Hablamos con Pedro Soto, activista de la Coordinadora de Trabajadores y Trabajadoras del Espectáculo, que está suponiendo una herramienta para el cambio en el sector.
El pasado 20 de julio, los periódicos se llenaron de fotos de Javier Bardem llevando una pancarta contra la subida del IVA y los recortes del Gobierno. Tras esta imagen mediática, está el trabajo de la Coordinadora de Trabajadores y Trabajadoras del Espectáculo (CTE), formada por los principales sindicatos del sector de la cultura. Pedro Soto es secretario general del Sindicato de Técnicos del Audiovisual y Cinematográficos del Estado español (TACEE), una de las organizaciones impulsoras de la CTE.
¿En qué contexto se crea la CTE y cuáles son sus planteamientos?
Se crea como respuesta a la reforma laboral del Gobierno y por la necesidad de englobar en un mismo marco a los distintos colectivos de trabajadores del espectáculo: actores, técnicos, guionistas, bailarines, músicos y un largo etcétera, para defender nuestros cada vez más escasos derechos laborales.
En la CTE estamos los sindicatos que tenemos una inserción real en el sector, pero se nos ha negado la representatividad sindical, la capacidad de autogestionar nuestros conflictos. La CTE debe convertirse, también, en una herramienta para cambiar esta situación.
El primer éxito de la CTE fue la huelga general del 29M. ¿Cómo valoráis el trabajo realizado?
Todas las organizaciones hicimos un gran esfuerzo. Se organizaron piquetes informativos en Madrid que recorrieron rodajes cinematográficos, series de televisión, teatros, musicales, etc. El resultado fue muy satisfactorio, pues se consiguió parar, casi por completo, el audiovisual y el espectáculo. Esa tarde convocamos frente al ex Ministerio de Cultura, donde acudieron varios cientos de trabajadores del sector.
Y lo mejor es que muchos comenzaron a mirar a la CTE con ilusión y entusiasmo.
El 19J también fue un enorme éxito para la CTE, sin embargo, los medios destacaron la subida del IVA y la movilización de sectores del empresariado cultural. ¿Creéis que esto puede desvirtuar el carácter netamente sindical de la CTE?
La subida del IVA nos afecta doblemente, como trabajadores de un sector que se va a resentir aún más, si cabe, y como consumidores de cultura, que pasará a ser un lujo. Como organización de trabajadores, nuestros intereses son los de los trabajadores y trabajadoras del sector. Las convocatorias de la CTE son abiertas a todos los trabajadores del espectáculo, y esto propicia que, a veces, se produzcan este tipo de situaciones. No me parece un problema, mientras tengamos claro nuestro lugar en la lucha por los derechos de la clase trabajadora.
¿Cómo valoráis, como organización independiente y sectorial, el trabajo de CCOO y UGT?
Llevamos años luchando por la representatividad, que UGT y CCOO nos niegan sistemáticamente, hasta tal punto que nuestro convenio colectivo se firmó a nuestras espaldas, y es un convenio que avala los abusos de la patronal y crea inseguridad jurídica. Hasta hoy, el interés de las grandes centrales sindicales por el mundo de la cultura ha sido utilizar a las figuras conocidas para adornar sus discursos; nada más. Y a los que no somos famosos, que nos den.
En cuanto a su reacción ante los recortes, es lenta, tímida y vergonzosa. Han demostrado que impulsan la movilización sólo cuando quieren negociar; les interesa mostrar que tienen fuerza, pero su fin último es pactar.
En TACEE demostramos en la práctica que es posible hacer sindicalismo de otra manera, transparente y abierta, donde las grandes decisiones están en manos de la asamblea y los dirigentes al servicio de todos los compañeros y compañeras. Un proyecto sindical para luchar, para defender las conquistas y para conseguir lo que aún no tenemos. Nuestra finalidad es la transformación de la realidad.
¿Y vuestro propio trabajo? ¿Qué sentido tiene una organización sectorial en un momento de ataques generalizados a la clase trabajadora?
Las particularidades de nuestro trabajo, que tiene un importante contenido vocacional, sumadas a la ausencia de acción sindical durante mucho tiempo, hacen que un sindicato sectorial sea imprescindible.
Somos concientes de la existencia de cierta tensión entre lo sectorial y lo general. Frente a esta aparente contradicción siempre hemos reivindicado nuestra profesión como un trabajo. Somos trabajadores y trabajadoras que conquistamos derechos y nos defendemos de las agresiones del sistema. A veces toca negociar el convenio sectorial y otras veces toca reunirnos con el resto de los trabajadores de la cultura y del espectáculo. También nos ha tocado ir a las huelgas generales. Y todo lo hemos hecho y lo hacemos desde la convicción de que los que vivimos de nuestro trabajo tenemos que estar unidos contra los que viven de la especulación financiera o de la explotación directa de millones de trabajadores.