Para reconstruir esta parte de la historia, hemos conversado con el Comandante Nicolás Rodríguez, quien por esa época se encontraba en San Vicente de Chucurí, su testimonio por ser una fuente de primera mano, hoy la compartimos con nuestros lectores.
En 1973, en la región de Anorí en el departamento de Antioquia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) sufre un golpe muy fuerte; una de nuestras columnas integrada aproximadamente por 90 hombres, fue cercada por el Ejército, dándose múltiples y desiguales combates durante 71 días, desde el 7 de agosto al 19 de octubre. Murieron 36 compañeros y un poco más de 40 quedaron heridos o fueron capturados, sólo unos pocos lograron eludir el operativo y salir vivos.
Era el Gobierno de Misael Pastrana Borrero (1970-1974), la Columna guerrillera estaba bajo el mando de los Comandantes Manuel y Antonio Vásquez y se desplegaba desde el Nordesde de Antioquia, en la Cordillera Central, rumbo al Nudo de Paramillo, ubicado en la Cordillera Occidental en el departamento de Córdoba.
El cerco táctico llamado Operación Anorí el enemigo lo desarrolló entre los caudalosos ríos Porce y Nechí, que forman una zona en U, taponada por el oriente, el norte y el occidente, con la parte sur sin aguas de obstáculo y era la más poblada.
Aprovechando estas desventajas, el enemigo tendió un cerco para aniquilar la columna en esta área de Anorí, y además desarrolló una operación mas amplia y periférica con 30.000 militares, en los municipios de Nechí, Caucasia, Yarumal, Campamento, Anorí, Amalfi, Bagre, Zaragoza, Segovia Remedios, Yalí y Puerto Berrío, en Antioquia, así como en San Pablo, Santa Rosa del Sur y Simití, en el Sur de Bolívar, para aniquilar todas las fuerzas del ELN.
Los 30 mil soldados pertenecían a la IV y V Brigada, orgánicos de los batallones Colombia, Rook, Rifles, Bombona, Pichincha, Ayacucho, Córdoba, Ricaurte, Bogotá, más unidades de la Fuerza Aérea y de la Infantería de Marina, que coparon los rios Porce y Nechí en el municipio de Zaragoza, donde el río es navegable. El Puesto de Mando Adelantado lo establecieron en Amalfi y el Atrasado estaba en la sede de la Cuarta Brigada en Medellín.
Allí, combatiendo de manera heroica y ejemplar, mueren Manuel Vásquez, segundo mando del ELN, Antonio Vásquez, José Villamizar, Lucía González, Efrén, Alonso y unos 30 compañeros más.
Los compañeros Efrén, Lucía y los Comandantes Manuel y Antonio Vásquez fueron los últimos en caer en combate en la noche del 18 de octubre, en la orilla occidental del río Porce, en la finca El Astillero; sus cadáveres fueron expuestos ante la prensa en el campo de fútbol de la IV Brigada en Medellín, para desaparecerlos luego, como hicieron casi todos los guerrilleros que cayeron en la Operación Anorí; 47 años después de su muerte en combate, al igual que los restos del Padre Camilo Torres, siguen sin aparecer sus cadáveres.
Los testimonios de los sobrevivientes
A.C.: ¿Qué responsabilidad tenía cuando se da lo de Anorí? ¿Qué tanto pudo conocer de lo acontecido?
N.R.: era el primer mando de una guerrilla de 30 unidades desde el 24 de enero de 1973, cuando muere en un accidente de explosivos el Comandante Luis José Solano Sepúlveda.
A comienzos de 1974 conversé con el Comandante Manuel Pérez, que aunque no estuvo directamente en Anorí, si le correspondió enfrentar el operativo enemigo en El Bagre., donde su campamento fue asaltado y él quedó desperdigado y solo, así le tocó cruzar la Serranía de San Lucas, desde El Bagre hasta San Pablo, en una odisea que él narra luego a la periodista María López Vigil en su libro “Camilo Camina en Colombia”. Otro sobreviviente de este asalto fue el Comandante José Manuel Martínez Quiróz, quien gravemente herido fue capturado y trasladado Amalfi, donde el Ejército tenía concentrados a los capturados en el cerco, lo que le permitió escuchar distintas historias de lo acontecido.
Le recibí también el testimonio a la Compañera Adelfa Ferro, a quien Manuel Vásquez, horas antes del último combate, le dio la orden de separarse del pequeño grupo que quedaba para que saliera a contar la historia de esta gesta a la comandancia del ELN. Al amanecer del 18 de aquel octubre fue capturada por el Ejército, años después pudo narrar en detalle los acontecimientos que vivió al lado de los Comandantes Manuel y Antonio.
En 1976 pude recibir un cuarto testimonio del médico sobreviviente de dicha operación, que estuvo dentro del cerco al quien llamábamos Román.
A.C.: ¿Cuántos compañeros lograron escapar?
N. R.: Sobrevivieron Adelfa Ferro, el médico Román quien se reincorpora a las filas guerrilleras en 1976 y un Sacerdote que luego de la Operación perdió el contacto. Otros combatientes que luego de pagar cárcel se reencontraron con sus familias y siguieron aportando desde la base.
A.C.: ¿Quedaron relatos escritos de esta gesta?
N.R.: Román escribió un informe detallado, lo mismo hicieron Adelfa y José Manuel Martínez, pero todos se perdieron en los trajines posteriores de la Guerra, escrito solo queda el testimonio de Manuel Pérez a María López Vigil.
El despliegue guerrillero
A.C.: ¿Cuál era el plan global para llegar hasta el Nudo de Paramillo?
