Medidas de discriminación positiva para la mujer, mantenimiento de las redes sociales, e inclusión de menores de 65 años y personas con enfermedad mental son algunas de las reivindicaciones para la futura ley de Autonomía Personal. La esperada Ley de Dependencia, prometida por el Gobierno actual y el anterior, comienza a tomar forma y se […]
Medidas de discriminación positiva para la mujer, mantenimiento de las redes sociales, e inclusión de menores de 65 años y personas con enfermedad mental son algunas de las reivindicaciones para la futura ley de Autonomía Personal.
La esperada Ley de Dependencia, prometida por el Gobierno actual y el anterior, comienza a tomar forma y se espera que el proyecto se presente en el Congreso antes de finales del mes de septiembre. El documento base es el Libro Blanco de la Dependencia presentado por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, a finales de 2004.
De momento, las diferentes plataformas, organizaciones y representantes de personas con discapacidad o con enfermedades que provocan dependencia están compareciendo ante la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso de los Diputados para mostrar sus reivindicaciones.
La Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos (PREDIF) ha sido la última en comparecer en esta Comisión, para pedir que se incluyan medidas de discriminación positiva a favor de la mujer, un catálogo de servicios lo más amplio posible y que cuente con las nuevas tecnologías, así como la determinación del grado de dependencia de forma homogénea en todo el Estado, y no por Comunidades Autónomas.
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) hace hincapié en las peculiaridades de los menores de 65 años, así como de las personas con parálisis, daño cerebral o enfermedad mental, que deberían ser incluidas en esta ley. Además, el CERMI pide que el futuro Sistema Nacional de Dependencia se sitúe en el ámbito de la Seguridad Social, para que sea público y universal.
La principal reivindicación del Foro de Vida Independiente es que la futura ley garantice la asistencia personal a las personas dependientes por parte de profesionales. Frente a la atención domiciliaria, este Foro reclama una prestación económica para la contratación de una persona que les ayude en su vida cotidiana.
La Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer (CEAFA) y otras demencias reivindica una ley que sitúe en instituciones adecuadas los problemas que ahora recaen en estas asociaciones. Esta Confederación apuesta por la atención domiciliaria el mayor tiempo posible y recursos para que los familiares puedan tomarse unos días de descanso.
La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) quiere que la ley aborde el concepto de dependencia con connotaciones positivas, evitando visiones paternalistas. Concretamente para este colectivo, el CNSE pide el acceso universal a un implante coclear o a un audífono. Actualmente, se conceden ayudas para audífonos únicamente a los menores de 18 años. También aborda la educación de niños sordos, para que puedan aprender la lengua de signos como su medio de comunicación natural, además de la lengua oral, y se conviertan así en bilingües.
La Confederación Española de Federaciones y Asociaciones de Atención a las Personas con Parálisis Cerebral (ASPACE), también apuesta por un sistema enmarcado en la Seguridad Social y que prime la prestación de servicios sobre la concesión de ayudas económicas, sin que esto signifique que una vía anule a la otra.
ASPACE también solicita que se otorgue una categoría especial a las personas con parálisis cerebral, que pueden ser al mismo tiempo discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales.
La Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso está recogiendo todas estas peticiones, visiones y recomendaciones para la elaboración de lo que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, ya ha anunciado que se denominará Ley de Autonomía Personal.
De momento, la mayoría de los grupos parlamentarios han pactado que el proyecto de ley esté listo antes de finales de septiembre. El Gobierno ya ha anunciado que el proyecto fomentará la ayuda domiciliaria y los centros de día, y se integrará en el sistema de la Seguridad Social, pero quedan flecos pendientes como la financiación de este sistema, que podría ser por las cotizaciones sociales a la Seguridad Social o una fórmula mixta compatible con otros impuestos.
Más información:
Libro Blanco de la Dependencia