«Nuestra mano no se muestra en este caso», dijo Nixon a su Consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe encabezado por el general Augusto Pinochet. «Nosotros no lo hicimos. Quiero decir, los ayudamos… a crear las condiciones de la mejor forma posible», respondió Kissinger, según […]
«Nuestra mano no se muestra en este caso», dijo Nixon a su Consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe encabezado por el general Augusto Pinochet.
«Nosotros no lo hicimos. Quiero decir, los ayudamos… a crear las condiciones de la mejor forma posible», respondió Kissinger, según la trascripción de una conversación telefónica divulgada por el Archivo de Seguridad Nacional, de la Universidad George Washington.
«Correcto», dijo Nixon, quien calificó al gobierno de Allende como «un gobierno absolutamente anti-estadounidense».
Esa misma semana Kissinger negó ante el Senado que EE.UU. estuviera vinculado al golpe.
Sin embargo, según Peter Kornbluh, el analista especializado en Chile del Archivo de Seguridad Nacional que descubrió el documento, se trata de «una prueba contundente, en palabras del propio Kissinger, de que la administración de Nixon contribuyó directamente a crear un clima favorable que hizo posible el golpe militar del 11 de septiembre de 1973».
Fragmento del diálogo
Kissinger: Hola.
Nixon: Hola, Henry.
Kissinger: Sr. Presidente.
Nixon: ¿Dónde estás? ¿En Nueva York?
Kissinger: No, estoy en Washington, trabajando. Tal vez vaya al juego de fútbol esta tarde, si puedo.
Nixon: Muy bien. Bueno, es que el abre la temporada. Es mejor que en televisión. ¿Algo nuevo de importancia por allá?
Kissinger: Nada de gran importancia. La cosa en Chile se sigue consolidando y por supuesto los periódicos se están desangrando porque ha sido derrocado un gobierno pro-comunista.
Nixon: ¿No es increíble? ¿No es increíble?
Kissinger: Quiero decir, en lugar de celebrar… en el período de Eisenhower seríamos héroes.
Nixon: Bueno no lo hicimos, como sabes, nuestra mano no se muestra en este caso.
Kissinger: Nosotros no lo hicimos. Quiero decir, los ayudamos…a crear las condiciones de la mejor forma posible.
Nixon: Correcto. Y ese será el juego que haremos. Pero, oye, en lo que respecta a la gente, déjame decirte que no van a creer la mierda que dicen los liberales sobre este caso.
Kissinger: Absolutamente no.
Nixon: Ellos saben que es un gobierno pro-comunista. Y así es.
Kissinger: Exacto. Y pro-Castro.
Nixon: Bueno, lo principal era… olvidémonos de lo pro-comunista. Era un gobierno absolutamente anti-estadounidense.
Documentos anteriores
En 2001, Estados Unidos dio a conocer miles de documentos secretos relacionados con las operaciones encubiertas de su Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Chile, antes y durante el régimen militar de Augusto Pinochet.
Entre los 16.000 documentos desclasificados estaba un memorando de la CIA que confirmó que Estados Unidos financió intentos para desestabilizar al gobierno democráticamente electo del socialista Salvador Allende.
Documentos desclasificados anteriormente mostraron que Estados Unidos prefirió no ver la represión que se ejerció contra los oponentes al régimen militar de Pinochet.
«Las medidas aprobadas por el gobierno estadounidense durante ese periodo, agravaron la polarización política y afectaron a la larga tradición de elecciones democráticas y respeto por el orden constitucional y la ley», señaló entonces en un comunicado el gobierno de Bill Clinton, quien ordenó desclasificar los documentos.
La decisión fue tomada en 1999, para permitir que el público «juzgue por sí mismo el alcance de las acciones de Estados Unidos para desestabilizar la causa de la democracia y los derechos humanos en Chile».
Ayuda encubierta
Los documentos revelaron que tres semanas antes de que Allende fuera derrocado, funcionarios estadounidenses aprobaron US$1.000.000 en ayuda encubierta para partidos políticos y organizaciones privadas.
Los documentos también detallaron una larga historia de esfuerzos contra Allende, incluyendo medidas para evitar que llegara a la presidencia, para desestabilizarlo, una vez que llegó al gobierno, y para consolidar el régimen de Augusto Pinochet.
Otro de los archivos desclasificados reveló una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, en la que Nixon dirigió los esfuerzos para perjudicar la economía chilena después de que Allende fuera elegido.
Según el documento, Nixon propuso vender las reservas estadounidenses de cobre para bajar los precios internacionales del metal, del cual dependía en gran medida la economía chilena.