N.R.: hasta 1972 el ELN estaba concentrado en el Sur de Bolívar, luego se despliega en tres direcciones hacia regiones estratégicas; se realizan las tomas de los poblados de San Pablo en el Sur de Bolívar, Remedios, Santa Isabel y Otú en el Nordeste Antioqueño, junto a dos emboscadas ahí mismo donde mueren 9 militares, recuperándose su armamento; otra emboscada hecha en La Fortuna, Santander, deja herido un Mayor y da de baja al Capitán Obdulio Niño Sierra, Comandante de la Base Militar de San Vicente de Chucurí.
A.C.: ¿Por qué quedaron atrapados entre los río Porce y Nechí?
N.R.: en esos meses de fuertes lluvias era de alto riesgo cruzar esa zona por lo caudaloso de los dos ríos que se convierten obstáculos naturales, los campesinos usan cuerdas metálicas como única manera de cruzarlos. Cruzar el área entre estos ríos requiere de tres marchas guerrilleras hasta cruzar el Nechí, luego deberían descender al río Cauca, atravesar la carretera Medellín-Barranquilla y finalmente escalar la Cordillera Occidental hacia El Nudo de Paramillo.
A lo riesgoso del desplazamiento hay que sumar el desconocimiento del terreno y la ausencia de un trabajo político entre la población. Alfonso Vera, quien hizo parte de tres exploradores que previamente cruzaron esta área, desertó el segundo día de marcha del grupo del Comandante Antonio, enseguida fue capturado por el Ejército y bajo torturas entregó la información de cuántos guerrilleros se desplazaban, quiénes eran sus mandos, cuál era la ruta y por donde se proponían cruzar el río Nechí.
El Ejército colocó tropas a las orillas de los dos ríos y montó emboscadas por donde se tenía previsto el cruce del Nechí. Román relata que guiados por un segundo baquiano, en el tercer día de marcha a las 5 de la tarde llegaron a 100 metros de la cuerda, por donde al día siguiente temprano debían cruzar el río. Una escuadra enviada a comprar una res fue detectada y seguida por el Ejército hasta donde estaba el grueso de la columna, a la que atacó, arrinconando los compañeros contra el río. En medio de la sorpresa los compañeros quedaron desperdigados, murieron unos 12 y otros en la confusión se lanzaron al río y se ahogaron.
A.C.: ¿Cómo combatió el resto de la guerrilla?
N.R: Manuel Vásquez y 20 compañeros a una marcha de distancia, al observar el vuelo de los helicópteros descargando tropas y ametrallando las montañas, dedujo que algo grave le había ocurrido al grupo de Antonio y cambió el rumbo, tomó una ruta paralela a los dos ríos, pero chocó con el Ejército, donde murieron tres compañeros de su vanguardia, 5 más quedaron dispersos, y quedó separado de Alonso, uno de los mandos operativos más experimentados. Luego por las noticias de la radio supo del golpe a Antonio y por los movimientos del enemigo fue consciente que estaba dentro de un cerco táctico enemigo.
Dice Adelfa Ferro que a partir de ese momento el afán de Manuel fue hacer contacto con Antonio, cada día los dos grupos sufrían los rigores del cerco y aunque le causaban bajas al enemigo, ellos también las recibían. Cerca de la finca El Astillero, a orillas del Porce, el 15 de octubre cuando oscurecía, Efrén le hizo señas al Comandante Manuel, que dos personas se acercaban, eran el Comandante Antonio y Lucía, su compañera; fue un momento de profunda alegría para todos.
El día 16 Manuel, Antonio, Lucía, Efrén y Adelfa descendieron a la orilla del río Porce, por la noche Manuel le ordena a Adelfa que se separe del grupo y tome el camino hacia el casco urbano de Anorí; el 17 a las 8 de la mañana ella escucha un nutrido tiroteo cerca, como de un un choque con el grupo guerrillero que quedaba, una hora más tarde es capturada, golpeada y ultrajada, la llevan a Anorí y dos días después la remiten a un hospital de Medellín. El 18 en la mañana muere Efrén y al amanecer del 19, los medios de comunicación anuncian la muerte de los Comandantes Manuel, Antonio y Lucía.
El legado de los héroes de Anorí
A.C.: ¿Cómo han sido las racionalizaciones de esta Operación enemiga?
N.R.: Esta dolorosa lección demuestra de que están hechos los hombres y mujeres del ELN y eso lo reconoció en su momento el mismo enemigo y lo ratifica la población de Anorí. A pesar de lo fuerte del golpe, la realidad demostró la imposibilidad de que esta fuerza insurgente pueda ser aniquilada por la vía militar, dada la inquebrantable decisión revolucionaria de los hombres y mujeres que la conforman. El ELN persistió, logró recuperarse, multiplicarse y ser una fuerza actuante en el país.
El análisis crítico posterior nos llevó a concluir que haber ingresado toda la Columna en la región comprendida entre los ríos Porce y Nechí, fue un error táctico debido a la escasa relación con la población y el poco conocimiento del terreno, factores determinantes que se colocaron en contra. El heroísmo, la lealtad y la valentía son parte importante de la lección de Anorí, con estos y otros valores humanos y revolucionarios nos seguimos formando las mujeres y los hombres del ELN. El gran legado de los Comandantes Manuel y Antonio Vásquez, y de las y los guerrilleros bajo su mando, es haber cumplido fiel y literalmente con la consigna de ¡ni un paso atrás, liberación o muerte!
A.C.: ¿Por qué compuso la canción La samba de Anorí?
N.R.: El arte es cambio, lucha, historia, rebeldía, componemos y cantamos con el sentimiento, con el corazón, con el mismo sentimiento que empuñamos las armas, que caminamos junto a las luchas populares y dedicamos la vida a una causa por el bienestar de la humanidad, nos inspiramos para entonar los cantos que muestran la identidad insurgente, porque el ELN también es arte.