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Danone, Nestlé, Coca-Cola, PepsiCo y Primo Corporation representan más del 25% de las ventas anuales

Naciones Unidas alerta del impacto ambiental y el coste económico del agua envasada

Fuentes: Rebelión [Imagen: Banco Asiático de Desarrollo]

Viladrau (“llevamos la naturaleza dentro”); Nestlé Aquarel; S. Pellegrino; la francesa Perrier y Vettiel son cinco de las marcas de agua mineral de la compañía Nestlé; otra multinacional, PepsiCo, tiene entre sus productos el agua embotellada Aquafina; Danone cuenta con marcas como Fontvella, Lanjarón, Evian o Fonter; y Coca-Cola España comercializa el agua envasada aquaBona.

El 22 de marzo Naciones Unidas conmemora –desde 1993- el Día Mundial del Agua; una década después, llega a la siguiente conclusión: “A causa del cambio climático, la escasez estacional de agua aumentará en regiones en las que actualmente abunda –como África Central, Asia Oriental y partes de América Meridional- y se agravará en regiones en las que la disponibilidad de agua ya es escasa, como Oriente Medio y la región africana del Sahel” (Informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo, UNESCO, 2023).

En el estado español, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) trataba de responder en un informe –el pasado 22 de marzo- si la mejor opción es el agua del grifo o el agua mineral; valora que el agua corriente (del grifo) resulta preferible, “de buena calidad y más económica” (a partir de los datos del Ministerio de Agricultura); la OCU añade que una proporción destacable de consumidores ingiere agua mineral embotellada, por comodidad, el sabor desagradable o dureza del agua corriente en su zona de residencia.

Otra variable destacada en el reporte es la sostenibilidad, en relación con la generación de envases o transporte del agua envasada: “El impacto sobre el medio ambiente es al menos 100 veces superior que en caso de beber agua del grifo”.

¿Existen aguas con características más adecuadas para determinadas dietas? “También en el agua hay mucho marketing, ningún agua por sí sola va a hacer milagro alguno”, respondía la OCU.

La semana anterior a la jornada mundial -16 de marzo-, el Instituto para el Agua, el Medio Ambiente y la Salud de la ONU (UNU-INWEH) en Canadá sostenía que el agua envasada “puede socavar el progreso hacia un objetivo clave de desarrollo sostenible: agua segura para todos” (informe Industria mundial del agua embotellada: una revisión de los impactos y tendencias, marzo 2023, basado en los datos de 109 países).

La nota informativa subrayaba la importancia del agua en botella durante el último medio siglo; de hecho, según el citado Instituto de Hamilton, este sector económico “ha experimentado un crecimiento del 73% entre 2010 y 2020; y se espera que las ventas casi se dupliquen para 2030, desde los 270.000 millones hasta 500.000 millones de dólares”.

Tal vez las expectativas empresariales puedan relacionarse con los beneficios globales de los gigantes del sector en 2022; Coca-Cola Europacific Partners obtuvo un beneficio de 1.521 millones de euros, lo que implica un incremento del 51% respecto a 2021 (periódico Expansión); el beneficio neto atribuido de Nestlé sumó 9.377 millones de euros (agencia Europa Press).

En cuanto a la estadounidense PepsiCo, ganó en 2022 cerca de 9.000 millones de dólares (agencia Efe); y la francesa de alimentación Danone, 959 millones de euros (Expansión). Otra de las grandes compañías, Primo Water Corporation, que vende marcas como Eden, Canadian Springs o Deep Rock, incrementó los ingresos consolidados un 7% respecto a 2021.

El documento de la ONU señala la “injusticia social extrema” por la que millones de personas en el planeta no disponen de agua potable, mientras que otras disfrutan del agua como lujo (cuando Naciones Unidas estableció en 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible, señaló la necesidad de invertir 114.000 millones de dólares al año -en el periodo 2015-2030- para hacer efectivo el principio de “agua potable universal y segura”).

Así, según el informe del UNU-INWEH, “proporcionar agua segura a los cerca de 2.000 millones de personas que no la tienen requeriría una inversión de menos de la mitad de los 270.000 millones de dólares que se gastan cada año en agua embotellada”.

El autor principal del documento, Zeineb Bouhlel, señala que las grandes empresas son “expertas” en la venta del agua en botella como alternativa “segura” al agua corriente, así como advertir de los fallos en el sistema público; sin embargo, la investigación apunta ejemplos en más de 40 países –en todas las regiones del planeta- de la contaminación generada por “cientos” de marcas de agua embotellada.

Según el coautor y exdirector del UNU-INWEH, Vladimir Smakhtin, el agua introducida en envases “no está tan bien regulada, se analiza con menos frecuencia y menor número de parámetros”; expresado de otro modo, no se enfrentan a un escrutinio similar al de los servicios públicos de agua (las cinco grandes entidades –PepsiCo, Coca-Cola, Nestlé, Danone y Primo Corporation- suman ventas anuales por valor de 65.000 millones de dólares, más de un 25% del total global).

Industria mundial del agua embotellada: una revisión de los impactos y tendencias cita casos de impacto sobre los recursos hídricos como los de Nestlé Waters –en Estados Unidos-, que extrae 3 millones de litros al día de Florida Springs; Danone: extracción de hasta 10 millones de litros diarios de Evian-les-Bains (Alpes franceses); o el grupo de empresas chino Hangzhou Wahaha, que extrae hasta 12 millones de litros al día en los manantiales de las montañas Changbai.

Las denuncias no constituyen una novedad. Por ejemplo, la página Web de Telesur informaba –en octubre de 2014- sobre la “amenaza” que representaba Coca-Cola para el abastecimiento de agua potable en India. La noticia hacía referencia a la solicitud de autorizaciones –por parte de la firma de refrescos- para la extracción de “más agua subterránea” destinada a su planta en el estado de Uttar Pradesh.

El informe de Naciones Unidas resalta, asimismo, que el negocio del agua envasada hizo uso del 35% de las botellas de plástico PET (Polietileno Tereftalato) producidas en el planeta durante 2019; se da la circunstancia que el 85% de éstas termina en vertidos o residuos no regulados, concluye la ONU.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.