Representantes de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, la Central Autónoma de Trabajadores, CAT, la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile, FECH y la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, hicieron el 25 de abril un llamado a todos los chilenos a participar en una concentración este 1 de mayo en la Alameda […]
Representantes de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, la Central Autónoma de Trabajadores, CAT, la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile, FECH y la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, hicieron el 25 de abril un llamado a todos los chilenos a participar en una concentración este 1 de mayo en la Alameda de Santiago. El presidente de la CUT, Arturo Martínez, dijo que el país no está bien, «aunque algunos digan lo contrario». Por eso indicó que «hay que generar un movimiento amplio para conseguir justicia social y verdadera democracia, con cambios a la Constitución». Precisó que los sectores ciudadanos perjudicados por el actual modelo económico y político, deben manifestarse en la calle, «exigir a las precandidatas y candidatos ideas para cambiar las precarias condiciones de vida que imperan en el país». El máximo dirigente de la CUT dijo a Crónica Digital que «el problema de Chile no es el tema del crecimiento, sino de la mala distribución de las riquezas, de las injusticias sociales, del desempleo, del desamparo de los trabajadores», recalcó, tras subrayar que los únicos beneficiados con ello han sido las grandes empresas privadas. Sobre la exigencia de una nueva Carta Magna, Martínez, apuntó que la Constitución política tiene un marcado tinte antidemocrático y excluyente, «fue impuesta por el dictador Augusto Pinochet en la década de los 80 y mantiene sus postulados fundamentales a casi 15 años del derrocamiento del régimen militar». «Tenemos una Constitución política que no permite que en el Parlamento estén representados todos los sectores del país, tanto políticos como sociales y que facilita que dos bloques de partidos controlen la política nacional», sostuvo el dirigente. En tanto, el presidente de la CAT, Pedro Robles, expresó que su organización aceptó la invitación realizada por la CUT no sólo para asistir al acto en Alameda, sino, para «concretar un trabajo conjunto que signifique cambiar el actual sistema económico y político que se impone». Precisó, que hoy en Chile existen dos países, uno beneficiado con el modelo, con los actuales índices de crecimiento y otro mayoritario que se mantiene marginado de esta supuesta bonanza pregonada por el gobierno y los empresarios. Al respecto, el presidente de la FECH, Felipe Melo, realizó un llamado a los jóvenes a participar en la marcha y posterior acto central en Alameda, ya que las reivindicaciones políticas y sociales son comunes, entre estudiantes y trabajadores son comunes. «Existe la problemática que afecta a los universitarios, quienes por las nuevas ideas del gobierno, tienen escasas facilidades para poder acceder a la educación superior», explicó el dirigente estudiantil. Melo, advirtió que existe una iniciativa gubernamental que busca la privatización total del sistema de financiamiento público al permitir a la banca dar créditos con el aval del Estado. La semana pasada miles de estudiantes protestaron en todo el país, en contra de una ley que privatiza la educación chilena. El presidente de la FECH, exigió que se tomen en cuenta sus reparos ante la ley y «se pueda avanzar en un sistema de financiamiento para el sector privado, pero sin afectar el sistema público». Para Melo lo que el Gobierno está intentando hacer es «pasar gato por liebre, ya que al hacer extensivo este nuevo sistema de financiamiento privado al sector público, lo que se quiere es terminar progresivamente con el Fondo de Crédito Solidario y que afectará a las familias que tienen a sus hijos estudiando una carrera». En tanto, la presidenta de la Agrupación de la AFDD, Lorena Pizarro, informó que las organizaciones humanitarias se unirán a las actividades impulsadas por la CUT en el Día del Trabajador, llevando consigo sus propias reivindicaciones, que son la Verdad y la Justicia para los familiares que sufrieron la represión de la dictadura de la dictadura de Pinochet (1973-90). Fuentes sindicales señalaron a Crónica Digital, que este 1 de mayo se espera reunir a más de 80 000 chilenos en Santiago y en todo el país a más de 100 mil.