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Entrevista al grupo musical "Sobrevivencia", de Guatemala

«No deben existir barreras culturales»

Fuentes: Argenpress Cultural

La cultura maya es una de las más antiguas de la humanidad. Su legado cultural es fabuloso; pese a ello, por razones históricas diversas -colapso del gran momento de desarrollo hace ya un milenio, sojuzgamiento de los conquistadores españoles hace cinco siglos e invisibilización de su grandeza a partir del racismo que se construyó sobre […]

La cultura maya es una de las más antiguas de la humanidad. Su legado cultural es fabuloso; pese a ello, por razones históricas diversas -colapso del gran momento de desarrollo hace ya un milenio, sojuzgamiento de los conquistadores españoles hace cinco siglos e invisibilización de su grandeza a partir del racismo que se construyó sobre esa conquista- esa gran civilización es bastante desconocida en la actualidad, habiendo quedado relegada en buena medida a una «curiosidad turística» para Occidente. Pero obviamente la cultura maya es algo mucho más potente, rica y compleja que un tejido típico, que un souvenir para «gringos» o una postal de una pirámide de piedra en medio de la selva. Si sobrevivió milenios, y más aún, sobrevivió el genocidio que significó la conquista de América a manos del «hombre blanco», sin dudas hay ahí un poderoso elemento vivo.

Unos cuantos muchachos de origen maya, todos guatemaltecos, fundaron en 1998 un grupo musical que busca rescatar las raíces musicales de sus pueblos. La propuesta es novedosa: además de recuperar su historia milenaria -usando instrumentos tradicionales y cantando en lenguas mayas- también incorporan elementos modernos. El resultado es el grupo «Sobrevivencia«(Bitzma), de quien aquí ofrecemos algún ejemplo de su trabajo. Argenpress Cultural, por medio de su corresponsal en Centroamérica, Marcelo Colussi, dialogó con ellos.

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Argenpress: ¿Qué es el grupo «Sobrevivencia» y qué música hacen?

Sobrevivencia: Originalmente, hace 10 años cuando surgimos, el grupo se conformó con seis personas; actualmente somos cuatro: Jorge Xulem, en el bajo eléctrico, chirimilla y voz; Pantaleón Yupe Perén, percusionista y marimba; Henry García, en la batería; y Alex Job Sis, en la dirección musical. Siempre hemos mantenido el formato de cantar en idioma español y en mam, una de las lenguas mayas del actual territorio guatemalteco, hablada en la región de Huehuetenango. Empezamos cantando en mam, luego fuimos introduciendo canciones en otras lenguas mayas, como el achí y el kaqchikel, y pensamos seguir ampliando ese repertorio, incluyendo también temas en quiché. Surgimos de la calle. Éramos un grupo de jóvenes que nos juntábamos a jugar fútbol o básquetbol y a hacer actividades culturales, y así fue surgiendo la idea de formar un grupo musical. Un grupo distinto, no centrado en lo comercial. Nuestro idioma originario fue el mam, y eso constituyó toda una novedad: no se veía ningún grupo musical moderno cantando en lenguas mayas. Somos indígenas, y aunque vivimos en la ciudad capital, no dejamos de ser indígenas, por eso es tan importante mantener nuestra identidad cultural. De ahí que elegimos cantar en nuestros idiomas originarios.

En nuestro medio es muy difícil vivir del arte, y más aún de una expresión como la nuestra, que es una propuesta alternativa. No todos lo ven bien; para muchos esto es un simple objeto turístico. Pero nos parece que esto es una gran oportunidad, dado que en Guatemala hay mucha población indígena que quiere y necesita decir las cosas en su idioma materno. Con nuestra música nosotros llegamos a mucha gente, y la respuesta ha sido muy positiva. A partir de nuestra propuesta, que es la primera en fusionar música tradicional maya cantada en idiomas originarios con música contemporánea, han surgido otros grupos que buscan igualmente esa alternativa.

En nuestra propuesta no queremos dejar por fuera a nadie, por eso no sólo hay indígenas sino que también buscamos la participación de los otros pueblos que conforman Guatemala; por eso esperamos ir teniendo en el grupo la presencia de compañeros garífunas (afrodescendientes), así como ya tenemos mestizos.

Argenpress: ¿Cuál dirían que es la nota distintiva de la propuesta musical de «Sobrevivencia»?

Sobrevivencia: La raíz de nuestra música se basa en la espiritualidad de los pueblos mayas. En un principio queríamos que fuera un grupo sólo con integrantes de San Idelfonso Ixtahuacán, del departamento de Huehuetenango, todos de origen mam, pero luego fuimos abriéndonos e integrando otros elementos. Según nuestra cosmovisión, nosotros somos sólo una parte del universo, y lo bueno está en buscar la armonía dentro de ese universo. Por eso fuimos viendo que no era lo mejor estar encerrados en un pueblito sino que debíamos abrirnos y relacionarnos con otros elementos, con otras experiencias. No deben existir barreras culturales, por eso alimentamos la propuesta también con ritmos modernos. Todos estamos invitados a inspirarnos para decir cosas. Aquí todos componemos, y todos tenemos derecho de cantar lo que uno mismo compone. Luego todos alimentamos la iniciativa de cada quien, y esa es un poco nuestra propuesta: trabajar entre todos como una inquietud única del grupo, sin borrar las individuales.

