«Sí algún día se escribe la historia de este poeta quiero que se diga que una vez vio, habló y estrechó la mano del genuino libertador de Cuba» Pablo Neruda; fragmentos de un coloquio sobre Fidel en Ciudad Universitaria, Venezuela 24 de enero de 1959. La Habana, Cuba.- La palabra final de Neruda por la […]
La Habana, Cuba.- La palabra final de Neruda por la Revolución cubana al parecer nunca podremos leerla, acaso porque no existió un prólogo escrito en 1973 para Canción de gesta editado por Quimantú. O tal vez sí y estará extraviado en Moscú o Jerusalén el único ejemplar rescatado de las cenizas. Durante la dictadura del genocida Pinochet fueron destruidos 5 millones de libros (sólo en la bodega de Quimantú), entre aquellos ejemplares se encontraba un tiraje de 30,000 libros a precio económico de Canción de gesta dedicado a Cuba en 1960. Con José Miguel Varas (Premio Nacional de Literatura, 2006) dimos la noticia del hallazgo de tan valioso ejemplar en la prestigiada revista Rocinante (agosto, 2004). Luego de tres años de búsqueda en Moscú, nos llegaron noticias del escritor Eulogio Suárez de una donación a la Universidad Hebrea de Israel; entonces recordé el libro de mi querido amigo, el poeta Marco Antonio Campos: Viernes en Jerusalén (Visor, España 2005), Campos estaba invitado a Santiago de Chile en 1973, el golpe interrumpió su beca; la misma experiencia, en realidad un poco más trágica, la habló conmigo el monero Eduardo del Río «Rius» (el caricaturista predilecto del Che Guevara), el 11 de septiembre de 1973 recibió la carta invitación del gobierno de la Unidad Popular para ir a dibujar en Quimantú o colaborar con Roberto Matta y la Brigada muralista Ramona Parra, mientras Rius abría el sobre postal escuchaba las crónicas de la asonada golpista en Valparaíso y el bombardeo a La Moneda. Pero hubo un mal entendido o un fallido desmentido o una falta de certeza después de tantos años y exilios, José Miguel Varas no sabe a ciencia cierta si el libro Canción de gesta tiene un prólogo inédito o se trata de una reimpresión del uruguayo de 1968; los críticos literarios Volodia Teitelboim y Jaime Concha hablaron conmigo (entrevistas publicadas en 2006) y otorgan el beneficio de la duda a la memoria de Varas; el filólogo Hernán Loyola cree que están confundidos y que Neruda no regresó a Canción de gesta más que en 1960 y al polémico texto uruguayo de 1968 en respuesta a la Carta abierta de los intelectuales cubanos a Neruda de 1966. Al parecer nunca zanjaremos el misterio del último libro nerudiano, ni en la Biblioteca de Literatura Extranjera de Moscú mucho menos en la Biblioteca de la Universidad Hebrea de Jerusalén hay un gesto de buena voluntad por encontrar un libro que ya pasó a ser leyenda.
Mis navegaciones y regresos a Cuba
Tres viajes recientes a La Habana (en julio, diciembre -2006- y mayo del presente) reafirmaron lo que viví en 2002 (en una beca para estudiantes extranjeros en Alamar), cuando a mis 22 años conocí personalmente a Fidel en una recepción del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam; pero me detendré en la penúltima visita, convocados por la Fundación Guayasamín a festejar los 80 años de Fidel. Todas las voces, todas reunidas en el Caribe, cantautores, escritores, intelectuales, luchadores sociales debatiendo el aporte de Fidel desde aquella sentencia: «Condenarme, no importa la Historia me absolverá».
