El recién pasado jueves 10 de agosto la Presidenta de la República firmó los proyectos de ley sobre pensiones que ingresarían para su tramitación en el Congreso. Ese mismo jueves, la Ministra del Trabajo y Seguridad Social, en entrevista publicada por La Tercera, anunciaba grandilocuentemente -como es usual en este Gobierno- que no iría ningún […]
El recién pasado jueves 10 de agosto la Presidenta de la República firmó los proyectos de ley sobre pensiones que ingresarían para su tramitación en el Congreso. Ese mismo jueves, la Ministra del Trabajo y Seguridad Social, en entrevista publicada por La Tercera, anunciaba grandilocuentemente -como es usual en este Gobierno- que no iría ningún peso más para las AFP. Sin embargo, la realidad es otra. Los trabajadores seguirán cotizando mes a mes el diez por ciento de sus salarios para entregárselos a las AFPs, instituciones que especulan con la plata de millones de trabajadores y trabajadoras y se han transformado en el sostén del Mercado de Valores de nuestro país, actuando como «prestamistas» de las grandes multinacionales.
Estos Proyectos de Ley presentados por el Gobierno no estaban considerados en el programa de Bachelet. El tema previsional fue impuesto en la agenda pública por la fuerza de millones de trabajadoras y trabajadores que han salido a las calles y se han organizado en torno al Movimiento No+AFP encabezado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores/as No+AFP. Sin embargo, este Gobierno una vez más demuestra para quién gobierna. En lugar de poner Fin a las AFP y crear un sistema de reparto, solidario y de financiamiento tripartito, como exige la mayoría del pueblo de Chile, decide realizar reformas cosméticas que en la práctica no alcanzan ni para un parche en la crisis que enfrenta el sistema de pensiones actual.
No se trata de un proyecto que busque el consenso ni un punto intermedio. Los únicos beneficiados con el sistema de capitalización individual, administrado por las AFPs, son los poderosos de siempre, quienes usan y disponen de los ahorros de las y los trabajadores para financiar su negocio. Una vez más, el Gobierno no se atrevió a tocarlos. Una vez más, el pueblo seguirá pagando las consecuencias. Las pensiones de miseria continuarán y los ricos seguirán aprovechándose de la plata de los trabajadores.
Hay que decirlo con claridad, garantizar el derecho humano a la seguridad social y a pensiones dignas no pasa por una «buena decisión» técnica, sino por una decisión política. Tanto el empresariado como el Movimiento de Trabajadores No+AFP cuentan con propuestas técnicas. La diferencia radica en a quiénes benefician: a las empresas o a los trabajadores. Ya sabemos que a los empresarios no les interesa el bienestar de los trabajadores, sino sólo están preocupados de mantener y aumentar sus ganancias.
En definitiva, estos Proyectos de Ley dejan intacto el actual sistema de pensiones. El Gobierno quiere marcar una discusión en torno a cifras y millones de pesos que significarán para el erario público y, sin embargo, se niega a la discusión de fondo que recae sobre si debemos tener un sistema de pensiones basado en la capitalización individual o un sistema de reparto y solidario. Es importante mencionar que esto no responde a problemas técnicos, sino a decisiones políticas. El Gobierno prefiere mantener el negocio de las AFP en lugar de garantizar pensiones dignas.
De todas formas, analizaremos los principales contenidos de los Proyectos de Ley. En primer lugar, se establece un aumento de un 5% de las cotizaciones de los trabajadores, de cargo del empleador. Un 2% irá a un Fondo de Ahorro Colectivo y un 3% a las cuentas individuales de cada trabajador. La Presidenta en la presentación de los Proyectos de Ley sostuvo que «el nuevo ahorro colectivo permitirá incrementar las pensiones actuales en un 20% para más del 90% de los pensionados del sistema de capitalización individual». Esto significa en la práctica que la mayoría de las pensiones aún seguirán por debajo del salario mínimo, por lo cual el anuncio es humo, pues no hay aumentos sustanciales a las pensiones.
En segundo lugar, se establece la creación de una institución pública que administre el 5% adicional de cotización mencionado anteriormente. Con este hecho, el Gobierno reconoce el fracaso del sistema de pensiones administrado por las AFP y esto ha sido reforzado por las declaraciones de personeros del Gobierno diciendo «ni un peso más para las AFP«, sin embargo, esta institución sólo administrará un 5% de las cotizaciones sin tocar el dinero administrado actual por las AFP. Si se reconoce el fracaso de éstas y el Gobierno tiene una mayoría parlamentaria para aprobar estos proyectos, ¿por qué sigue permitiendo que las AFP administren el otro 10%? Porque no se atreve a tocar el negocio de las administradoras de pensiones y, al mismo tiempo, está al servicio de los empresarios beneficiados por la existencia de las AFP, como lo demuestran los numeros integrantes de la Nueva Mayoría que han participado y participan en los directorios de estas empresas.
El Gobierno con estas medidas monta, nuevamente, una puesta en escena para dejar todo igual, perdiendo una oportunidad de cumplir con lo exigido por el pueblo de Chile. Como decía José Martí, los derechos no se mendigan, se arrancan. Y eso lo ha entendido el Movimiento No+AFP y su Coordinadora, que tienen claro su programa de lucha para los siguientes meses. En primer lugar, Marcha Nacional de rechazo a la reforma este 3 de septiembre; en segundo lugar, un plebiscito auto-convocado por el propio pueblo entre los días 29 de septiembre y 1 de octubre para demostrar que los trabajadores/as de nuestro país rechazan en su amplia mayoría a las AFP y apoyan la propuesta de pensiones de la CNT No+AFP. En tercer lugar, jornadas de paro y protesta social que remuevan a nuestro país hasta garantizar el derecho a la seguridad social.
Fuente: http://www.auroraroja.cl/2017/08/15/proyectos-de-ley-sobre-pensiones-ni-un-peso-mas-para-las-afp/