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Nueva embestida sobre el cobre

Fuentes: Crónica Digital

Hace poco tiempo, Juan Villarzú, Presidente de Codelco, declaró que la empresa nacional del cobre no sería privatizada. No obstante, sus recientes declaraciones relativas al futuro de Codelco significan un giro en 180 grados.Hace poco tiempo, Juan Villarzú, Presidente de Codelco, declaró de modo enfático que la empresa nacional del cobre no sería privatizada. Con […]


Hace poco tiempo, Juan Villarzú, Presidente de Codelco, declaró que la empresa nacional del cobre no sería privatizada. No obstante, sus recientes declaraciones relativas al futuro de Codelco significan un giro en 180 grados.

Hace poco tiempo, Juan Villarzú, Presidente de Codelco, declaró de modo enfático que la empresa nacional del cobre no sería privatizada. Con ese talante, en esos momentos, hasta enfrentó a las transnacionales del Consejo Minero por su actitud de total menosprecio por el desarrollo del país a propósito de su feroz negativa al establecimiento de un royalty para los recursos no renovables.

No obstante, sus recientes declaraciones relativas al futuro de Codelco significan un giro en 180 grados. Dejan en claro que se sometió al afán privatizador de los actuales dirigentes políticos del sistema, sean estos de gobierno o de la oposición de derecha, que buscan todos y afanosamente la privatización de Codelco. La economía chilena ha sido conducida a una privatización desenfrenada. La transferencia hacia el sector privado de recursos nacionales ( recursos naturales, electricidad, agua, acero, telecomunicaciones, empresas industriales, servicios) han pasado preferentemente a manos de empresas transnacionales que se han apropiado de los sectores más estratégicos y más rentables y un pequeño grupo de grandes capitalistas internos que actúan en maridaje con esas empresas.

Esto viene desde los tiempos de Pinochet y las transferencias iniciales, plagadas de irregularidades y corruptelas, han venido repitiéndose durante el período de la Concertación, conglomerado político que se ha sumado a la lógica de vetar al Estado para toda inversión productiva y poner en manos de los captadores de lucro las alternativas del desarrollo de Chile. Por esta senda de privatización y transnacionalización, el resultado ha sido el empobrecimiento de la inmensa mayoría de los chilenos.

LOS PASOS PARA LIQUIDAR A CODELCO

La excepción ha sido la permanencia en manos del Estado de la más grande empresa minera, Codelco inserta en la mayor riqueza de nuestro país: el cobre. Sobre ella se lanza ahora la voracidad del gran capital. Juan Villarzú afirma, y en este caso con razón, que el cobre puede dar un fuerte impulso a la economía chilena. Pero, agrega, se deben hacer fuertes inversiones. (del orden de los 10.000 millones de dólares) Argumenta Villarzú que es problemático ejecutar esa inversión por cuenta de Codelco, pues se incrementaría la deuda pública dado el carácter estatal de la empresa. Y, sobre la base de esa falacia instala el argumento del ingreso de privados a Codelco. Dice: hasta un 20%, cifra que se presenta como modesta. Villarzú es un hombre informado y sobre asociaciones de Codelco con privados tiene experiencia fresca. En el Abra, donde la empresa nacional tiene el 49% y la transnacional de turno el 51%, es decir el control, su Gerente General reconoció en el Senado que los gastos financieros representan entre el 30 y 40% de sus ventas. Por estos gastos pagan un 4% de impuestos al estado chileno en vez del modesto 35% que deben pagar si esos costos fraudulentos se valoran como utilidades, que es lo que son efectivamente.

LA TRAMPA DEL 20 POR CIENTO

Enseguida hay que preguntarse ¿20% de qué?. Codelco es propietaria de reservas por mas de 430 mil millones de dólares al precio del cobre de hoy. Y ese valor sigue aumentando con los nuevos descubrimientos, No obstante, se sostiene que el valor de mercado de la empresa sería de sólo 21 mil millones. Se debe entender entonces que el 20% se estimaría sobre esa cifra y eso es una estafa a todos los chilenos si con un aporte de 4 mil millones se ingresa a privados a la propiedad de la empresa estatal. Por otra parte, el plan de Villarzú pone en primer plano el aumento de la producción de cobre de la empresa a 3 millones de toneladas. La propuesta es mas que discutible pues la experiencia muestra que la sobreproducción generada desde Chile por la transnacionales provocó una baja de los precios en el período inmediatamente anterior que significó pérdidas inmensas a Codelco y al país. Las medidas razonables de la propia empresa de no enviar al mercado producción existente significó un alza de los precios que hicieron pasar los excedentes de 660 millones el 2003 a 3301 millones de dólares el 2004, es decir, un aumento de 441% con aumento de producción de sólo el 10,8%. El aumento ciego de la producción no es necesariamente camino de desarrollo nacional. Defender el precio del cobre es una función de Codelco y del Estado de Chile que, pese a que existen lo recursos legales, los gobiernos neoliberales no han sido capaces de realizar.

