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Entrevista al diputado Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista de Chile

«¡No queremos ingresar a la Concertación!»

Fuentes: La Nación

El timonel comunista se queja de la falta de interlocución con los partidos de la Concertación, cuyas nuevas directivas aún no terminan de instalarse, y sostiene que el problema de las alianzas no es el PC, sino Marco Enríquez-Ominami. Advierte, además, que se está acabando el tiempo para que la oposición se articule en un […]

El timonel comunista se queja de la falta de interlocución con los partidos de la Concertación, cuyas nuevas directivas aún no terminan de instalarse, y sostiene que el problema de las alianzas no es el PC, sino Marco Enríquez-Ominami. Advierte, además, que se está acabando el tiempo para que la oposición se articule en un proyecto sólido.

«No me considero de la clase política, ¡no se quien inventó ese término! Aquí hay clases sociales y en el Parlamento, me considero defensor de los derechos de los trabajadores, a otros les parece que hay que defender primero los intereses de las empresas». La frase es del timonel del PC, Guillermo Teillier, y refleja en parte su visión y estilo político sin rodeos. En la CEP de la semana pasada, obtuvo un 31% de evaluación positiva -raro en una figura comunista- un alza de 13 puntos en relación a la encuesta de octubre, y para él se debe «a la política que, con cierto éxito, hemos llevado adelante».

La convergencia ha sido uno de los sellos de su gestión a la cabeza del PC, que le ha valido más de una crítica, más afuera que al interior del partido. Con la agenda legislativa al rojo por proyectos de ley como el matrimonio homosexual y el debate del posnatal de seis meses, critica que muchos parlamentarios «no tienen la voluntad política de legislar de acuerdo a lo que está sucediendo en la sociedad».

El teatro de la Universidad de Chile será hoy el telón de fondo con el cual el PC inicia su congreso nacional, que se extiende hasta el 15 de diciembre y que moviliza, desde la base hasta el nivel nacional, a una reflexión sobre la ruta política de los próximos cuatro años. Y si bien no es la primera vez que son considerados, que convoquen a dirigentes y parlamentarios de la Concertación y otras fuerzas tiene un tenor distinto en estos momentos. «Lo diferente son las condiciones políticas, la Concertación está en la oposición. No pretendemos que nadie nos diga amén a nuestras posiciones, pero sí que se nos escuche».

-¿Una señal de fuerza opositora?

-No lo hemos pensado tan así, pero evidentemente que uno de los objetivos es que seamos capaces de levantar algo distinto a la derecha. La izquierda también tiene que ser capaz de una mayor envergadura para poder incidir más en el cuadro político y nuestra invitación es a discutir qué carácter tendría un gobierno diferente. Hay que hacerse cargo de reformas pendientes que entraban leyes que tienen que ver con la calidad de vida, con el derecho a la salud, a la educación, para que no se siga con la política del parche y del subsidio. Nosotros votamos por el programa original de la Concertación y por Patricio Aylwin, que planteaba royalty para el cobre, los derechos de los trabajadores, un sistema electoral proporcional, mayor participación de la gente, plebiscito. Son cosas que están vigentes y se echan de menos en el país.

-Ya han transcurrido cinco meses desde que se instaló el gobierno ¿Llegó el momento de que la oposición dé una señal clara de unidad y fuerza?

-Sí. Se está venciendo el plazo. Debiéramos conformar una oposición unida, no para ir al choque y la confrontación, sí para oponerse a aquellas cosas que no le convienen al país, para hacer propuestas, no nos interesa hacer oposición por oposición. Hace falta que se vea algo más potente, con mayor posibilidad de incidencia ante un gobierno que hoy tiene prácticamente todo el poder.

-Hace cinco años era impensado un entendimiento con la Concertación, ¿qué cambió para que hoy sea viable?

-La elección de Michelle Bachelet como Presidenta, eso hizo cambiar el panorama de manera concreta, porque nuestros votos eran bastante decisivos para esa elección.

-Y se los reconocieron como tales…

-¡Ella lo reconoció! Nos puso al mismo nivel de los otros partidos, sin todavía tener parlamentarios, íbamos a La Moneda, a las giras, cuestión que antes no era así. Eso fue produciendo un acercamiento, el ir dejando de lado prejuicios contra nosotros. Después vino la municipal, logramos un acuerdo. En la parlamentaria nuestros votos también hacían falta, se produjo el pacto instrumental para romper la exclusión. Hoy el momento político avala que sigamos actuando juntos, eso no quiere decir que no tengamos diferencias, las tenemos, pero hay mucho para ponerse de acuerdo.

-¿Hoy van Bachelet y Eduardo Frei?

