Una encuesta sociológica del IBGE Brasileño nos constata con datos lo que ya se percibe en la sociedad brasileña: que las mujeres y las personas de raza negra son los más afectados por la crisis económica y el aumento de la desigualdad social que vive el país.
Género
«Hemos denunciado diariamente que el golpe en Brasil afecta al pueblo brasilero y particularmente a las mujeres. Históricamente donde predomina la explotación del capital y la opresión del patriarcado las mujeres son tratadas como ciudadanas de segunda categoría», afirmó a las mujeres Lúcia Rincón presidenta de la Unión Brasilera de Mujeres (UBM). La encuesta detectó que la desventaja de las mujeres en relación a los hombres en la tasa de ocupación es un movimiento común en todas las cinco regiones brasileras. Son ellas también la mayoría (50,3%) de las personas desempleadas y en busca de trabajo. «El golpe en Brasil y las medidas que han sido tomadas por el gobierno Temer, han demostrado eso una vez más de manera profunda.
El índice del IBGE es más un dato que revela la situación de las mujeres del país», evaluó Lúcia. De acuerdo con ella, hay una presión del capital en prejuicio al trabajo y a la fuerza de trabajo del pueblo brasilero. «Las políticas del gobierno han expropiado nuestras riquezas y están provocando pérdida de derecho, indicando al pueblo la necesidad de reafirmarse en la la lucha para impedir y bloquear esa sangría», enfatizó la dirigente feminista.
Exclusión y precariedad
El agravamiento del desempleo también acentúa la exclusión impuesta a la población negra que ve aumentar las desventajas históricas. «Cuando hay un escenario como ese de desempelo, los primeros a ser despedidos son los trabajadores negros y negras. Siempre seremos perjudicados por cuenta del racismo, que es estructural e institucional», evaluó Rosa Anacleto, presidenta de la Unegro de San Paulo. «El desempleo golpea primera a los negros, a las mujeres negras y después a los demás trabajadores. Eso empuja a los negros hacia el mercado informal de trabajo.
La PEC 55 (Propuesta de Enmienda Constitucional) y la reforma de la enseñanza media fragilizan las políticas que favorecen a esa población. De allí la búsqueda de empleo encuentra una gran desventaja en relación a los autodeclarados blancos en relación, por ejemplo», ejemplificó Rosa. La PNDA mostró que el rendimiento de los auto-declarados negros es de R$ 1.461, mientras que el de los auto-declarados blancos es estimado en R$ 2.660. El rendimiento del país es de R$ 2.043, lo que pone el rendimiento de los negros por debajo de la media.
La PEC 55 que congela por 20 años inversiones públicas en salud y educación fue aprobada en diciembre del año pasado. Economistas como Laura Carvalho, profesora de la Facultad de Economía, Administración y Contabilidad (FEA) de la Universidad de San Pablo (USP), contestan esa medida, usada por el equipo de Temer como fundamental para retomar el crecimiento y combate al desempleo. En su columna en Folha de Sâo Paulo, la economista afirma ya en el título: «Gobierno apuesta en pilares errados para el crecimiento».
En opinión de ella, «serían necesarios auténticos pilares, como inversiones públicas en infraestructura física y social, reforma tributaria progresiva y política industrial estratégica».