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Otoniel no fue capturado

Fuentes: Rebelión

Al comandante Uriel del ejército de liberación nacional un francotirador lo asesinó en su campamento y ese era el objetivo, en ningún caso capturarlo.

A Raúl Reyes de las FARC lo bombardearon en el Ecuador, por la aviación colombiana, el objetivo era asesinarlo y exterminar todo el campamento guerrillero lo que lograron. No iban por su captura. Su cuerpo destrozado fue exhibido por la prensa.

Alfonso Cano, jefe de las FARC, bombardeado y luego asesinado. Pudieron capturarlo, pero la orden era asesinarlo según admitió el presidente de turno Juan Manuel Santos.

A Ernesto Ché Guevara lo capturaron y acto seguido lo ejecutaron sin juicio previo alguno, por órdenes del pentágono de los Estados Unidos al ejército boliviano.

A los niños y jóvenes ubicados en campamentos guerrilleros se les bombardea sin miramiento alguno porque son máquinas de guerra. La orden es matarlos no capturarlos. Asesinan al presidente de Haití y decían que iban era a capturarlo. Asesinan colombianos en el extranjero, crímenes realizados por paramilitares uribistas. 

Pero el modus operandi cambia cuándo se trata de Otoniel el jefe narcoparamilitar del clan del golfo.

Veamos. En este caso no hay bombardeo a su campamento, no se observa movimientos de helicópteros de combate y desembarque de soldados de los mismos. No se escuchan disparos, ni bombas, ni explosiones. No hay gritos, ni heridos, ni muertos en el supuesto operativo, no incautan armas de ninguna índole.

Otoniel aparece sonriente, vestido sin evidencia de combate. Está tranquilo y hasta luce su tapabocas recién comprado. No tiene una sola magulladura. No huía de su campamento. No fue perseguido. Estaba esperando a sus captores de una manera pacífica y tranquila. La diferencia en el trato es evidente, es un narcoparamilitar de gran importancia por su colaboración mantenida durante años con el régimen.

Otoniel no fue capturado. No hubo un operativo militar para esa captura. Otoniel los esperó donde habían previamente convenido la entrega y así ocurrió. No fue una captura, o mejor dicho, la captura se produce por una entrega voluntaria posiblemente fruto de una negociación. El gobierno de Colombia necesita lavar su cara ante Washington por el asunto de las drogas. Qué no saquen pecho la fiscalía, los militares y el gobierno de Iván Duque. Todos sabemos que ellos no tienen interés en combatir el clan del golfo. Aquí el interés es otro. No es una captura para hacer justicia a las víctimas, es una entrega voluntaria porque detrás de esto se mueven intereses profundos del régimen narco paramilitar colombiano.

Lo que han manifestado desde Washington en el sentido que ya no habrá más muerte de líderes sociales en Colombia es una falacia, el clan del golfo continúa intacto. El régimen seguirá en su política criminal de asesinato sistemático de opositores en este país. De hecho lo están haciendo en el extranjero, en Europa y especialmente en Suiza dónde han asesinado ya exiliados colombianos por paramilitares que se encuentran ubicados en aquellos países para continuar la política criminal del régimen en cualquier lugar del mundo.

Lo de Otoniel es una farsa muy bien montada, realizada en el momento justo en qué el gobierno colombiano se encuentra en el más bajo nivel de popularidad y además en crisis con los Estados Unidos por sus desacertadas políticas y por su injerencia en las elecciones de aquel país a favor de Donald Trump. Necesitan hacer esto para lavar su cara y para obtener el apoyo de Biden. No es política antidrogas porque los cultivos seguirán creciendo cómo lo hacen hasta el día de hoy. No es para resarcir a las víctimas ya que Otoniel será enviado en extradición a los Estados Unidos para que los gringos cambien su actitud frente al gobierno actual. Seguramente habrá negociaciones y preacuerdos por parte de Otoniel en los Estados Unidos para obtener una pena muy baja y de este modo burlarse del pueblo de Colombia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.