Frei Betto ha regresado a La Habana. Esta vez, invitado a recibir el Premio ALBA de las Letras [I] durante la inauguración de la primera Casa del ALBA que tuvo lugar en Cuba como parte de las acciones por la celebración de la VIII Cumbre de esta alianza continental. El escritor y teólogo brasileño [II] […]
Frei Betto ha regresado a La Habana. Esta vez, invitado a recibir el Premio ALBA de las Letras [I] durante la inauguración de la primera Casa del ALBA que tuvo lugar en Cuba como parte de las acciones por la celebración de la VIII Cumbre de esta alianza continental.
El escritor y teólogo brasileño [II] tiene más de 50 títulos publicados -ficción, ensayo, memorias, epistolarios- y una intensa labor periodística, pero es una referencia indiscutible su Bautismo de sangre [III] , resultado de la investigación y las vivencias juveniles que narra la participación de un grupo de frailes de la Orden de Santo Domingo en la lucha contra la dictadura militar en Brasil [IV] . En 1973, luego de permanecer cuatro años en prisión como consecuencia de su relación con Acción Libertadora Nacional (ALN) liderada por Carlos Marighella, comienza las indagaciones que quedan recogidas en el texto y luego en un filme de Helvecio Ratton [V] . Tardó, según cuenta, unos diez años en escribir esta historia. «Me dolió describir con detalles, la pasión de frei Tito de Alentar Lima, llevado al suicidio en 1974, a sus 28 años, debido a las torturas sufridas en las dependencias del 2º Ejército, en Sao Paulo.»
El fraile dominico ha sido reconocido en dos ocasiones con el Premio Jabuti, uno de los más importantes de su país; fue Jurado del Premio de Ensayo Pensar a Contracorriente y entre sus obras sobresalen, además, De las catacumbas, 1988: La noche en que Jesús nació, La mosca azul, Calendario del poder, Trece cuentos diabólicos y uno angélico, Uala, o amor y El vencedor, entre muchos otros títulos. Visitó la Isla por primera vez en 1981 para ser jurado del Premio Casa de las Américas, y en varias ocasiones ha recalcado que desde muy joven tenía admiración por el proceso revolucionario. «Para mí Cuba era un paradigma», asegura. No obstante, su encuentro literario con los cubanos fue varias décadas después, en 1985, con la publicación de Fidel y la religión, un libro que ha acopiado elogios y reseñas de lectores de distintos idiomas e ideologías y por el que le distinguieran como Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores. Desde entonces ha mantenido una entrañable relación con la Isla y con Fidel [VI] , a quien reconoce como un «ejemplo de hombre nuevo».
La primera edición de Fidel y la religión va a cumplir 25 años en 2010. Fue un libro revelador y sigue siendo recurrente al hablar con usted volver a la importancia de ese texto. ¿Qué valores le concede hoy luego de haber sido releído por distintas generaciones y en coyunturas diferentes?
Mi primer encuentro con Fidel fue en julio de 1980, en Managua, durante el primer aniversario de la Revolución Sandinista; en 1981 vine por primera vez a Cuba y ahí se estableció una amistad muy fuerte; en 1985 tuve la oportunidad de hacer el libro. Se han publicado más de un millón de ejemplares en Cuba, y calculo más tres millones en todo el mundo, en 32 países y 23 lenguas. Es un libro que tuvo un impacto muy fuerte porque quitó el prejuicio de los comunistas y el miedo de los cristianos, creó puentes en dos orillas de un mismo río. El proceso cubano es muy singular pero hasta ese momento, sobre todo en relación con la iglesia católica, no había puentes, había dificultad de diálogo, sospechas recíprocas. Había una característica en Cuba que fue fruto de la general del proceso socialista en el mundo, la declaración del Partido del estado como ateo. En Cuba esto cambió, son laicos como conviene en la modernidad. El libro tuvo un impacto tremendo porque los cristianos, los creyentes ―no solamente de la religión cristiana sino de otras denominaciones también― históricamente han participado en los procesos revolucionarios, no como un conjunto de iglesias, pero aquí mismo en Cuba están el Padre Sardiñas, José Antonio Saco, Varela. Mucha gente luchaba desde su fe, y en este momento de la entrevista con Fidel era mucho más fuerte por el proceso sandinista, el salvadoreño, los procesos liberadores revolucionarios o no; por ejemplo, en Brasil, las comunidades eclesiales de base eran muy activas en la lucha contra la dictadura. Entonces el libro fue una especie de sacramentalización, porque Fidel fue el primer dirigente comunista que manifestó una visión positiva de la religión, demostrando que la religión no era ontológicamente el «opio del pueblo», que dependía de la visión religiosa, eso vale para la religión y para cualquier otro aspecto en la vida, vale para la enseñanza, para la medicina…
