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Natanyahu y el cinismo de un terrorismo «bueno»

Fuentes: Rebelión

Haber visto este lunes una gráfica que recorrió el mundo y en la cual aparecía en primera fila el señor Netanyahu, me impactó y dejó una sensación de amargura. Haber leído la madrugada de este martes 13 de enero, un interesante artículo de uno de los intelectuales con más peso en este mundo (Edgar Morin), […]

Haber visto este lunes una gráfica que recorrió el mundo y en la cual aparecía en primera fila el señor Netanyahu, me impactó y dejó una sensación de amargura. Haber leído la madrugada de este martes 13 de enero, un interesante artículo de uno de los intelectuales con más peso en este mundo (Edgar Morin), disipó una duda, según la cual, uno siempre cree que una imagen dice más que la palabra. No es que la imagen dice más que la palabra, sino que hay palabras e imágenes que no circulan.

Lo malo de esto es que la imagen circuló por todo el mundo y dejó un mensaje de unos líderes que están (supuestamente) con la paz y contra el terrorismo. Algunas palabras y explicaciones sobre esta situación acontecida recientemente en Francia no tendrán la misma suerte.

Edgar Morin nos dice en este interesante artículo la razón o explicación de todo esto que vive este mundo y que los medios suelen con imágenes y manipulaciones colocar en otra ruta.

Leamos parte del artículo de Edgar Morin:

«Pero que se entienda bien, ello no disminuye mi horror y mi asco por el atentado a Charlie Hebdo. Dicho esto, mi horror y mi asco no pueden impedirme contextualizar ese inmundo atentado. Ha significado la irrupción en el corazón de Francia de la guerra de Medio Oriente, guerra civil e internacional en la que Francia ha intervenido siguiendo a los EE.UU (….) El ascenso del Estado Islámico es ciertamente una consecuencia de las radicalizaciones y la putrefacción de la guerra en Irak y en Siria, pero las intervenciones estadounidenses en Irak y en Afganistán han contribuido a la descomposición de naciones compuestas étnica y religiosamente, como Siria e Irak.»

Si uno se detiene sólo en la gráfica que circuló por todo el mundo y recoge la marcha que tuvo lugar en Francia y reunió a más de 50 mandatarios del mundo, era como suficiente para entender este atentado terrorista y dejarlo ahí. Sin embargo, las palabra de Edgar Morin y otros intelectuales, ofrecen suficientes argumentos para entender que gran parte de esos líderes que se movilizaron hacia Francia para caerle en cambote al terrorismo, son parte de la legitimación de un terrorismo «bueno» que se «cocina» desde los países «más desarrollados» de este mundo y que sirve a un terrorismo malo.

Efectivamente, fue un hecho inhumano y reprochable el atentado y muerte a los periodistas y humoristas del semanario francés Charlie Hebdo.

Si observamos esta situación tan abominable, criticable y reprochable que recibió un rechazo contundente, como debe ser, cabe calificarlo por la composición de la gráfica que ha recorrido el mundo, como una manifestación que cobija un determinado tipo de terrorismo que califico (por la presencia de algunos actores) de terrorismo «bueno». Ver en la primera fila de este «repudio histórico» al terrorismo al señor Netanyahu, nos grita que el mundo poco a poco va construyendo un terrorismo «bueno» que es la otra cara o alimento del que se nutre el terrorismo malo.

Fueron abominables las muertes de los periodistas del semanario francés. Uno sólo que hubiese muerto o herido en ese atentado, ya era un hecho cuestionable y abominable. Hay muertes que este mundo «siente» y otras, que ejecutándose con las misma práctica, el mundo no llega a molestarse.

Ver a Natanyahu en primera fila, nos lleva a concluir que definitivamente una parte de los grandes líderes mundiales crearon un terrorismo «bueno» y otro tipo de gente son responsable de un terrorismo malo.

43 jóvenes desaparecidos en México molestó, pero el mundo lo «asimiló» y lo «entendió» muy rápido. Los cientos de falsos positivo de Uribe descuartizados, este mundo también los «asumió» y despachó muy tranquilo. Las más de 500 víctimas acontecidas en las últimas incursiones del Estado de Israel al pueblo de Palestina, no tuvo ningún valor. Este mundo no ha hecho caso de toda esa matanza donde caen por igual niños, niñas y mujeres. La cantidad de muertes de civiles (miles) que produjo la OTAN para cazar y matar a Gadafi, igualmente el mundo lo vio muy distraído y como si fuese un juego de esos que utilizan los niños para darle sentido a este mundo que desea nutrirse del terrorismo y desde ahí comienza esa historia.

En verdad no sé cual de estos dos terrorismo es más abominable. No sé cual de estos dos terrorismo fue el primero, pero seguro estoy que el «bueno» sirve al malo y el malo sirve y justifica al «bueno». La presencia de Netanyahu en ese repudio histórico abrió la puerta y el consentimiento del mundo al terrorismo «bueno».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.