La Municipalidad de Santiago y el Comité Ciudadano de Memoria Democrática rendirán tributo a la memoria del camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, asesinado por militares chilenos hace 40 años. La ceremonia se efectuará el sábado, a las 11:45 horas en el mismo lugar en que el periodista cayó bajo las balas de una patrulla del regimiento […]
La Municipalidad de Santiago y el Comité Ciudadano de Memoria Democrática rendirán tributo a la memoria del camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, asesinado por militares chilenos hace 40 años.
La ceremonia se efectuará el sábado, a las 11:45 horas en el mismo lugar en que el periodista cayó bajo las balas de una patrulla del regimiento de tanques Blindados 2, en horas de la mañana del 29 de junio de 1973, en Moneda con Agustinas, frente al Banco Central. El homenaje será presidido por la alcaldesa Carolina Tohá.
Leonardo Henrichsen fue acribillado mientras cubría para la Radio y Televisión de Suecia el intento de golpe contra Salvador Allende organizado por Patria y Libertad que pasó a la memoria colectiva como «El Tanquetazo» o «Tancazo». Murieron 22 personas asesinadas por esa sublevación castrense, encabezada por el teniente coronel Roberto Federico Souper Onfray y frustrada por la enérgica acción del general Carlos Prats González, entonces comandante en jefe del Ejército.
El jefe de la patrulla que dio muerte a Henrichsen fue el cabo segundo Héctor Hernán Bustamante Gómez, fallecido en el hospital militar de una neumonía asociada a un cáncer en diciembre 2008.
El crimen quedó impune. La magistrada Rommy Rutheford, del segundo juzgado del crimen de Santiago falló la prescripción en 2006. Pero el 25 de septiembre de 2007 la Corte de Apelaciones de Santiago encomendó al ministro Jorge Zepeda Arancibia investigar los asesinatos de Henrichsen y de otros tres argentinos, Oscar Héctor Bugallo Celuzi, Miguel Angel Lacorte y Héctor Garzán Morillo. Esta diligencia judicial sigue su curso.
La imagen de Bustamante disparándole a matar fue captada por el propio camarógrafo antes de morir y tuvo difusión mundial en fotografías y videos, pero nadie supo su nombre hasta que fue identificado por este redactor más de 30 años después del asesinato. La historia fue recogida por dos documentales realizados por cinematografistas argentinos, «Imagen Final», de Andrés Habegger, Gran Premio Aljazeera 2010, y «Aunque me cueste la vida», de Silvia Maturana y Pablo Espejo.