Mario Aguilar Arévalo es el nuevo presidente del Colegio de Profesores de Chile. Militante del Partido Humanista, este profesor de educación física con magister en educación nació el 7 de agosto de 1961, está casado y tiene tres hijos. A poco de su elección, conversó con PF. Así fue el temporal disidente: Listad C: «Disidentes […]
Mario Aguilar Arévalo es el nuevo presidente del Colegio de Profesores de Chile. Militante del Partido Humanista, este profesor de educación física con magister en educación nació el 7 de agosto de 1961, está casado y tiene tres hijos. A poco de su elección, conversó con PF.
Así fue el temporal disidente:
Listad C: «Disidentes Unidos: Somos fuerza, seremos cambio»: 16.582 votos, 67.78%. Lista E: «Un Solo Magisterio, Vamos por más». (Nueva Mayoría): 3.951 votos, 16.15%. Lista A: «Movimiento de Izquierda Revolucionaria + Movimiento Docente Autónomo». (Mir): 2.138 votos, 8,73%. Lista B: «Nueva Alternativa Gremial». (Renovación Nacional): 1.255 votos, 5.12%. Lista D: «Recuperemos el Colegio de Profesores desde y para las bases»: 538 votos, 2,19%.
El Directorio Nacional quedará conformado por: Presidente: Mario Aguilar A. (Disidentes). Secretario general: Darío Vásquez S. (Disidentes). Tesorero: Habnel Castillo O. (Disidentes). Primer vicepresidente: Guido Reyes B. (Disidentes). Segundo vicepresidente: Jaime Gajardo O. (PC). Prosecretario: Magdalena Reyes V. (Disidentes).. Protesorero: Eduardo González N. (Disidentes). Primer director: Eliana Rojas B. (Disidentes). Segundo director: Ligia Gallegos R. (Mir, Mov. Docente Autónomo). Tercer director: Hugo Gerter J. (Disidentes). Cuarto director: Bárbara Figueroa S. (PC).
La lista de la disidencia obtuvo un resultado inédito del 67,78% de los votos. ¿A qué atribuye esa respuesta?
«Se conjugan dos cosas. El rechazo a una forma de conducir el gremio que corresponde a un viejo formato vertical, que concentra la atención en una cúpula. Esta idea de que la base participa electoralmente y luego entrega un cheque en blanco para que la dirigencia decida se agotó. Se juntó con eso que hubo una propuesta, un programa consistente de nuestra lista. Hago un símil con la elección para alcalde de Sharp, en Valparaíso. Normalmente al haber descontento y no hay oferta, eso se traduce en apatía y en restarse a la participación. Pero cuando hay descontento pero surge una oferta y una alternativa, la gente responde, se interesa, participa y se compromete, como en Valparaíso. Creo que en el Colegio nos pasó lo mismo».
Voceros del PC explicaron su derrota con la existencia de una conspiración anticomunista en contra de Gajardo. ¿Qué opinión le merece tal acusación?
«Creo que es una lectura equivocada, que no les sirve para evaluar e interpretar lo que ha ocurrido. Nosotros no estuvimos en ninguna postura anti. Lo que planteamos es el tipo de gremio que queremos, una forma en que se debe llevar adelante, una postura frente a la falsa reforma educacional del gobierno, una postura frente a la carrera docente. Tenemos una postura progremio, más democrático, más crítico. No anti algo».
Y en ese diseño «pro», ¿cuál será el sello distinto de su gestión?
«Nosotros tenemos un programa y nos vamos a regir por él. Hace un tiempo los políticos de la NM decían ‘el Programa no puede ser una camisa de fuerza’, para justificar la traición de lo que habían prometido a la ciudadanía. Para nosotros el programa sí es una camisa de fuerza, porque es lo que comprometimos y es lo que la gente respalda y apoya y por lo tanto, vamos a realizar ese programa que contempla varios ejes, como la democratización del gremio, nuevos estatutos vía congreso estatutario que apunten a democratizar y a dar mayor participación a la base, a establecer revocatoria de cargos, que la toma de decisiones venga desde abajo hacia arriba y no al revés».
¿Cuáles serían las primeras medidas de su gestión?