La música tradicional de nuestros antepasados no se compone con miras a competir de músico a músico, con miras comerciales. La música se hace porque se siente, porque sirve para expresarse. El grupo eso es lo que busca; así inició «Sobrevivencia», y así queremos seguir estando. Sabemos que tenemos que comer, por eso nos damos a conocer en un medio que es tremendamente comercial. Pero no es el objetivo último de nuestra música. Nosotros no hacemos publicidad del grupo, y sin embargo en las comunidades siempre nos llaman para tocar. Buscamos que nuestra propuesta lleve un mensaje, que le deje algo a quien nos escuche. No nos preocupa tener un «hit».

Argenpress: Ustedes dicen que no debe haber barreras culturales, pero las barreras, de todos modos, ahí están: hay música «culta» y hay «música popular»; hay música comercial que vende más y le interesa a la industria discográfica y hay propuestas alternativas como la de ustedes, no comercial. Es decir: las barreras están. La discriminación está. ¿Cómo planteare superar las barreras culturales?

Sobrevivencia: Lo que queremos es vivir, no hacer negocio. Por supuesto que hay barreras, barreras tremendas. ¿Por qué cantan en idiomas mayas?, nos decían. ¿Por qué mejor no cantan en inglés? Pero no nos importaba, ni nos importa ahora. La intención es cantar, sacar lo que uno tiene adentro, cantar lo que sentimos, lo que vivimos, lo que miramos. Las barreras están, y probablemente siempre van a estar; pero nosotros queremos tocar con el corazón, que es adonde queremos llegar, sin que nos importen especialmente esas barreras. De verdad que no nos interesa entrar en el mundo comercial, pero sí nos importa y nos alienta que seguimos tocando con la gente en los pueblos, en las comunidades.

Dado que las barreras están, sin dudas, nosotros buscamos las fusiones, como una forma de darles vuelta a esas barreras. Nosotros fusionamos, por ejemplo, la música tradicional maya con el rock. Dado que el rock es una forma que hoy se ha popularizado mucho entre todos los jóvenes a partir de los medios masivos de comunicación, eso nos puede permitir llevar una propuesta de rescate de nuestras tradiciones con un formato que le llega a los jóvenes. No tenemos por qué avergonzarnos de nuestras raíces indígenas, pero eso fue lo que ha ido sucediendo en nuestra historia. Por eso nuestra propuesta trata de integrar ambas cosas, y la respuesta de los jóvenes es muy interesante, porque vemos que les gusta y la adoptan, la cantan, les llega. Comercialmente no tenemos un lugar elevado, es cierto, pero nosotros buscamos otra cosa: y en verdad nuestra propuesta llega a la gente, a los jóvenes indígenas. Poco a poco, sin que lo busquemos premeditadamente, se van saltando barreras. Nosotros no tenemos todo el dinero que se necesita para andar haciéndonos publicidad, andar grabando por ahí; pero no es eso a lo que apuntamos. Las barreras no se pueden romper quizá, pero sí se pueden ir saltando.

Argenpress: Esta entrevista la van a leer, y las canciones que la acompañan las van a escuchar, poblaciones que no están quizá muy interiorizadas con la cultura maya y con la historia de discriminación, de racismo, que hay implícita allí. Para ese público en especial, ¿qué dirían?

Sobrevivencia: Los larguísimos años en que nuestras tradiciones como pueblos mayas han venido sobreviviendo nos pone a nosotros ante la responsabilidad de buscar una armonía, nos pone ante la propuesta de ir más allá de la discriminación. Nosotros no rechazamos a nadie porque no sea maya; eso no existe en el grupo. La armonía, el entendimiento, el no discriminar a nadie, tiene que ser el principio que nos permita vivir a todos. Como decíamos: todos somos parte pequeñita de un universo donde todos tenemos nuestro lugar. Esa cosmovisión, esa búsqueda de la armonía universal, no es un patrimonio exclusivo de la cultura maya. Hay muchos pueblos que también mantienen ese punto de vista. En nuestra propuesta musical eso es lo que queremos transmitir.

Quiera que no, siempre hay barreras de todo tipo. Nuestra intención es buscar saltar esas barreras y, por ejemplo, poder llegar a integrarnos con otros grupos musicales indígenas que también hay en toda América y organizar conciertos entre todos. Lo importante es buscar esa integración. De hecho, por ejemplo, en Guatemala está esa integración, dado que aquí convivimos varios grupos étnicos distintos: los mayas, los garífunas o afrodescendientes, los xincas y los mestizos. Nuestra cosmovisión parte de la libertad, en todo sentido. Libertad y equilibrio, en el sentido de no arraigarse sólo a una cosa y depender sólo de ella. Por eso, como ejemplo, vale decir que estamos escribiendo una canción en inglés; prontito la vamos a lanzar. Para nosotros hacer música es como un juego, como el juego de un niño: es algo divertido, que nos gusta, que nos hace sentir bien.

Lo que alienta nuestra propuesta es, comparativamente, la planta de maíz, que hace parte fundamental de nuestra tradición como mayas. El maíz sirve para todo: para hacer comidas fuertes, para dulces, para hacer frescos, para bebidas espirituales, para combustible como quieren usarlo ahora. Es decir: hay que buscar la diversidad. Tenemos que mirar hacia la integración y terminar de una buena vez con las discriminaciones.

Si bien no tenemos un perfil comercial, podemos vivir de lo que hacemos. Vivimos de la música, y vivimos bien, que no significa darse todos los lujos materiales. Pero vivimos bien vividos con lo que hacemos. Aunque no nadamos en la abundancia ni cosa que se le parezca, podemos mantener nuestra propuesta, que es lo que más nos interesa.

Por el grupo pasaron varios compañeros, y si hoy «Sobrevivencia» sigue existiendo, es también por la energía que todos ellos fueron dejando, por eso queremos agradecerles su aporte a todos ellos.

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