo femenino se concentran en los sectores de servicios
personales y sociales y en el comercio, la calidad de sus empleos es inferior, y ganan menos que sus pares masculinos.
Además las mujeres están más indefensas ante las empresas. De acuerdo con la OIT, la sindicalización en Chile, en 2006, alcanzó un 12,9% entre los hombres pero solamente un 7,5% entre las mujeres. Al considerar tanto los sindicatos como las asociaciones de funcionarios que existen en el sector público, se llega a una tasa de organización de 15% para los hombres y 11,6% para las mujeres.
Todo indica que con la recesión mundial, que ha producido un fuerte aumento del desempleo en Chile, los jóvenes y las mujeres están siendo los más afectados. Además otros derechos y reivindicaciones las mujeres trabajadoras como acceso a salas cunas y guarderías de buena calidad y cerca del lugar de trabajo, la igualdad de salario con los varones, a igual trabajo, y la necesidad de extender el post natal de las mujeres después de dar a luz, están cayendo muy atrás en las prioridades del gobierno.
Derechos conquistados en el pasado gracias a la presión de la clase trabajadora organizada en sus sindicatos, no son respetados, o están bajo ataque, como ‘muy caros en estos tiempos difíciles’.
Cerrar la guardería, o hacer muy lejos su acceso, puede ser el método más fácil de deshacerse de trabajadoras, si la empresa estima que hay exceso de mano de obra, sin necesidad de pagar por despidos, ya que las mamás se ven obligadas a retirarse ‘voluntariamente’. Cuando no simplemente hostigar y acosar a las funcionarias que queden embarazada, aprovechando un momento psicológico particularmente sensible.
Todo indica que la recesión mundial del sistema capitalista tiene para un buen rato, especialmente su efecto sobre el desarrollo del desempleo. No solamente las empresas en problemas despiden gente, muchos bancos chilenos que siguen disfrutando de enormes ganancias, ha emprendido despidos masivos, y las mujeres han sido las más afectadas, sobretodo en la fuerza de ventas.
Por ello, especialmente en tiempos de crisis es importante que las mujeres trabajadoras nos organicemos en los sindicatos, y aprendamos a buscar soluciones y defender colectivamente nuestros derechos.
Vanesa Vidal es mimebro de Socialismo Revolucionario, Comité por una Internacional de Trabajadores (CIT)