Nuevamente queda demostrado el carácter regresivo de las reformas llevadas adelante por la Nueva Mayoría. La escena es la misma, mediante cadena nacional de televisión un performático y ridículo anuncio de «reformas» respecto al tema de previsión, cerrando de una, la posibilidad de poner término a las AFP’s. El portonazo empresarial queda nuevamente impune y […]
Nuevamente queda demostrado el carácter regresivo de las reformas llevadas adelante por la Nueva Mayoría. La escena es la misma, mediante cadena nacional de televisión un performático y ridículo anuncio de «reformas» respecto al tema de previsión, cerrando de una, la posibilidad de poner término a las AFP’s. El portonazo empresarial queda nuevamente impune y oxigenado para rato, para ello, se viene la tarea inmediata de los poderosos por modificar algunos aspectos parciales y poco sustantivos del principal sistema de previsión y seguridad social que opera sobre millones de familias trabajadoras de nuestro país.
Se veía venir…no tenemos otra cosa que esperar . Por un lado, «grupos de expertos», reincidentes de la puerta giratoria entre empresas y Estado, agrupados en la famosa Comisión Bravo, salen de lleno a respaldar la trayectoria y la continuidad de las AFP’s. Por otro, los principales gremios empresariales apoyando los anuncios restauradores de Bachelet. Es decir, el Bloque en el Poder en pleno proceso de cierre de filas y a puño cerrado, calibrando sus apuestas para arremeter como siempre en contra de millones de trabajadores y condenándonos a pensiones indignas y a más precarización de la vida. Otra vez la constante del frío interés capitalista y de la persecución mezquina de los intereses de clase de los grandes empresarios y sus funcionarios políticos aparece y arremete sin freno ni culpa. Otra vez, la realidad de la lucha de clases nos golpea en la cara y nos pone nuevos desafíos a los trabajadores y el pueblo.
Y es que el problema es más grave y profundo de lo que parece a primera vista. Según la Superintendencia de Pensiones, 9.931.493 de trabajadores se encuentran afiliadas. Para que nos hagamos una idea, en 2014 las AFP’s tuvieron utilidades por $337 mil millones. Por el contrario, el promedio de las pensiones recibidas es de 122 mil pesos. Un evidente robo. ¿Qué son las las AFP’s? un ahorro forzoso sobre los salarios y sueldos percibidos, un secuestro, (puedes escoger AFP, pero no sistema de previsión, a menos que seas paco, milico o un cura de las altas esferas de la iglesia). Su objetivo declarado de asegurar una pensión alta y regular, se cae a pedazos. Es más falso que la gratuidad en educación y que el fin de las listas de esperas en hospitales y consultorios. Miles de trabajadores en esto momentos identifican y viven la falsedad de estas promesas, la realidad no miente, aquella que obliga a trabajar más años después de la jubilación, aquella que lleva obligatoriamente al aumento del endeudamiento una vez jubilado, no para comprar lujosos autos o tomarse vacaciones en el extranjero. Es más terrible, endeudamiento para comprar ropa, alimentos y medicamentos, es decir, para necesidades y derechos básicos.
Por otro lado, las AFP’s son instituciones financieras no bancarias («no prestan plata»), y los fondos obtenidos se utilizan en hacer «fructificar» un monto elevado de capital-dinero conservando su liquidez y maximizando su rendimiento. En términos simples, por ejemplo, lo que hacen es «invertir» el ahorro obtenido por la expropiación de los salarios en «empresas productivas». Las diez principales son: Enersis, Endesa, Cencosud, Lan, Colbún, Copec, AES Gener, CMPC, Falabella y Banco Santander Chile ¿suenan conocidas?
En una palabra: gracias a la ganancia obtenida de la expropiación a la clase trabajadora se destinan fondos a las principales empresas del país. Sin mover un dedo, a costa del esfuerzo y trabajo de millones de trabajadores se enriquecen a destajo, como parásitos. Es mentira que las AFP’s mueven el país, lo que lo mueve en realidad es nuestro trabajo, somos los millones de trabajadores que forzados nos obligan a cotizar en sus «carteles previsionales», verdaderas asociaciones lícitas para expropiar el trabajo y el futuro ajeno. Por lo demás, estas empresas forman parte del pequeño grupúsculo de la burguesía rentista-financiera que opera y acumula en Chile y que controla y conduce el Estado a través de sus diversas expresiones políticas. Son, por decirlo así, primos-hermanos de Luksic, los Matte y los Angelini: a todos los une las ventajas que les da la precarización laboral institucionalmente amparada (ahora también por la Reforma Laboral), la flexibilización financiera que permite endeudar, robar salarios a través de las AFP’s, la destrucción y apropiación intensiva de recursos naturales, etc. Son los mismos, a veces ponen los huevos en una u otra canasta, pero a todos beneficia la forma en que se organiza la economía, la educación, el trabajo, la sociedad y la política.