-No los invitamos directamente, porque a lo mejor no es el momento todavía, nosotros no somos la Concertación, hemos apoyado de afuerita, no hemos estado en sus gobiernos, hemos sido oposición. Queremos seguir manteniendo nuestra independencia. ¡No queremos ingresar a la Concertación, queremos acuerdos!, ¡es diferente!.

-¿Ha mantenido el diálogo con Bachelet y Frei o se extinguió con la derrota de enero?

-Michelle Bachelet ha estado poco en Chile, pero con personeros que trabajan con ella sí hemos mantenido el diálogo. Con Eduardo Frei hemos hecho intercambios en temas como la reconstrucción, el royalty, no hemos llegado a ningún acuerdo aún, pero hemos mantenido el contacto.

-En la Concertación se habla de un entendimiento, pero sectores de la DC son reacios. ¿Eso podría entorpecer la convergencia?

-Hay un sector de la DC que siempre ha sido algo reacio, pero Ignacio Walker aclaró una vez, cuando conversamos, que no se oponía al pacto instrumental, sino a que nosotros ingresáramos a la Concertación. Le aclaré que no teníamos ningún interés, y él incluso pidió el apoyo nuestro cuando fue candidato y tengo entendido que de alguna manera se le dio. Con él tenemos diferencias en política internacional, claramente.

-¿Más que con Mariano Fernández, que también postula a la presidencia DC?

-Ha sido menos expresivo en cuanto a política internacional, ha sido más cuidadoso. Pero nosotros no vamos a pisar el palito y, porque tenemos pensamientos diversos, vamos a dejar de lado entendimientos en otro tipo de materias. A lo mejor hay sectores que se oponen, pero el debate en la Concertación está más bien respecto de Marcos Enríquez ¡Ahí está! Algunos dicen que es el culpable de la derrota, otros piensan que si no se incorpora van a perder nuevamente; en fin, ese es un asunto interno de la Concertación. Nosotros estamos por conversar con todos, no tenemos problemas en que todos participemos.

-¿Considera a Enríquez-Ominami relevante o su minuto ya pasó?

-No lo sé, ha bajado en las encuestas. Pero ¡si la gente no ve que hay un cambio en la Concertación, va a seguir vigente!, si ven ideas, en ese caso puede que no sea tan relevante, aunque en las elecciones presidenciales los porcentajes de diferencia son pocos y todos tienen valor.

-¿Las pugnas de poder en la Concertación son un pecado que desdibuja el debate de fondo?

-Estamos huérfanos de interlocutores válidos en la Concertación, porque aún no asume Carolina Tohá, ella tiene muy buena voluntad de conversar, el diputado (Osvaldo) Andrade tampoco asume, en la DC aún no son las elecciones, así que tampoco podemos conversar con nadie. En la Cámara de Diputados nos ponemos de acuerdo sobre proyectos de ley, concordamos opiniones en la sala y hacemos empeño a presentarnos como oposición, aunque a veces votamos distinto.

-¿Juntos pero no revueltos?

-(Se sonríe) ¡Exacto! Juntos pero no revueltos.

-De la agenda legislativa, ¿el PC apoya el proyecto de matrimonio gay?

-Apoyo regularizar las uniones de hecho que existen, sean personas de distinto sexo o del mismo. ¡Si eso es matrimonio, que sea así, no tengo problema! Me preocupan las opiniones tan profundamente contrarias, que a lo mejor no van a hacer posible que un proyecto que diga derechamente matrimonio vaya a fructificar, se ha dicho que es aberrante, que es contra natura. ¡Pero en qué mundo vivimos! Nosotros no podemos decir que algo es contra natura, si existe esta realidad humana, tenemos que atenderla, son seres humanos, tenemos que entregarles los derechos que les corresponden.

-Hay consenso transversal en la regulación patrimonial, pero eso ¿no permite un doble estándar?

-Sí. Un periodista me preguntaba si la sociedad chilena está preparada, y cuando veo a connotados personeros de la Iglesia, de la derecha, incluso de la Concertación diciendo que esto es una aberración, entonces tengo mis dudas que avance.

-¿Es la clase política la que no está preparada para este debate?

-Claro y desgraciadamente en Chile no existe el plebiscito para consultarle a la gente, como debería ser. Me parece notable lo que ha ocurrido en Argentina, ojalá se pudiera ver en Chile eso.

-¿Qué debería suceder con el posnatal de seis meses?

-Yo estoy por los seis meses sin ningún tipo de cuestionamiento o condicionamiento, si alguno dice que es demasiado porque la mujer va a perder el trabajo, entonces ¡reforcemos la ley diciendo que no pueden perderlo y punto!