Hoy, a la luz de los 25 años del libro, es importante subrayar que América Latina vive una primavera democrática y la figura paternal de ese proceso es Fidel; el ejemplo de Cuba y el ejemplo de Fidel han permitido desarrollar en nuestros pueblos una conciencia crítica hacia las dictaduras militares primero y hacia los gobiernos mesiánicos neoliberales después; hoy la mayoría de la gente en nuestros países de América Latina vota por candidatos democráticos populares que no vienen de las oligarquías, incluso que muchos son creyentes y revolucionarios como Lula, Lugo, Correa, Evo, Daniel Ortega, el propio Chávez que es un hombre espiritualista; todo eso es fruto de la visión muy aguda de Fidel de que como decía aquí en Cuba una vez Monseñor Méndez de Arceu, no había incompatibilidad entre cristianismo y revolución; pero en ese momento tampoco había identificación. Las ideas de Fidel en este sentido eran muy revolucionarias y partían sobre todo de su experiencia política.
En un nuevo contexto para América Latina se le concede a Frei Betto el Premio ALBA de las Letras. ¿Qué compromisos entraña este reconocimiento no sólo a la obra sino al quehacer de quien ha estado consecuentemente del lado de los desposeídos?
El premio no es propiamente para mí como autor, como escritor, es el reconocimiento de una literatura que procura dar voz y voto a la gente que no lo tiene, una literatura que se encuentra en toda la historia literaria de América Latina: Pablo Neruda, Jorge Amado, Nicolás Guillén, Juan Rulfo, una literatura que tiene como personaje central a los desposeídos, a los pobres, a la gente marginada del continente; es un premio que demuestra que la literatura sí tiene una función social, claro que cuando escribimos ficción no pensamos en transformar nuestra literatura en un mensaje, la ficción no es ni de izquierda ni de derecha, debe ser bella, pero el autor sí tiene que definirse y cuando uno define su obra de alguna manera refleja sus compromisos, su sensibilidad, su ideología, su fe; por eso mi obra literaria, sobre todo la parte ficcional, está muy centrada en este mundo de la gente que es víctima del sistema capitalista.
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En este nuevo proceso integrador de América Latina reaparece un golpe de Estado, esta vez en Honduras. ¿Qué reflexiones trae a quien ha vivido la experiencia y sufrido las consecuencias de una dictadura?
América Latina vive su mejor momento desde hace años. En Honduras, es una lástima, se rompió ese proceso de conquistas democráticas de América Latina y ahora vemos que Obama no difiere mucho de Bush, o sea, Obama al reconocer a Micheletti, al legitimar las últimas elecciones, abre precedentes, estimula a los sectores más de derecha de nuestro continente a repetir golpes de Estado por ahí. Hay un chiste en Brasil que dice: ¿por qué nunca hubo un golpe de Estado en los Estados Unidos ?, ¿porque en Washington no hay embajada de los Estados Unidos ?
Internet además de una ventana al conocimiento se ha convertido en un nuevo espacio de batallas. ¿Qué significados -y usos- debemos darle a esta nueva tecnología?
Hay que aprovechar todos los medios, y la Internet tiene la ventaja de ser un medio muy rápido, muy universal. Es sorprendente la cantidad de personas que accede en todas partes del mundo a los textos que se colocan en Internet, y la Internet refleja las contradicciones sociales, ideológicas y culturales que hay en el mundo; nosotros tenemos que aprovechar y transformar la Internet en una trinchera de utopías, de ideales, de principios, de ética, de sueños de este otro mundo posible del cual el Foro Social Mundial tanto habla. Nuestra misión es utilizar todos los medios, no solamente la Internet, pero la Internet tiene una función muy importante.