Esto desmiente la creencia de que las AFP’s ganan por pura «especulación», en la «bolsa de valores» o a expensas de la dinámica de la economía mundial. Esa es un parte, tan sólo aparente, del circuito que sigue la porción expropiada de los salarios de millones de nosotros. Es decir, una piedra angular de la economía, la sociedad y la política que sustentan a los poderosos. Por tanto una estructura que debemos derribar para poner en el centro los intereses de la mayoría de la población, es decir los trabajadores y el pueblo, aquellos que generamos la riqueza nacional. El actual ordenamiento previsional, su concepción y finalidad es en esencia y legalidad un robo a los trabajadores, es mantenimiento y financiamiento de las principales empresas rentistas del país, elemento ordenador de la corrupción intrínseca del capitalismo. Es en definitiva, una de las formas en las cuales se expresa el control de los partidos políticos al servicio de explotadores y parásitos.
Como ya se dijo, el sistema de previsión de AFP’s forma parte fundamental de las dinámicas de acumulación capitalista en Chile. El sistema de AFP’s que impera en nuestro país fue pensado e implementado durante Dictadura en el marco de una serie de medidas -les llamaron «modernizaciones»- destinadas a apuntalar el llamado «modelo neoliberal». Otras medidas tomadas en simultáneo fueron, por ejemplo, la Ley Orgánica de Concesiones Mineras, el «Plan Laboral» (ambos impulsados también por José Piñera), la «seguridad social», es decir, los actuales sistemas de salud y educación, creación de una jurisdicción ad hoc al capital, Constitución Política, Código de Aguas, profundización de la precariedad laboral, desregulación y descomposición organizativa de la clase trabajadora y otras medidas más. Es decir, el sistema de previsión social forma parte de un conjunto articulado que permite la explotación y reproducción del capitalismo en Chile. Es una parte central del entramado de reproducción capitalista, por tanto de la explotación y dominación de millones de trabajadores de nuestro país.
En conclusión, el sistema de previsión actual no es un «cabo suelto» del sistema, una parte que no funciona y que hay que arreglar o reformar, «perfectible» (como quieren hacernos ver los tecnócratas, empresarios y partidos del bloque en el poder), sino que es un elemento integrante, constitutivo de las lógicas de dominación y explotación actual. Más aún, el sistema de previsión actual es fundamental para la acumulación capitalista, ya que sus fondos contribuyen a fortalecer a las principales empresas que operan en el país. Todo a costa de la clase trabajadora. Por tanto, la tarea de las tareas es hacerlo cagar, no nos queda otra, dejar en manos de estos funcionarios del mercado el destino de nuestras jubilaciones y futuro es igual que dejar cuidando el gato la carnicería.
De esta manera, nuestro llamado como Movimiento Popular Guachuneit es a entender que la movilización contra las AFP’s, es en el fondo, parte de una lucha global, está conectada con el desarrollo capitalista, enfrentar su reproducción y eliminarlas implica mover una pieza de esas que podrían hacer tambalear o caer todo el edificio. Será, por lo tanto, una pelea larga y que tenemos que abordar en perspectiva clasista y revolucionaria, entendiendo que se liga con la precarización laboral, la ausencia de derechos sociales para la clase trabajadora, la apropiación y destrucción de recursos naturales (como el agua y el cobre) y ecosistemas, la pauperización del sistema educativo y de salud, entre otros aspectos.
Por otro lado, estimamos que en este contexto de lucha sólo nos queda confiar en nuestra propia fuerza como clase trabajadora, poniendo al centro los intereses de las mayorías. Por ello, en las múltiples instancias de organización, ya sean sindicales, territoriales, estudiantiles, culturales, etc., debemos sumar y articular toda nuestra fuerza y aprovechar el impulso de movilización y organización para golpear en la centralidad, donde duele. Debemos fortalecer las posiciones clasistas y anticapitalistas, desmantelar la ilusión y falsedad igualitaria de la AFP’s Estatal que reproduce bajo la misma lógica la dominación y expropiación del trabajo de millones en pos de inversiones y subsidios al empresariado. Debemos tener claridad que vendrán cantos de sirena para seducirnos, arrimarnos a su pantano electoral, promesas mesiánicas e incumplidas aparecerán nuevamente, apostarán por la salida legal, intentarán llevar la solución al parlamento, al mismo corrupto y deslegitimado congreso de ratones, armado a imagen y semejanza de las pesqueras y mineras, soldados de los carteles empresariales y, desde ahí, nuevamente, resolver la vida de millones de trabajadores y sus familias como un trámite politiquero más y para la foto.
Nosotros, llamamos a fortalecer la organización clasista y popular, de carácter anticapitalista. Que articule, una y más luchas, que agite la demanda de fin a las AFP’s y promueva un sistema de reparto, con aporte solidario y tripartito. Organizaciones que al mismo tiempo fortalezcan el protagonismo popular y la vinculación en lucha con los distintos sectores sometidos y explotados por el capitalismo, que en su dinámica de acumulación y desarrollo fortalezca el poder de los trabajadores en sus distintos lugares de vida, donde sea necesario a objeto de garantizar y conducir los proceso de transformación radical que requiere nuestra sociedad y que ponga en el centro los intereses de la clase trabajadora y el pueblo. Todo lo avanzado en experiencia durante los últimos años debe traducirse en fuerza acumulada dispuesta a nuevas lucha para la victoria y el socialismo: sólo con independencia de clase se garantizan los intereses de millones de trabajadores de este país. Sólo en nuestras fuerzas confiamos.
¡Un solo puño, un solo interés,
No hay otro camino: luchar unir vencer!
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