EL ROL DE CODELCO Y DEL ESTADO

Codelco debe hacer inversiones por cierto. Pero hacerlas con sentido racional y nacional, con inteligencia patriótica. Una de las grandes tareas que debe abordar es poner fin a la exportación de concentrados. Esa forma de producción provoca inmensas pérdidas al país. Las transnacionales que usan el sistema con sus refinerías filiales roban en descampado. Lo hacen en los precios de transferencia, lo hacen porque no pagan ni el oro, ni la plata, ni el molibdeno y otros metales que portan los concentrados. Y Codelco está en condiciones de poner atajo a estas exacciones al país. La inversión extranjera ha sido un desastre para el país. En materia de cobre, los hechos están a la vista. Codelco con un tercio del total de la producción aporta al Estado 10 veces más que el total de las transnacionales que producen los dos tercios del cobre chileno, mas de 3,3 millones de toneladas, unos 100 mil millones de dólares al precio de hoy.

La inmensa mayoría de las transnacionales que producen esa tremenda cantidad no pagan un peso de impuestos. Provocaron una sobreproducción desenfrenada, hicieron caer los precios y dañaron al país, declararon pérdidas y obtuvieron así créditos tributarios que las convierten en acreedores del Estado. Por otra parte, la demanda de inversión extranjera se funda en argumentos falsos. Se alega el riesgo de deuda pública La verdad es que la deuda pública chilena es muy baja, por lo tanto hay margen a endeudamiento a buen nivel de tasas. Además, un endeudamiento productivo y rentable, por parte del Estado, no es lo mismo que un endeudamiento para gasto corriente.

EL EMPLEO PRODUCTIVO DEL CAPITAL NACIONAL

Sin embargo, ese no es el camino que deba privilegiarse. Chile tiene capitales propios para una inversión de esa magnitud. Lo tiene en sus reservas y lo tiene en el ahorro de sus trabajadores. Si no se desea utilizar los recursos depositados en el Banco Central, se pueden usar los Fondos de Pensiones, donde tenemos alrededor de 50.000 millones de dólares. Si de estos recursos se autoriza invertir 10.000 millones de dólares en la minería, con retornos asegurados para las cuentas adscritas a las AFP por sobre 10 % interanual, como piso, entonces estaríamos asegurando autonomía en el uso de nuestros proyectos de desarrollo y legaríamos mejores y más estables pensiones a nuestros trabajadores. ¿Si esto es así, por qué no se hace? Por ceguera ideológica.

PARAR LA PRIVATIZACIÓN

La afirmación de Villarzú que la inversión privada no sobrepasará el 20% del total de la propiedad de Codelco es insostenible pues los inversionistas privados no la harán si no alcanzan una participación que les asegure, cuando menos, una capacidad de veto. Es lo que exigirán una vez dentro para «garantizar» su inversión, pretextando «desconfianza» para con la gestión de empresas públicas pero en verdad buscando el máximo lucro. Los enunciados de Villarzú son una alerta a todos los chilenos que mantenemos un sentido nacional. Los trabajadores, y en primer lugar los trabajadores del cobre deben asumir desde ya una clara actitud de rechazo.

No puede permitirse que insistan en quitar a los chilenos una riqueza que es propiedad de todos y que nadie autorizó a privatizar. Un desarrollo armónico y humano de nuestra patria tiene como viga maestra esa riqueza principal. El camino insinuado por Villarzú es la persistencia en la conformación de una sociedad profundamente dividida y lacerada. Con medidas como está la dictadura creo los «dos Chile». Eso se ha profundizado con los gobiernos de la Concertación. Como se dice en el manifiesto de convocatoria a la Asamblea Nacional de las fuerzas antineoliberales estas políticas provocan una inequidad y con ello una degradación social creciente.

– Jorge Insunza es ingeniero y miembro de la Comisión Política del Partido Comunista de Chile.