«…al medio de la Alameda de las Delicias, Chile limita al centro de la injusticia» Violeta Parra Las poblaciones son los barrios donde viven los trabajadores más empobrecidos de Chile. Desde hace 10 años los pobladores deudores habitacionales luchan por una vivienda a precio justo y organizadamente, combinando formas de acción directa, legales e ilegales. […]
«…al medio de la Alameda de las Delicias, Chile limita al centro de la injusticia»
Violeta Parra
Las poblaciones son los barrios donde viven los trabajadores más empobrecidos de Chile. Desde hace 10 años los pobladores deudores habitacionales luchan por una vivienda a precio justo y organizadamente, combinando formas de acción directa, legales e ilegales. Si bien este no es un combate nuevo en la crónica del país, sí es su manera reciente de enfrentar un derecho incumplido por las administraciones del Estado.
De ahí viene Roxana Miranda, la candidata de la herramienta de los Pueblos, Igualdad ( http://partidoigualdad.cl/ ), para enfrentar las elecciones presidenciales que tendrán curso en octubre de 2013. También fue dirigenta estudiantil del liceo comercial A-130 y es presidenta de juntas de vecinos en la populosa comuna de San Bernardo en Santiago. Es separada y madre de cuatro hijos donde el mayor cuenta 18 años. Es decir, forma parte de más de la mitad de familias chilenas donde la cabeza del hogar es mujer, trabajadora, y en este caso, además metida hasta el cuello en cosas de este mundo, peleadora, de profesión modista (como su madre y su abuela), voz delantera que conoce sus derechos, líder de asalariados y pueblo. Detenida casi un centenar de veces por luchar, judicializada con penas de cárcel otras tantas, y si se acerca a La Moneda inmediatamente es sometida a un control de identidad por la policía.
«En la lucha por una casa hemos logrado que a nivel nacional más de 286 mil familias ya no paguen dividendos imposibles, y casi 160 mil familias tengan rebajas significativas en sus cuotas hipotecarias», explica Roxana mientras en la habitación conjunta se reúne uno de los equipos de trabajo de su campaña.
-No hay precedentes de una candidata presidencial cuyo origen sea el Chile empobrecido, de la clase a la que pertenece la mayoría de la gente. Normalmente se postulan los mismos apellidos de la burguesía o la pequeña burguesía…
«En medio de la lucha social y de sus propias contradicciones y limitaciones en períodos electorales, en cualquiera de sus niveles, nos percatamos que era preciso dotar al movimiento social de política. Antes no lo hicimos, pero es un paso imprescindible. De ese modo, nos entregamos a la legalización de un instrumento político de los propios movimientos sociales reales, con absoluta autonomía política del sistema de partidos políticos hegemónicos. Eso nos permite actuar con independencia respecto del duopolio Concertación-Alianza por Chile. Así fuimos construyendo Igualdad, un medio que busca reunir a todas las agrupaciones que no nos sentimos representadas por la clase política tradicional. Ya somos muchos conjuntos sociales que estamos unificados, pero todavía falta. Como en toda América Latina, la unidad no es una obra de un solo acto, sino que un proceso.»
-¿Cuáles son los ejes programáticos de Igualdad y, por extensión, de tu candidatura?
«Es importante aclarar que yo no fui autoproclamada. En el primer encuentro del instrumento político, los comunales de las distintas regiones del país resolvieron democráticamente honrarme con mi candidatura. Nuestro programa no está sacado de un sombrero de mago. Hace mucho que estamos luchando por una nueva Constitución.»
-…Pero en Chile las constituciones las hacen los de arriba. De hecho la que rige es la diseñada por el ultraliberal Jaime Guzmán e impuesta bajo la tiranía en 1980 a través de un plebiscito arreglado…
«En efecto. Como es una necesidad histórica que se vuelve cada vez más popular para dar un paso en la democratización genuina del país, ya la están tomando algunos parlamentarios del sistema. Allí estamos poniendo mucho ojo, porque no queremos una Constitución fabricada a puerta cerrada, como la que ellos plantean. Nosotros estamos por una Vía hacia la Constituyente. Es decir, un proceso amplio que garantice la participación de todos los chilenos y que, como totalidad social, nos contestemos qué educación queremos, qué política de vivienda, qué ingreso mínimo, cuánto de las platas públicas deben destacarse a las mismas FFAA que nos criminalizan; de qué manera deben retornarse sus tierras a los hermanos mapuche, que ya está bueno y urge entregar una salida al mar al pueblo boliviano, etc. Se trata de muchísimos temas que nuestra gente, las mayorías, deben debatir y decidir. Por eso no podemos permitir que una ‘nueva’ Constitución sea elaborada por un puñado de zánganos que hacen uso y abuso de su transitoria situación en el poder. De ser así, sólo saldría un legajo favorable a los pocos y grandes empresarios.»
