El 2017 inicio con lo que podría llegar a ser el mas grande escándalo de corrupción mundial con una astronómica cifra de 3.336 millones de dolares; el caso Odebrecht está lleno de multimillonarios sobornos, desfalcos de gran escala y detrimento del patrimonio publico, manipulación y trafico de influencias en Brasil Perú, Panamá, Colombia, Venezuela, República […]
El 2017 inicio con lo que podría llegar a ser el mas grande escándalo de corrupción mundial con una astronómica cifra de 3.336 millones de dolares; el caso Odebrecht está lleno de multimillonarios sobornos, desfalcos de gran escala y detrimento del patrimonio publico, manipulación y trafico de influencias en Brasil Perú, Panamá, Colombia, Venezuela, República Dominicana, Angola, Ecuador, Argentina, Guatemala, México, Mozanbique y, con el fin de hacerse a millonarios contratos en estos países.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos «Entre 2001 y 2016, Odebrecht y sus socios conspiraron de manera corrupta para repartir centenares de millones de dólares y otros valores en beneficio de funcionarios extranjeros, partidos políticos extranjeros y sus dirigentes, así como de candidatos de partidos políticos extranjeros para asegurar una ventaja ilegal e influencia sobre ellos para obtener ganancias y negocios en varios países».
Para el caso de Colombia las investigaciones preliminares señalan unos US$ 11,1 millones pagados en sobornos que le permitieron a Odebrecht lograr utilidades por mas de 50 millones de dólares en los dos negocios identificados hasta el momento: la concesión del tramo II de la Ruta del Sol en el segundo gobierno de Álvaro Uribe (2009) y una adición a este megaproyecto en el 2014, en la administración de Juan Manuel Santos.
Por estos casos se encuentra preso el exviceministro Gabriel García Morales quien acepto recibir 6,5 millones de dólares para la adjudicación de la Ruta del Sol tramo II, entregado en el 2009 y tasado en 2,4 billones de pesos y esta dispuesto a revelar como se repartió este dinero y que otros funcionarios están involucrados (cabe resaltar que esto no lo hace por colaborar con la justicia y la verdad, simplemente es un negocio mas de información por mejores condiciones a la hora de ser condenado).
En el marco de las investigaciones fue capturado el exsenador Otto Bula Bula hombre de confianza y sucesor de Mario Uribe luego de su destitución por vínculos con el paramilitarismo. Bula es señalado de presionar la aprobación de la transversal Ocaña-Gamarra, que se le adicionó al contrato original de la ruta del sol II que terminó favoreciendo a la multinacional con mayores ingresos, anticipos y costos de los peajes.
La investigación afirma que figuraba como «Buldózer» en los archivos de Odebrecht y era el encargado de hacer lobby en la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) servicios por los que recibió un soborno de 4,6 millones de dolares. Aunque el exsenador no aceptó cargos luego de su captura, tuvo que hacerlo días después en busca de acuerdos y privilegios por sus delaciones.
Como si fuera poco el escandalo de la contratación y los sobornos a esta historia se le suma el capitulo de la financiación indebida de campañas políticas y una vez mas Colombia es salpicada por las revelaciones de la revista brasileña Vaja y las declaraciones ante la justicia de ese país del publicista Eduardo Duda Mendoca cuyos servicios estaban a favor de Odebrecht sobre la intervención en las elecciones lo que él denomina «El dinero sucio en la campaña de Colombia»
Mendoça sostiene que en 2014 un ejecutivo de Odebrecht Sao Paulo hizo el contacto entre él y la campaña de Óscar Iván Zuluaga, que quería contratar sus servicios; asegura que se reunió en Sao Paulo con David Zuluaga hijo del candidato y gerente de la campaña presidencial, y con un director de Odebrecht. En esa reunión se presentó una propuesta por 4,3 millones de dólares, que la campaña de Zuluaga no acepto por considerar un gasto muy elevado pero como por arte de magia Odebrecht se ofreció a pagarla por medio de depósitos en cuentas bancarias en el exterior. Según el publicista la constructora sólo le transfirió 1,6 millones de dólares.
Según el excandidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga fue Daniel García Arizabaleta antiguo jefe de invías que tras ser destituido e inhabilitado por falsificar títulos académicos terminó trabajando como asesor para Odebrecht quien conectó su campaña con el publicista y estratega político Eduardo Duda Mendoça y no hay nada irregular en su contratación; dice Zuluaga que no es responsable de los pagos que la multinacional le hizo a Duda Mendoça, sin embargo, en este mundo de «influencias» y «favores a cambio de» ¿sera posible que no exista ninguna relación entre los pagos de la multinacional a un publicista y una posible ficha adeudada en la presidencia de un país como Colombia? La respuesta no es difícil de imaginar pero esto apenas empieza y muchas verdades mas faltan por revelarse.
A esto se le suma el testimonio de Otto Bula sobre la financiación de la campaña para la reelección del presidente Juan Manuel Santos. Según el ex funcionario, a la campaña Santos Presidente también entró dinero de Odebrecht, dinero entregado en una reunión de negocios en la ciudad de Bogotá. El fiscal General de la Nación, se limitó a decir que este es un simple testimonio sin ningún sustento, después de realizar un anuncio que generó escándalo nacional. Ante esto el Consejo Nacional Electoral se pronunció, asegurando la pronta investigación de las dos campañas políticas, evidenciando una vez mas que de la corrupción, en la clase política tradicional nadie se salva.
La corrupción es uno de los males mas grandes que padece el mundo de hoy, parece que el merito, la responsabilidad y el compromiso en el cumplimiento de las funciones establecidas o acordadas para cualquiera que sea el cargo tanto en la esfera publica o privada no es una prioridad. El mundo de hoy funciona bajo la ley de la coima, el serrucho, el que hay para mi, la trampa, los contactos, la palanca; el soborno puede llamarse de muchas formas pero en definitiva es una fina telaraña que usan los ricos para robar.
Colombia como tristemente era de esperarse no es ajena a este fenómeno y si que menos podría decirse novata en el tema, así el Estado pretenda con una gran campaña publicitaria en contra de la corrupción y de la mano del escandalo de Odebrecht que olvidemos a los hermanos Nule y Samuel Moreno, la quiebra de Salucoop y Cafesalud, la venta de Isagen, Interbolsa y la situación del Cerrejón o Reficar por mencionar solo algunos de la larga lista de robos a los colombianos. La corrupción no ha venido de otros países sino que por el contrario es la marca inseparable de los «políticos» tradicionales y los empresarios mas «respetados» a la hora de gobernar y hacer negocios. Es hora de reclamar a estos falsos lideres por tantos años de robos, por la exclusión que practican y la miseria que han causado; esto solo será posible con la fuerza de la participación protagónica de la sociedad como primer paso en la recuperación del poder para el pueblo pues solo de esta manera se verán realmente representados sus intereses en las altas esferas del gobierno y la politica.