Recomiendo:
0

O se reconstruye el PCE o mueren él e IU

Fuentes: Insurgente

Izquierda Unida nació muerta como proyecto revolucionario anticapitalista, era cuestión de tiempo su liquidación con su aparente fraseología alternativa revolucionaria, e incluso orgánica reformista al estar ocupado ese espacio político por el proyecto socialdemócrata que capitaliza el PSOE. El PCE después de la transición sin ruptura, gracias a su valiosa colaboración con la burguesía «democrática», […]

Izquierda Unida nació muerta como proyecto revolucionario anticapitalista, era cuestión de tiempo su liquidación con su aparente fraseología alternativa revolucionaria, e incluso orgánica reformista al estar ocupado ese espacio político por el proyecto socialdemócrata que capitaliza el PSOE.

El PCE después de la transición sin ruptura, gracias a su valiosa colaboración con la burguesía «democrática», y ante su fracaso electoral, aprovechando el sentimiento anti-OTAN que existía en una parte importante del pueblo, sobre todo entre la dispersa izquierda, se inventó Izquierda Unida como elemento electoral. Se aceptó como válida la nueva realidad política, una vez desaparecida la dictadura franquista, con la nueva formula de dominio burgués «democrático», aceptándo en su integridad el nuevo juego político impuesto, en el ánimo de perfeccionarlo, en vez de aprovechar esa mejor realidad para destruir la maquinaria estatal burguesa y capitalista. En ningún momento se planteó instrumentalizar revolucionariamente esa maquinaria para generar organización de lucha revolucionaria alternativa desde abajo, con la que sustituir a esa maquinaria estatal representativa de la clase social en el poder que es la capitalista.

Nunca se planteó aprovechar la experiencia organizativa revolucionaria existente en los difíciles años de represión fascista, para ahora, en la «democracia», en la «libertad» desarrollar ese tipo de organización popular alternativa de democracia directa y participativa permanente desde abajo, y desde arriba, desde los espacios burgueses conquistados unificar la lucha alternativa. Que los cargos electos unidos a las bases populares, al mismo tiempo que se denuncian los tretemanejes que se cuecen en las alturas, los rechazos a las propuestas populares, coordinar la lucha y la presión desde la calles, como de alguna forma supo hacer Batasuna antes de ser ilegalizada.

En su día fue publicado en Rebelión y reproducido en varias Web, el artículo que titulé «Batasuna peligrosa», donde resaltaba que la verdadera causa de su ilegalización era esa capacidad instrumentalizadora de la lucha desde la instituciones burguesas y la movilización desde abajo, desde los barrios populares y las fábricas. Hoy ese artículo solo se puede encontrar en este enlace: http://www.lafogata.org/02europa/8europa/peligrosa.htm

Carrillo renunció al leninismo como ideología revolucionaria que permitía desde la nueva realidad política, instrumentalizar los resquicios de la democracia burguesa para generar un proyecto revolucionario alternativo, vinculando y coordinando la lucha institucional burguesa con la organización alternativa desde abajo a través de los movimientos populares existentes. Es más Carrillo, bajo la excusa de no dar armas a los golpistas, llamó a liquidar la organización revolucionaria celular y de comités coordinadores que tenía el partido, por agrupaciones heterogéneas distritales, a semejanza de la organización socialdemócrata, al servicio del juego electoral burgués impuesto. Se liquidó un tipo de organización revolucionaria que fue tan eficaz durante la dictadura, como se pudo comprobar por su influencia en los movimientos socio-políticos populares que fueron las Comisiones Obreras, el Movimiento Vecinal, Estudiantil e Intelectual, que incluso influyó en el movimiento militar con la UMD.

Al liquidarse la organización revolucionaria del partido que permitía a sus miembros ser militantes revolucionarios, en vez de lo que son ahora, afiliados sin mayor compromiso, dada su baja formación ideológica, que la de pagar su cuota y cierto voluntarismo activo, siempre conducido por el charlatán de turno con mayor capacidad de confundir y embaucar para generar clientela en su entorno, con la que mantenerse en el poder.

Con motivo del XV Congreso del PCE, bajo la denominación de PARTIDO VIVO, se generó un movimiento interno entre gentes compuestas por militantes críticos y algunos de los que habíamos sido expulsados del partido pero que manteníamos cierto acercamiento. Se intentaron generar comisiones de trabajo que abordasen diversas áreas que permitiesen profundizar en el porqué de la crisis que atravesaba el partido, en el ánimo de recuperarlo, pero evidentemente no se llegó a la necesaria cohesión ideológica que permitiera generar una respuesta organizativa sólida. El Partido Vivo fue muriendo, de él surgieron diversos grupos, el más conocido Corriente Roja, del que a su vez también se desgajaron activistas y grupos: Comunistas 3. Otras gentes en vez de romper decidieron autodisolverse como Partido Vivo e intentar dar la batalla política e ideológica desde la actual estructura existente.