-¿Qué quieres en torno a los ámbitos más acuciantes para la población, como trabajo, salud, educación, previsión social, vivienda, transporte, recreación, etc.?
«Nuestro principio fundamental es detener el tremendo negocio que han hecho con nuestros derechos. No es posible que la familia chilena tenga que elegir al hijo que considera con mejor cabeza para destinar sólo a ese los recursos y oportunidades de estudiar, porque no alcanza para los demás. Mucha gente cree que por pagar va a recibir una mejor educación, pero tampoco es así. Otro ejemplo es la manera espantosa en que la autoridad bancarizó la vivienda social. Las mismas familias amenazadas con el remate de sus casas sencillas son las que tienen que estar sacando número en los consultorios sanitarios desde las cinco de la mañana. Chile está a años luz de poseer un sistema de salud garantizado, óptimo y tecnológicamente de punta para todos. Esa atención es prohibitiva para las personas comunes y corrientes. Por mi parte y en el terreno de la seguridad social, las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP`s) deben terminar. Asimismo, queremos que los chilenos en el extranjero puedan votar, y que los temas de libertades civiles en el campo de la diversidad sexual, el aborto, etc., sean plebiscitados.»
«LA DISPUTA ELECTORAL ES APENAS UNO DE NUESTROS FRENTES DE LUCHA»
-¿Cómo crees que te tratarán los medios de comunicación de masas controlados por intereses absolutamente contradictorios a los que representas?
«Te aseguro que, de partida, sólo por mi condición de pobladora y luchadora social, se encargarán de descalificarme. Si es que me invitan a algún medio. Los poderosos emplearán todo lo que esté a su alcance para impedir siquiera que mi voz se escuche. Pero en general, nosotros no necesitamos andar con un delantal blanco encima o haber pasado por la universidad para disputar un cargo tan importante. Mi universidad es la vida real de nuestro pueblo. Porque nosotros, a diferencia de todos los candidatos y presidentes de los gobiernos posdictadura, no nos creemos representantes del pueblo: somos el pueblo mismo que levanta su voz.»
-¿Entonces, si ganarás?
«Facilitaríamos a la gente a tomar las instituciones para que las llenen de contenido popular, con sus formas y conocimientos. Nuestra disputa electoral con los poderes establecidos es apenas uno de los frentes de lucha. Tomar un puñado más de poder tiene la importancia de ponerlo al servicio de nuestro pueblo. Incluso podemos usar la facultad de llamar a un plebiscito nacional para transformar la Constitución.»
«NOS DEFINIMOS ANTIIMPERIALISTAS, ANTICAPITALISTAS, POPULARES, PLEBEYOS Y REVOLUCIONARIOS. NUESTRO HORIZONTE ESTRATÉGICO ES LA CREACIÓN DE UNA SOCIEDAD SIN EXPLOTADOS NI EXPLOTADORES»
-¿Qué ejemplos de América Latina valoras?
«Evo Morales era un dirigente cocalero que llegó a la presidencia. Ahora, mientras me devuelvo a mi casa en el transantiago, aprovecho de leer ‘El Jefazo’, una biografía de Evo donde me siento tremendamente representada. Por su lado, Chávez ha dignificado a su pueblo, junto a su pueblo, más allá de las dificultades internas y externas, y ha dado cátedra en materia de defensa de ese proceso. Nosotros estamos dispuestos a romper los patrones dominantes. Somos atrevidos. Nadie puede negar el derecho de establecer la educación pública por la que luchan los chiquillos, o las tierras por las que luchan los mapuche, o terminar con el actual sistema penitenciario convertido en un basurero humano. Por eso nuestra lucha es revolucionaria. Somos los de abajo que vamos por lo de arriba. Nuestro programa está permeado por las necesidades concretas y dinámicas del pueblo, y su objetivo es mejorar la calidad de vida de la mayoría. No necesito ser economista para saber que el cobre debe ser nuevamente chileno.»
-…Pero hacen faltan equipos de personas que estén de tu lado y cuenten con conocimientos específicos…
«Hay excelentes profesionales que militan en Igualdad. Les hablo a los otros. Hago un llamado a los intelectuales que están por el bien común a que no se opongan a las candidaturas populares. Al contrario, necesitamos que nos acompañen. Eso lo consideramos un gesto de grandeza, ética y generosidad.»