Pretendiendo que en Cuba se interesen en mi investigación sobre los derechos de autor de Neruda invertidos en el Posada Carriles chileno (Ricardo Claro) hablé brevemente con el Ministro de Cultura Abel Prieto, le dejé todos los antecedentes en su escritorio y correo electrónico; me recibió en su despacho el Viceministro Ismael González Manelo; sostuve una entrevista nocturna en La Habana Vieja con Iroel Sánchez y Jorge Timossi presidente y vicepresidente del Instituto Cubano del Libro; un café y dos horas de conversación con Carlos Martí presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC); a Roberto Fernández Retamar presidente de Casa de las Américas también yo le informé, esta vez en la Sociedad de Escritores de Chile (SECH, el pasado 14 de marzo). Durante la celebración compartimos ron y música Pablo Guayasamín (presidente de la Fundación Oswaldo Guayasamín), los músicos: Vicente Feliú, Gerardo Alfonso, Piero e Illapu; sólo en Cuba uno puede encontrarse a los artesanos de la palabra con los que sueñas, conocí y saludé a dos personajes históricos que amo: Gabriel García Márquez (durante la clausura del Festival Internacional Jazz Plaza) y Stella Calloni; Gabo, su esposa Mercedes y me pareció reconocer en el teatro a Julio García Espinosa, director de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (EICTV); ya en el Museo de Bellas Artes charlé con la mujer más tierna y valiente de América: Stella Calloni corresponsal de guerra en Centroamérica (a fines de 1970) nuestra Stella es Premio Madres de la Plaza de Mayo (Argentina, 1998) y Latinoamericano de periodismo José Martí (Cuba, 1986) entre otros reconocimientos, pero definitivamente es autora de la Biblia para todo investigador en Derechos Humanos: Operación Cóndor. Pacto criminal (ediciones La Jornada 2001 e Instituto Cubano del Libro 2006). Difícilmente escribiré los detalles y grabaciones de un nuevo regreso a Cuba, que coincidieron con el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano y el 1ero de mayo en la Plaza de la Revolución.
Llego a una conclusión, Neruda es el poeta internacionalista del que más se habla y discute en Cuba: Casa (235) dedicó un número especial de su revista al Centenario de Neruda, por otra parte la escritora Aitana Alberti (hija del poeta Rafael Alberti) publicó después de años y ausencias la segunda edición cubana de Canción de gesta de Neruda (Colección Sur; UNEAC, 2004); el Instituto Cubano del Libro reeditó: Jardín de Invierno y La rosa separada de Neruda en 2004 (gracias al cometido desinteresado de la Agencia Balcells), sin dejar de mencionar el extraordinario libro de Ángel Augier: Neruda en Cuba y Cuba en Neruda (UNEAC, 2005); el Presidente de Venezuela Hugo Chávez felicitó a Fidel por su cumpleaños citando el poema V de Canción de gesta (publicado en la contraportada del diario Granma del 2 de diciembre de 2006); y nosotros en La Jornada y otros medios alternativos nunca olvidaremos que Fidel y Neruda fundaron la Agencia Prensa Latina en el alba venezolana de 1959. Ahora recuerdo la Tribuna Antiimperialista frente a la rambla habanera con el nombre de Neruda junto al de Julio Cortázar, Rodolfo Walsh, Paco Urondo, Siqueiros y tantos combatientes desde el arte y la cultura al Sur del abZurdo corazón.
Defender lo indefendible
En 2005 publiqué una investigación exclusiva acusando a la Fundación Neruda, de evasión fiscal, de negligencia ante la falsificación histórica de libros nerudianos, de invertir más de 2.3 millones de dólares en la empresa de un fascista de la talla de Ricardo Claro (un civil detrás del golpe de Estado de 1973), asesor de Pinochet y de su primer canciller desde el 12 de septiembre, además Claro está señalado por Organizaciones de Derechos Humanos por suministrar dos de sus barcos como centros de tortura: En el Capítulo VI -Recintos de detención- de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura presidida por el obispo Sergio Valech (páginas 312 a 313; Informe Valech, 2004) acopia los testimonios de los buques usados como prisión en Valparaíso, como resume el diario La Nación «Ricardo Claro puso a disposición de las fuerzas de seguridad dos barcos de otra de sus empresas, la Compañía Sudamericana de Vapores, para ser usados como centros de detención y tortura. Uno de ellos, El Maipo, trasladó a 380 detenidos desde Valparaíso hasta Pisagua. Muchos de sus ‘pasajeros’ perdieron la vida. El otro, El Lebu, cumplió el rol de cárcel flotante y más de dos mil personas pasaron por sus bodegas y camarotes» (05.12.2004). Ricardo Claro llevó a Chile a Henry Kissinger para que conociera al títere Pinochet. La periodista Patricia Verdugo en entrevista exclusiva, que publicamos en la edición morelense de La Jornada, definió a Ricardo Claro: «Todo indica que Ricardo Claro fue hombre del Departamento de Estado de Norteamérica en Chile. A él acudíamos los periodistas, durante la dictadura, para conocer la postura de EEUU» (La Jornada Morelos y El Clarín de Chile 05.11. 2006).