-Algunas diputadas criticaron que se está haciendo campaña del terror con el tema del empleo…

-Exactamente, y ¡algunas la hacen en la Cámara! Se está haciendo esa campaña, por eso digo que basta decir que las mujeres tendrán derecho a seis meses, con goce de sueldo y por tal razón no pueden perder el empleo, que a lo menos puedan estar un año más trabajando sin problemas.

-El PC estudia con el PRI y los radicales modificar el binominal, ¿en qué consiste la propuesta?

-Estamos trabajando para lograr una reforma que no sea rechazada de plano, que tenga debate y acogida, no queremos llegar con algo muerto de antemano, vale la pena dar un paso, esto ya lleva 20 años.

-¿Qué plazo se han fijado?

-Tiene que ser, convenientemente, antes de fin de año.

-¿Han sondeado con el gobierno su disposición?

-Hablé con el Presidente de la República cuando nos recibió en La Moneda. Él dijo que iba a avanzar en reformas políticas, en el derecho a voto de los chilenos en el exterior, la elección directa de los Cores, poner en vigencia la inscripción automática y el voto voluntario. Del sistema electoral, dijo que sí, que pensaba que había que abordar el tema, que iba a conformar una comisión, un equipo de trabajo, que podía invitarnos a trabajar en ella, pero en el discurso del 21 de mayo no dijo nada. Entonces tengo la duda. Estoy esperando que dé una señal de sí tiene voluntad política para reformar el sistema electoral.

-¿Va a esperar la señal o le va a cobrar la palabra?

-Se la vamos a cobrar una vez que tengamos nuestro proyecto.

«Los capaces no vinieron, se quedaron en la empresa privada»

-¿Qué le parece el 46% de apoyo del Presidente Piñera en la encuesta Adimark?

-Que lo están haciendo mal. No quiero ser peyorativo, pero me parece algo así como mucho ruido y pocas nueces. Decían ¡sí, vamos a solucionar el tema de la reconstrucción! Y la gente ve que no pasa nada, uno ve las contradicciones entre lo que dicen los ministros en la Cámara y lo que dice la gente en el distrito. Este gobierno dijo el Transantiago lo vamos a arreglar así, en un dos por tres y se está peor, con alzas de pasajes, trabajadores despedidos, empresas que están quebrando, deudas provisionales y el Estado no se hace cargo.

-¿Más que errores comunicacionales entonces?

-El problema es que cuando se hace una política de marketing, demasiado marketing, cuando choca con la realidad es complejo. Lo mismo que si me hacen propaganda con un producto, lo compro y me sale malo ¡caramba! Por más que haya estado por las nubes, se me empieza a caer.

-Por lo que vio y escuchó de la derecha la última década ¿esperaba más del gobierno?

-Si yo postulo a dirigir un gobierno y lo he estado planificando durante toda una campaña, me hago cargo de los problemas, sé que los tengo que solucionar y si no lo hago, no puedo seguir echándole la culpa a los de antes. El gobierno dijo voy a arreglar esto y lo otro y hay una percepción ciudadana, de que no hay capacidad de gobernar y eso es muy serio.

-Considerando experiencias pasadas ¿no cree que tenga la capacidad de revertir la situación?

-No es tarea fácil que la derecha deje el gobierno y si lo digo, es porque con debilidades y baja en las encuestas, tiene muchos recursos para reponerse, le quedan tres años y medio. ¿Hoy? Este es el retrato, es lo que está pasando y si no se apuran, capaz que las bajas sean mayores. La gente ve con cierto estupor que había promesas, que iba a ser el gobierno de los más capaces y uno se encuentra con gente que no quiere venir al servicio público, porque van a ganar menos. Los capaces no vinieron, se quedaron en la empresa privada.

«El presidente actuó sensatamente»

-¿Qué le pareció la condena en el caso de los hermanos Vergara Toledo?

-Muy bien, se hizo justicia después de tantos años.

-Con el rechazo presidencial al indulto bicentenario, ¿están superados los temores a que se beneficie a violadores de DDHH?

-Lo dije y lo mantengo, el Presidente actuó sensatamente, pero todavía queda una etapa, que es la del beneficio carcelario. A lo mejor son rumores, pero se dice que este gobierno podría, a través de eso, dar la libertad a algunos condenados por violación de derechos humanos.

-¿Por las declaraciones del general (R) Manuel Contreras, que le recordó al Presidente una suerte de compromiso adquirido?

-Lo que preocupa es que nadie le responda derechamente. Trató mal al Presidente, al actual comandante en jefe del Ejército, le dijo que le tenía guardado una serie de antecedentes. Si eso hubiera ocurrido en un gobierno nuestro, nos habrían colgado hace rato, pero aquí no pasa nada. Por eso hay preocupación, más por la omisión que por las declaraciones de Contreras, que siempre le ha mentido al país