La operación de inteligencia militar que supuestamente permitió rescatar a quince retenidos por las FARC está siendo cuestionada después de que nuevos datos apuntaran al pago de 20 millones de dólares o a que se trató de un anticipo de una inminente liberación negociada.
Diversas informaciones procedentes de Suiza, EEUU e Israel apuntaban ayer al pago de un rescate, en el primero de los casos, y a la ayuda prestada en alguna medida, en caso de los dos últimos, para lograr la liberación el miércoles de quince personas retenidas por las FARC, entre ellas la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres mercenarios estadounidenses. Además, la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP) planteó la posibilidad de que el Ejército colombiano interceptara la liberación, ya negociada por la guerrilla y una delegación franco-suiza, para «presentarla como un éxito del Gobierno».
Una tercera versión, difundida por el portal francés Mediaparte, citado por la agencia DPA, indicó que la operación «no fue un logro del Ejército colombiano, sino que se debió a la rendición de un grupo de las FARC», tras una «negociación directa de los servicios secretos colombianos con el grupo guerrillero que tenía cautiva a Betancourt». Sin embargo, ello hubiera supuesto únicamente la liberación del grupo que permanecía retenido con ella, que no eran los quince finalmente liberados.
20 millones de dólares
El periodista Frederich Blassel, de la emisora pública suiza Radio Suisse Romande (RSR), afirmó, citando una fuente «fiable» y cercana a los acontecimientos, que Bogotá, con ayuda de EEUU, pagó a Gerardo Antonio Aguilar, alias «César», uno de los dos detenidos20 millones de dólares del fondo de 100 millones que Colombia tiene para comprar a los guerrilleros que deserten y faciliten información o entreguen a secuestrados.
Señaló que, según su fuente, la operación militar fue una «puesta en escena» y añadió que los tres estadounidenses -cuyo secuestro explicaría la intervención de EEUU y a quienes ya se califica de «mercenarios» y «espías»- «trabajaban para el FBI y fueron cedidos a la DEA».
Pierre Bavaud, responsable del servicio exterior de la radio suiza, precisó que el dinero no se pagó en concepto de rescate a las FARC sino de pago a quienes les mantenían cautivos para comprar su liberación. Añadió que en un futuro próximo tanto «César» como Alexander Farfán, alias «Enrique Gafas», se beneficiarán de una amnistía y se instalarán en el extranjero e indicó que este montaje permite al Gobierno de Álvaro Uribe seguir manteniendo su postura contraria a cualquier negociación con las FARC mientras no se libere a los retenidos.
«Estrecho seguimiento»
La ABP, que suele difundir comunicados de las FARC, señaló que la guerrilla «había expresado a delegados (el francés Noel Sáez y el suizo Jean Pierre Gontard) su disposición a liberar los rehenes», lo que «plantea dudas sobre hasta qué punto la liberación estaba ya acordada y si el Ejército colombiano la interceptó para presentarla como éxito del Gobierno». Los dos enviados europeos habían contactado ya con la dirección guerrillera, después de que el Ejecutivo de Uribe hubiera autorizado los contactos, «a los que hacía un estrecho seguimiento», indicó ABP, que citó fuentes de los gobiernos colombiano y francés.
De ahí que haya serias dudas, añadió, sobre si los guerrilleros que custodiaban a los secuestrados «no tendrían ya orientaciones destinadas a su inminente liberación y de ahí su fácil e ingenua disposición a colaborar en tan sospechoso traslado».
Ayer, el candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, quien el miércoles estaba en Colombia, confirmó, como también lo hizo la portavoz de la Administración Bush, Dana Perino, que la operación se hizo con «apoyo» de EEUU. Asimismo, otras informaciones procedentes de Israel señalaron que expertos en seguridad del país, coordinados por la empresa Global CST, participaron en «asuntos de inteligencia, asesoramiento y creación de infraestructuras operativas», aunque no en el operativo militar.
Washington anunció que pedirá la extradición por retención ilegal y narcotráfico de los dos guerrilleros «neutralizados» en el helicóptero militar que protagonizó el rescate, Gerardo Antonio Aguilar, alias «César», y Alexander Farfán, alias «Enrique Gafas».
Ingrid Betancourt volvió a reiterar antes de volar hacia París su apoyo a Álvaro Uribe y defendió una segunda reelección presidencial. Señaló que «uno de los grandes éxitos de Uribe en contra de las FARC fue el hecho de lograr introducir el artículo de la reelección dentro del sistema democrático -cuya legalidad está siendo actualmente cuestionada-, porque les cambió completamente las reglas de juego» a los guerrilleros, ya que, dijo, esperaban un cambio de Gobierno que pudiera facilitar una negociación, informó Telesur.
Incluso consideró «interesante» una segunda reelección, lo que podría suponer un tercer mandato para Uribe, después de decir no haberse planteado, aún, concurrir a las elecciones.
En la misma comparecencia, dijo que pasó tres años «encadenada» las 24 horas del día y haber sufrido «malos tratos», que no concretó, por parte de algunos guerrilleros.
Al llegar a París, donde será sometida a exámenes médicos, elogió al presidente francés, Nicolas Sarkozy, a quien emplazó a seguir trabajando por la liberación de quienes siguen secuestrados.