La abogada, bibliotecóloga e integrante del directorio de la Fundación Neruda, Clara Budnik declaró a Javier García del diario La Nación: «Quiero que sepas que si se invirtió en términos de que dé dividendos a la institución, yo no veo problemas. Por lo demás, Ricardo Claro ha aportado a la cultura de nuestro país» (9/julio/2006). Ahora resulta que un golpista, facho, momio e hijo de puta es «mecenas de la patria». ¿Cuánta rabia puede uno aguantar? cuando leí las declaraciones de Juan Agustín Figueroa, presidente vitalicio de la Fundación: «Neruda habría estado totalmente de acuerdo» (con la inversión en la empresa de Ricardo Claro), «El mundo de Neruda se acabó y tenemos que abrirnos a otros lados» y «Las ganancias permitirán a la fundación subsistir cuando caduquen los derechos de autor de Neruda, en 2023» (publicadas por el diario pinochetista La Tercera; 21.08.2005, donde actualmente es columnista dominical Henry Kissinger).
Un nuevo prólogo a Cuba, según la Fundación Neruda:
Seguramente Juan Agustín Figueroa le pedirá a Ricardo Claro que escriba una nota al fallido prólogo «inédito» de Neruda, con un epígrafe de la conversación entre Pinochet, Kissinger y lo que dijo el otro innombrable, -Ricardo Claro: «Yo tengo fuentes en Perú. Se me dice que existe la posibilidad muy real de que Cuba pueda enviar tropas por vía aérea a Perú». (Conversación desclasificada por la CIA entre Ricardo Claro, Kissinger y Pinochet, durante la sesión de la OEA 08.06.1976) Ricardo Claro es un terrorista de Estado capaz de inventar la teoría de la guerra preventiva contra «la intervención de Cuba a Perú en 1976» o justificar y organizar el golpe de 1973 para evitar «el cáncer marxista». Ricardo Claro, además de facilitar dos de sus barcos como centros de tortura, fue Consultor del Ministerio de Relaciones Exteriores (Enviado Especial, desde el 12 de septiembre de 1973 a 1975); Coordinador de la Asamblea de la OEA en 1976 (insisto, para traer a su amigo Kissinger a Chile); Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en misión especial, 1978. Asimismo, fue miembro del Consejo de Administración de Televisa, México (1994-2001), actualmente es dueño del canal de TV Mega y a su semejanza ideológica Juan Agustín Figueroa está en todos los directorios de las empresa de Claro: desde Elecmetal; o como vicepresidente de la Viña Santa Rita, director de Cristalerías Chile y presidente de Marítima Inversiones, holding de Sudamericana de Vapores (compañía acusada de prestar dos barcos como centros de tortura). O bien Figueroa podría pedirle una nota para el fallido prólogo «inédito» de Neruda al funesto Víctor Farías (agente financiado por El Mercurio) con sus afirmaciones de que Salvador Allende tenía «ideas nazis», Farías y su experiencia, escribió un horroroso prólogo para unos incompletos Cuadernos de Temuco de Neruda a pedido de su Fundación; o qué tal a la poeta Delia Domínguez, a pesar de que la desmentí, ella se niega a aceptar que los presuntos poemas que tiene de Neruda no son inéditos, la Sra. Domínguez traicionó a Matilde Urrutia en 1973. Ya sé, el falsificador Manuel Márquez de la Plata (quien plagió la Antología Popular 1972 de Neruda y la presentó como Antología Póstuma en 2004) y su editorial Edaf (vinculada a la extrema derecha del PP español) podrían, con el consentimiento de la Fundación Neruda, rehacer la historia de Canción de gesta. Al final todo lo escrito en el presente párrafo se explica cuando Juan Agustín Figueroa desempolva las leyes antiterroristas contra la comunidad mapuche, quienes sólo buscan la reivindicación de su tierra en el Sur. Ya demostré que el mundo de Juan Agustín Figueroa tiene el Norte al revés, eso de ser íntimo amigo de Ricardo Claro, lo deja ídem, todo Claramente podrido. Por el desconocimiento de la personalidad jurídica de la Fundación Neruda: Juicio y castigo a Ricardo Claro. Ni un peso de los derechos de autor de Neruda al terrorista de Estado chileno.