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¿No existió tortura en el estallido social?

Fuentes: Rebelión

Justicia para Mario Acuña y a todas las personas sobrevivientes de la barbarie policial.

Por Beatriz Contreras

El 13 de julio, se dictó el veredicto en la causa de Mario Acuña, y al igual que en todas las causas del estallido social de octubre de 2019, nos quieren decir que no hubo tortura. El Poder Judicial se ha acogido a la tesis de que todo se redujo a apremios ilegítimos, que no hubo intencionalidad de castigar y hasta la fecha no existe ni una sola sentencia por Tortura producida en ese contexto. Nos dicen que fueron sólo algunos excesos, y no una política dirigida intencionadamente contra quienes se manifestaban para castigarles. Se ha visto en múltiples casos, y ayer la causa de Mario Acuña vuelve a golpearnos con la espada de la Justicia, la Justicia que en Chile tiene una balanza, pero no una venda.

La causa de Mario Acuña ha recibido veredicto condenatorio contra los dos funcionarios de Carabineros que dieron tal nivel de paliza a Mario, que aún no puede ponerse de pie dificultando toda su vida. La vida de Mario Acuña y la de toda su familia vivió una transformación para siempre, nadie ni nada borrará las secuelas de la violencia vivida. Y lo que se espera del Poder Judicial, es que reconozca que durante el estallido social se cometieron actos de Tortura, que se apegue estrictamente a la norma y no esconda tras tecnicismos que toma determinaciones eminentemente políticas.

La venda en los ojos de la Justicia pretende destacar que ésta es igual para todos, pero no lo es. Que conste para quienes haremos memoria, la verdad judicial será parcial, la Justicia será indulgente cuando se trate de Carabineros que incurran en actos ilícitos, y ocultará parte de la verdad de lo sucedido. La Historia no será fidedigna cuando la reconstruyamos a través de las sentencias. Mario Acuña, como a otras personas también, lo torturaron, lo castigaron por estar en una manifestación, y debemos hacer memoria, porque es dramático que sin que mediara provocación, los ex carabineros Henry Giovanny Cuellar Vega y Víctor Antonio Lastra Marguirot golpearan con sus bastones a Mario hasta dejarlo en un estado vegetativo del que no ha salido hasta hoy.

Llamar a esa paliza «Apremios Ilegítimos» es ocultar parte de la verdad. Lo castigaron por estar ahí. Lo castigaron por ser un manifestante.

Justicia para Mario Acuña y a todas las personas sobrevivientes de la barbarie policial.

*La autora es jefa del Instituto Nacional de Derechos Humanos de la Región Metropolitana, INDH RM.