Sin embargo algo de aquel ambiente superador, tal vez solo porque sonaba bien, influyó a la hora del XV Congreso del PCE, donde, en ese ánimo instrumentalizador de las instituciones del Estado burgués, fue aprobada la siguiente resolución que redacte.

En el apartado 2.1, f) decía: «Desde la óptica marxista del Estado y la democracia, recogiendo además la experiencia del movimiento obrero internacional en la lucha por sus reivindicaciones económicas y políticas, se hace preciso abrir un debate en el seno de IU, para analizar la forma de impulsar la eficacia de la acción de los cargos electos y militantes de IU, implicando además a los electores y a la base social en la que se sustenta su acción política». «Los cargos electos de IU, en un régimen de democracia formal, limitada y poco participativa para el conjunto de los ciudadanos, difícilmente pueden conseguir que se aprueben sus propuestas que afectan a la mayoría social y que lógicamente chocan frontalmente con los intereses de la clase dominante, si su acción política se limita a ejercerla en el estricto marco parlamentario estatal, de las comunidades o de las corporaciones locales, sin más respaldo que da el número de diputados o concejales que disponga». «Es necesario que se constituyan formas de organización y participación ciudadana, de forma permanente, que refuercen la eficacia de la acción política planteada por los cargos electos, propiciando la información y su implicación en la defensa de sus intereses. Canalizar de arriba abajo y de abajo arriba toda la información y propuestas de acción».

Posteriormente tuvo lugar en Madrid la Asamblea del Partido para desarrollar los acuerdos del XV Congreso. Aquella asamblea estaba controlada por el aparato burocrático del partido, la presidió la entonces alcaldesa de San Fernando de Henares, Monserrat Muñoz (la que en El País 24-2-08, ante la crisis de IU dice) « Nunca hemos sido más de izquierdas que ahora» [1] . En ella defendí la resolución aprobada en el XV Congreso, que evidentemente era desconocida entre los fieles burócratas reformistas, e incluso por muchos de los que componían la fracción del Partido Vivo, tanto es así que en la réplica del aparatichi de turno, un mozalbete de pocas luces intentó soltar sus pestes contra ella, pero Monserrat mujer más dotada en los aspectos burocráticos, como «buena funcionaria burócrata» no tuvo más remedio que llamarle al orden, ya que resultaría demasiado burdo y «antidemocrático» que lo que se aprobó en el congreso fuese rechazado en la Asamblea de Madrid. Pero de nada valió, la resolución pasó tan silenciosamente como pasó en el Congreso. Los asistentes a la Asamblea del Partido Vivo, ninguno hizo campo de batalla apoyando la resolución, ella nunca se puso en práctica.

Pasado los años, ahora se ve más evidentemente los resultados del reformismo socialdemócrata con chuletillas aparentemente revolucionarias desde el falso lenguaje del reformismo liquidador. El partido dejó de ser un partido marxista y leninista y por eso es imposible que surja una unidad sólida de la dispersa izquierda pretendidamente revolucionaria. Si cayó la URSS desde el socialismo burocrático, dirigido por un partido que en su desarrolló terminó burocratizándose, cómo no van a caer las organizaciones que desde la palabreja reformista y confusionista se consideran anticapitalistas. «La república democrática es la mejor envoltura política de que puede revestirse el capitalismo». Lenin citando a Engels , llama al sufragio universal instrumento de dominación de la burguesía. Los demócratas pequeñoburgueses… todos los socialchovistas y oportunistas de Europa Occidental, esperan en efecto, más del sufragio universal… inculcan al pueblo la falsa idea de que el sufragio universal es, en el Estado actual, un medio capaz de revelar realmente la voluntad de la mayoría de los trabajadores. … estos seudosocialistas que han sustituido la lucha de clases por sueños sobre la conciliación de clases, también se han imaginado la transformación socialista… no como el derrocamiento de la dominación de la clase explotadora, sino como la sumisión pacífica de la minoría a la mayoría . Marx puso de relieve magníficamente esta esencia de la democracia capitalista, al decir, en su análisis de la experiencia de la Comuna, que a los oprimidos se les autoriza para decidir una vez cada varios años ¡qué mandatarios de la clase opresora han de representarlos y aplastarlos en el parlamento!.


[1] «Ésta es la legislatura en la que más hemos influido», responde al PC. «IU influyó con los diputados que tenía, hizo lo que tenía que hacer. La gente vota para que participes, no para que seas un pepito grillo». En su opinión, «IU nunca ha sido más de izquierdas que ahora. No está en juego la identidad de IU».