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Poeta y músico comprometido con las causas sociales

Nos dejó Aníbal Sampayo…

Fuentes: SERPAL

«Yo vengo de aquel tiempo de los antiguos pájaros… de los que abrieron surcos en el cielo del canto… « « Las cosas que digo y canto es porque las conozco y me han dolido. Es cierto que mis letras tienen un contenido social pues es el propio pueblo quien me las dicta. Yo las hago […]

«Yo vengo de aquel tiempo
de los antiguos pájaros…
de los que abrieron surcos
en el cielo del canto… « «
 Las cosas que digo y canto es porque las conozco y me han dolido. Es cierto que mis letras tienen un contenido social pues es el propio pueblo quien me las dicta. Yo las hago poesía y música, las transmito y de esa forma se las devuelvo. »
Aníbal Sampayo

Hace unas horas murió en Paysandú Aníbal Sampayo, una de las más destacadas figuras contemporáneas de la cultura popular litoraleña. Poeta y músico comprometido con las causas sociales, Sampayo murió en un hospital donde estaba internado desde hace tiempo, cuando el Mal de Alzhaimer que padecía fue avanzando. Había nacido el 6 de agosto de 1926 en el departamento uruguayo de Paysandú. Sus canciones cruzaron fronteras y supieron describir la belleza y el paisaje de los ríos y las orillas de la región litoraleña, así como la de sus personajes humanos. Escribía un periodista entrerriano que si Sampayo hubiera podido decidir sobre su muerte, hubiera deseado fragmentarse en pequeños trozos para quedarse posado en aquellos rincones y lugares donde se inspiraron su pluma y sus pentagramas con toda su fuerza de genuino credor, de auténtico luchador por la cultura popular. También se recuerda una anécdota que lo pintó de cuerpo entero cuando en sus andanzas por sus pagos uruguayos fue detenido por las fuerzas de seguridad de la dictadura militar cuando acarreaba elementos para ser almacenadas en las «tatuseras», las excavaciones a modo de escondite que utilizaban los tupamaros. Al ser apresado se presentó como un «traidor». Cuando los milicos entre sorprendidos y confusos le pidieron que aclarara eso de «traidor», dijo que el término derivaba de una deformación del vergo traer, es decir, la condición de persona que vivia trayendo -obviamente en forma clandestina – lo que sus compañeros en esa lucha necesitaban. Déspués vino la cárcel de Paysandú, el penal que llamaron «Libertad», donde pasó nueve años para pasar a detención domiciliaria. Más tarde logró fugar a Brasil y al exilio en Suecia con su familia: Estela, su mujer y Tabaré y Selva, sus hijos. El varón murió ahogado accidentalmente hace unos años en España, en lo que fue otro duro golpe para él. A su regreso, mantuvo su compromiso y su coherencia militante. Incluso participó como candidato en la lista del 26 de Marzo de su localidad. Haciendo un balance histórico, es saludable comprobar que los creadores sin pensarlo, cumplen aparte de lo artístico, una misión social y humana, integrando a los pueblos por la emoción y el arte. Contribuyendo a evitar los factores desintegradores de los enemigos de adentro y de afuera de los pueblos, empeñados en enfrentarlos por mezquinos intereses. El arte, en este caso la música de Aníbal, contribuyó a limar asperezas frenando la acción disociadora. Esto viene a cuento por los acontecimientos de actualidad en relación a la polémica sobre las pasteras que algunos pretendieron llevar al enfrentamiento de dos pueblos hermanos y de común destino. Cuando el año pasado Sampayo festejó sus 80 años, allí estaban, entre otros, sus amigos uruguayos, argentinos y brasileños. Y aunque antes de que el mal que sufría le afectara más gravemente se pronunció en favor de su rio Uruguay, y condenó la pretensión de que sus orillas fueran el emplazamiento de las fábricas de celulosa. Pero eso no lo distanció del cariño y el respeto que tenía su figura para quienes conocían su trayectoria, su compromiso y su entrega, estuvieran en la orilla que estuvieran del viejo río Uruguay. El decía: » nosotros somos casi hermanos, esa historia ha existido desde siempre: cada vez que había problemas en Argentina, ellos cruzaban al Uruguay y nosotros lo mismo. Puedo afirmar que el Río Uruguay es un tiento de plata cosiendo dos lonjas de un mismo cuero, Uruguay y Argentina. Ando mucho por Corrientes, por Entre Ríos… así aparecen muchas anécdotas, reconozco ser hombre de conversar mucho sobre estas cosas a las que quiero y llevo dentro. Por debajo del agua corre la tierra y esa es de todos, de los entrerrianos, los sanduceros, los correntinos…de toda esa gente que habita a orillas del Uruguay. El río y la historia nos han unido y no nos separa el chauvinismo que en mi concepto no es más que un nacionalismo de derecha y de ahí al fascismo no hay más que un paso. La patria que querían Artigas, Bolivar o San Martín era la patria grande. Esta no estaba dividida ni por fronteras ni por aduanas.
Los pájaros cruzan de un lado al otro, muchos comen en Uruguay y por la noche las bandadas van al otro lado del río y allí duermen. Esas aves no tienen cédula de identidad, no las detienen las aduanas, ni las banderas… ni a mis canciones, que tampoco tienen fronteras.» Estas pocas frases valen para mostrar que Sampayo era mucho más que un intérprete, que un guitarrista, que un poeta. Que la memoria y la lealtad popular, mantenga vivo el recuerdo de su figura, de sus poemas y canciones, de su ejemplo de coherencia y de su compromiso. Que sepamos evocarlo junto a otros queridos compañeros de la cultura popular, como Manuel Picón, como Higino Mena, como el chileno Osvaldo Rodríguez y tantos otros que un día tuvieron que abandonar su tierra, y que en algunos casos, ni siquiera pudieron morir en ella. Que nuestro permanente recuerdo sea el mejor homenaje.

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RÍO DE LOS PÁJAROS

Aníbal Sampayo

El Uruguay no es un río

es un cielo azul que viaja,

pintor de nubes caminos

con sabor a mieles ruanas.

 

Los amores de la costa

son amores sin destino,

camalotes de esperanza

que se va llevando el río.

 

Chua, chua, chua -ja -ja -ja…

no cantes más torcacita

que llora sangre el ceibal.

 

Morenita lavandera

biguacita de la costa,

enrollate la pollera

ponete a lavar la ropa.

 

Tu madre cocina charque,

tu padre fue rio arriba

y vos te quedaste sola

lavando ropa en la orilla.

 

Chua, chua, chua -ja -ja -ja…

no cantes más torcacita

que llora sangre el ceibal

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10 de mayo de 2007

Enviado por SERPAL

Servicio de Prensa Alternativa