-Está clarísima tu posición en relación a la democracia radical y participativa. Obligado por las propias izquierdas necesito que caracterices tu candidatura en términos de definiciones fuertes en el país de la vanguardia capitalista…
«Nosotros no vendemos pomadas. Nos definimos antiimperialistas, anticapitalistas, populares, plebeyos y revolucionarios y nuestro horizonte estratégico es la creación de una sociedad sin explotados ni explotadores, igualitaria, donde los derechos elementales estén garantizados. Con esos principios bien visibles reunimos las firmas para la legalización de Igualdad. La gente de manera creciente sabe que la Concertación y la Alianza por Chile, esencialmente, no tienen diferencias. Por ello también nosotros necesitamos definiciones sin medias tintas de los propios grupos políticos y sociales distintos a Igualdad. Los administradores políticos del capitalismo en Chile no se van a quedar de brazos cruzados si emprendemos la batalla por el cobre para el país. Las clases dominantes no se suicidan cuando sus intereses están en juego. Y ya no queremos pelear por los distintos síntomas parcelados de la enfermedad capitalista. Nuestro proyecto involucra a millones.»
«LO QUEREMOS TODO»
-Si las elecciones fueran mañana, tus más posibles contrincantes serían Laurence Golborne por la derecha de siempre, Michelle Bachelet por la Concertación -que se viene candidateando desde el mismo día en que ganó Sebastián Piñera y que es la carta del imperialismo por la supuesta superior gobernabilidad que reclama el capital-, y gente como Marco Enríquez Ominami, que es parte del problema y un publicista extraordinario…
«Bachelet es el ‘comodín’. Y con el Partido Comunista en sus filas. Un PC que, lamentablemente, anda con los pantalones a media cintura. Es una agrupación que le ha hecho muy mal a la política en Chile, y no sólo en el plano electoral. Únicamente se ha dedicado a acomodarse y dotarse de cupos y cargos. Ahora bien, esto tiene que quedar muy claro: nosotros no haremos alianzas con la Concertación ni con quienes establezcan pactos con ella. Es la única manera de recomponer una verdadera izquierda que en la actualidad aún no termina de constituirse.»
-Tu campaña carece del financiamiento sin límites de los demás candidatos. Ellos, como piezas del poder y de los medios, basta que hablen por TV y de golpe llegan a millones de personas…
«Nosotros persistimos en nuestras asambleas abiertas, cara a cara, boca a boca, ante la desesperación de los candidatos del capitalismo durante la contingencia electoral. Nosotros, en cambio, asumimos esta campaña como una lucha más. Si somos capaces de llegar a la población que tiene nuestros problemas concretos, el color de nuestra piel, el hambre de justicia auténtica, ya lo consideramos un logro enorme. Por mí parte, mañana viajo a Aysén (extremo sur de Chile), donde hay precedentes de luchas sociales frescas, por ejemplo. El único que podría detenernos sería el propio pueblo y su falta de confianza en nosotros. Nos falta mucho, es cierto. El proyecto de Igualdad debe todavía ser conocido hasta el último rincón del país. Para eso también sirven las elecciones. Después vendrán otros, hijos de un proceso complejo, pero con una rica experiencia y crecimiento acumulado en el cuerpo. Usaremos la legalidad, sin embargo no como un fin en sí mismo. Antes que todo somos revolucionarios. Y lo queremos todo. Las batallas parciales de hoy verán su victoria mañana.»
-¿Y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)?
«A la presidenta de la CUT hasta monedas le tiraron en la reciente Cumbre de los Pueblos. La Central desde hace tiempo está muy desprestigiada y no representa a los trabajadores.»
«SABEMOS LO QUE TENEMOS QUÉ HACER EN HORAS DURAS Y NO TENEMOS MIEDO»
-Eres la candidata de Igualdad, pero existen otras agrupaciones críticas…
«Nosotros estamos llamando a una convocatoria amplia de la verdadera izquierda, entendiendo, claro, que la Concertación no es izquierda. Desearíamos que todos aquellos que no se sienten representados por el duopolio Concertación-Alianza por Chile, se acercaran a esta iniciativa. Nos necesitamos todos y levantando un candidato único. De hecho, puede ser mi candidatura o la de otro, pero organicémonos mediante un proceso democrático, a través de una primaria para que la propia gente decida. Es lamentable que algunos no compartan esta idea y que corran por cuenta propia, como para ‘darse un gusto’, más que pensando en el porvenir de nuestro pueblo, de los trabajadores, de los plebeyos y los ofendidos.»
-Fuera de Chile, las figuras que más se conocen son las de Salvador Allende y la de Pinochet. El final brutal de la experiencia de la Unidad Popular es parte de la historia mundial…
«No conocemos lo que ocurrirá en el futuro. Pero sabemos lo que tenemos qué hacer en horas duras y no tenemos miedo. No tenemos ese temor que usa la Concertación para que votemos eternamente por el mal menor y no cambiemos nada nunca. La valentía de un pueblo se obtiene con triunfos, con atrevimiento, con audacia, con la película clara y sin dobleces. Ya se acabó la siesta obligada en Chile.»
-Cuando te nombro a Allende, ¿qué aparece en tu cabeza?
«Emoción, admiración, respeto, una enseñanza que puesta a la hora actual y sometida a la crítica necesaria y sus correcciones, sí tiene porvenir.»
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