«Vamos a llamar a ese congreso estatutario que tiene que desarrollarse en un tiempo que permita la efectiva participación de la base. Una suerte de Asamblea Constituyente interna es lo que nosotros queremos hacer. Y necesitamos hacer un símil de lo que sucede en Chile. Nuestros estatutos fueron hechos en dictadura y después han tenido parches, tal como la Constitución Política que fue hecha en dictadura y después ha tenido parches».
La Nueva Mayoría se propuso, por lo menos a nivel discursivo, un cambio en el paradigma en educación. Algunos de sus parlamentarios afirman que eso es un hecho. ¿Hay un cambio de paradigma educacional en la actual administración?
«Yo me voy a permitir dar un consejo a la gente de la Nueva Mayoría: que lean el libro La estructura de las revoluciones científicas de Thomas Khun. Cuando se habla de cambio de paradigma se trata de modificar las bases estructurales de un modelo, y eso significaría por lo tanto, modificar las estructuras economicistas y de mercado de la educación chilena, y eso no lo han hecho. Por lo tanto, ni cercanamente han cambiado el paradigma de la educación. Creo que eso refleja un profundo desconocimiento de lo que significa el concepto de paradigma».
La agenda legislativa educacional ha tenido un fuerte impulso en la segunda gestión Bachelet. De hecho, la ley de la llamada carrera profesional. ¿Cómo se proponen su modificación?
«Evidentemente esta es una ley recién promulgada lo que pone un elemento de dificultad, pero una ley se cambia con otra ley. Nosotros vamos a hacer el itinerario que nos corresponde. Aquí ha quedado claro que el discurso oficial del gremio hasta ahora apoyaba esta carrera, y que hacía creer o suponer que el profesorado estaba conforme con ella. Ha quedado en evidencia que es un error: el profesorado no está conforme con esta carrera docente y si el gobierno, el Mineduc, quiere y tiene la voluntad de escuchar al profesorado, va a tener que escuchar nuestros planteamientos principales: esta no es nuestra carrera y vamos a bogar por cambiarla. Esperamos ser escuchados, esperamos que haya un diálogo y no un monólogo como ha habido hasta ahora.
Yo creo que a esta altura el Mineduc estará haciendo sus evaluaciones. Se equivocó respecto al diagnóstico sobre el profesorado, creyendo que estaba conforme. Ahora supongo que reflexionarán que hay disconformidad con la carrera docente, y espero que estén dispuestos a escuchar nuestros planteamientos. Si no son escuchados, tendremos que pasar a movilizaciones con un itinerario que nos permita hacernos escuchar. Pero quisiera ser optimista, espero que habrá una apertura del Mineduc a escucharnos y nosotros vamos a conversar con ellos. Si no somos escuchados, si persiste la postura del monólogo y no del diálogo, entonces habrá que pasar a la fase siguiente».
Se infiere que el gran apoyo que tuvo su lista, abiertamente contraria a las propuestas gubernamentales, ¿es también en contra de este gobierno?
«Yo al menos estoy en condiciones de decir que los profesores no están de acuerdo con la reforma educacional y que no están de acuerdo con la carrera docente ni con el proyecto de desmunicipalización, que son los temas específicos que nos competen a nosotros».
En el caso de la desmunicipalización, el proyecto está aún en discusión en el Congreso. ¿Van a buscar la manera de incidir con una opinión gremial?
«Por supuesto. Es nuestra obligación como gremio, y como representante de los profesores. Vamos a hacer ver nuestra postura claramente crítica respecto de ese proyecto. Nosotros tampoco fuimos escuchados en el proyecto de desmunicipalización. No hubo diálogo verdadero. No hubo trabajo prelegislativo. Y por lo tanto, el gobierno y la sociedad chilena tienen que enterarse que los profesores no estamos de acuerdo con ese proyecto y esperamos que se nos escuche en el gobierno y en el Congreso. Tenemos razones fundadas, un análisis crítico con sustento, y eso lo vamos a expresar y dar a conocer. Y por supuesto, llegado el momento si no se nos escucha, habrá que preparar formas de hacernos escuchar».
La legislación educacional ha estado centrada en modificaciones al sistema educacional que no ha tomado en cuenta cuestiones como el currículum. ¿Cuál será su iniciativa al respecto?