Algunos medios construyen las realidades que les interesan sobre Cuba. Las noticas sobre la Isla no escapan de las tergiversaciones y silenciamientos como precio a pagar por haber llevado adelante desde 1959 un proyecto independiente de las reglas impuestas por el imperio. ¿Cuál es para Ud. esa verdad «otra» que no suele publicarse?
Vivimos en un mundo unipolar, hegemonizado por el capitalismo, por el carácter neoliberal del capitalismo, y tenemos que de un lado aprender a convivir con eso y de otro guardar el pesimismo para días mejores, o sea, seguir luchando, sabiendo que, en especial en América Latina, los procesos políticos han avanzado muchísimo en los últimos diez años, desde que Chávez llegó al poder en el 98; entender también que para la gente que vive en países capitalistas como yo, no es fácil mirar una realidad socialista como la de Cuba por otros espejuelos que no sean los del sistema capitalista, la gente hace una transposición automática de lo que ellos viven en sus países como clase dominante. Por ejemplo, hace poco en una conferencia en Brasilia un señor me dijo que en Cuba no había libertad. Y yo le pregunto: ¿cómo que no hay libertad? Y me dice: Sí, en Cuba la gente no puede salir al exterior, moverse y no sé cuántas cosas más. Yo le digo: Usted tiene un ama de casa, una señora que va a hacer la limpieza todas las semanas. ¿Cuántas veces esa señora ha ido al exterior? Otras preguntas: ¿Esa señora tiene hijos? ¿Usted está seguro de que ese hijo va a llegar a la universidad?, pues yo estoy seguro de que no. ¿Esa señora tiene cultura? ¿Cuál es su grado de escolaridad? ¿Cuando está enferma, esa señora tiene médico, tiene hospital? Esa señora es la mayoría del pueblo de Brasil; en Cuba la gente tiene todo eso, y cuando un cubano individual o comunitariamente, un grupo de ballet, un evento científico, necesita ir al exterior va. Lo que no hay en Cuba es turismo como lujo individual y evasión de divisas. Nunca había pensado desde esta óptica, me lo han dicho después. Es así, la gente hace esas comparaciones sin percibir que mira a Cuba como si los Derechos Humanos fueran los derechos a ser burgués. ¿Cuánta gente es burguesa? Una minoría en todo el mundo.
¿Sigue creyendo en el socialismo como alternativa?
No hay futuro para la humanidad fuera del socialismo, estoy convencido, o sea, compartir los bienes de la tierra y los frutos del trabajo humano. El socialismo es la única manera de crear un marco civilizatorio verdaderamente humano, digno y feliz.
¿Qué es Cuba para Frei Betto?
Soy apasionado por Cuba, tengo una relación entrañable con todo lo que significa la cubanidad, y para mí Cuba es un acto de amor.
Notas:
[I] La tercera edición de los Premios ALBA de las Letras y las Artes se otorgó al escritor y pensador brasileño Frei Betto y al pintor argentino León Ferrari, concedidos por la Fundación Cultural de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), a creadores vivos que hayan consagrado su vida y obra a engrandecer el patrimonio cultural de América Latina y el Caribe con aportes originales en los géneros literarios y las manifestaciones artísticas. [II] Carlos Alberto Libânio Christo nació el 25 de agosto de 1944, en Belo Horizonte, Minas Gerais. Es considerado uno de los máximos exponentes de la teología de la liberación. [III] Batismo de sangue fue reconocido en 1982 con el Premio Jabuti, de la Cámara Brasilera del Libro y con el Premio Juca Pato, en 1985. [IV] El golpe de Estado en Brasil tuvo lugar con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos la noche del 31 de marzo de 1964. Tras el golpe, comenzó en Brasil una dictadura militar que duró hasta la elección de Tancredo Neves en 1985. [v] Helvecio Ratton, director de cine, guionista y productor brasileño. Como consecuencia de la dictadura militar en Brasil, se exilió en Chile en los años 70. Llevó al cine Batismo de sangue en el año 2006. [VI] En el año 2000, Frei Betto fue reconocido con la Medalla de Solidaridad otorgada por el gobierno cubano.