«Nosotros queremos entrar con mucha fuerza en el tema del currículum chileno, altamente estandarizado, con una lógica economicista y empresarial. Todas categorías emanadas de los grandes centros financieros, Banco Mundial, FMI, que han bajado líneas respecto de las políticas educacionales en Latinoamérica en los últimos veinte años, y que están en una profunda crisis. Gran parte de los problemas que hay al interior del aula, para la desmotivación de los jóvenes hacia el estudio, etc., tienen que ver con una concepción de una educación estandarizada, sesgada, meramente instrumental al aparato productivo. Nosotros queremos recuperar la noción de educación integral, que apunta a un desarrollo humano integral, a una educación transformadora, liberadora. Una educación cuyo objetivo principal sea desarrollar buenas personas. Y a partir de eso, viene todo lo demás por añadidura. Eso no existe hoy en Chile. Nosotros queremos reponer esa discusión en el centro del debate educativo».
Recién se refería al movimiento que llevó a Jorge Sharp a ser alcalde de Valparaíso. Usted ha dicho que habrá un acercamiento mayor con el movimiento social. ¿Cómo se vinculará el Colegio de Profesores en la dinámica de la sociopolítica del país?
«Nosotros estamos profundamente convencidos que la alianza primera que tiene que tener nuestro gremio es con el movimiento social. Con el movimiento social por la educación, pero también con todos los movimientos ciudadanos que apuntan a cuestionar las bases y esencia de este modelo. El movimiento No+AFP también nos toca directamente. Me parece insólito que el Colegio oficialmente no haya sido parte hasta ahora de un movimiento que toca un tema que a nosotros los profesores nos afecta de manera absolutamente directa. El profesorado puede ser el ejemplo más concreto del fracaso del sistema previsional chileno. Se dice mañosamente que la explicación de las malas pensiones son la baja densidad de cotización, las lagunas previsionales. No es el caso de los profesores. No tenemos grandes rentas, pero en general nuestro trabajo es bastante estable. Y tenemos gente que ha cotizado por cuarenta años ininterrumpidamente y tiene igualmente pensiones de miseria. Somos el ejemplo de que las explicaciones que se dan del porqué el sistema entrega bajas pensiones son falsas. Nos vamos a vincular al movimiento social, sin duda. Ahora el gremio oficialmente va a participar de ese movimiento».
La CUT tampoco ha estado muy cerca del movimiento No+AFP. De hecho su presidenta es dirigenta nacional del gremio y también fue a estas elecciones. ¿Se reeligió Bárbara Figueroa en el Colegio?
«Está muy al filo. En un cómputo queda dentro y luego en otro queda afuera. Está en un margen de votación en el cual una pequeña variación hace la diferencia. Habrá que esperar hasta el último cómputo para saber». (N de PF. Finalmente la actual presidenta de la CUT fue electa con 842 votos).
Usted fue elegido en una elección donde participaron aproximadamente 25 mil profesores. En la CUT las elecciones son indirectas. Siendo el Colegio miembro de la Central, ¿hará saber la necesidad por lo menos de revisar el sistema que permite la renovación de sus dirigentes?
«Ciertamente. Le voy a contar una anécdota. En la última elección de la CUT no fui a votar como me correspondía como dirigente -porque en la CUT votan solo los dirigentes-, porque no estoy de acuerdo con ese sistema. No estuve disponible para avalar un sistema que es una apariencia de democracia. Y creo que es la postura del profesorado. Lo vamos a revisar en el nuevo directorio y en la asamblea, pero en principio me parece que debemos exigirle a la CUT que en el más breve plazo se implementen elecciones directas».
¿Algún plazo definitivo?
«Ese plazo tendría que ser a más tardar durante el año 2017. La directiva de la CUT está deslegitimada porque su forma de elección estuvo llena de irregularidades y finalmente se llegó a una componenda para dar una apariencia de solución, pero que no tiene legitimidad alguna. La única forma en que la CUT recupere algo de legitimidad, es que en el más breve plazo implemente elecciones directas y nosotros se lo vamos a exigir».
¿Y si no fuera así, qué hará su conducción?
«Lo tendríamos que conversar colectivamente en el directorio y en la asamblea nacional. Pero en principio deberíamos congelar nuestra participación en la CUT»
Publicado en «Punto Final», edición Nº 866, 9 de diciembre 2016.