Al terminar el año persiste la movilización ciudadana que reclama cambios, mientras el Gobierno prosigue administrando el país a favor de un puñado de grandes capitalistas, sordera que crea condiciones para que la presión social crezca en 2020. Los sectores movilizados le están diciendo a las clases dominantes que su modelo económico fracasó por chupasangre […]
Al terminar el año persiste la movilización ciudadana que reclama cambios, mientras el Gobierno prosigue administrando el país a favor de un puñado de grandes capitalistas, sordera que crea condiciones para que la presión social crezca en 2020.
Los sectores movilizados le están diciendo a las clases dominantes que su modelo económico fracasó por chupasangre y depredador; pero la respuesta de la élite es aprobar nuevos impuestos para las mayorías y multimillonarias exenciones a los súper ricos, con lo que recrudece la desigualdad social.
El estallido social pacífico en curso le dice a las élites que deben buscar la paz completa, cesar en el exterminio de líderes populares y dejar de dar trato de guerra a la protesta social; en cambio lo que recibe es el anuncio de la militarización de las calles, el refuerzo del ESMAD y el ascenso de Generales responsables del asesinato de civiles inocentes e indefensos.
De tiempo atrás la ciudadanía ha dado un ultimátum al régimen para que deje de ser corrupto, pero en 16 meses de Gobierno de Uribe y Duque no han movido un dedo para concretar la lucha anti corrupción … ahora acaban de anunciar su preocupación por el hurto callejero.
Otra exigencia de las mayorías es que las clases dominantes dejen de ser incondicionales a los intereses foráneos y defiendan el interés nacional, reclamo que no atienden, para proseguir imponiendo una letal Competitividad Tributaria para atraer un capital extranjero, que apenas saquea nuestros bienes naturales y públicos, sin crear empleo ni dejar regalías justas.
Para colocarle fin al mal Gobierno, los movilizados le exigen al Estado que cumpla acuerdos anteriores, y desarrolle un diálogo y una negociación con el Comité Nacional de Paro, que concluya en un Acuerdo Nacional.
La anterior Agenda «es mucho pedir» según dicen los cabezas del régimen, por esto su respuesta sigue siendo expedir leyes anti sociales y tratar de sofocar los reclamos con represión, pero si las élites tuvieran algo de grandeza se dispondrían a «barajar y repartir de otro modo», voluntad que hasta ahora no demuestran.
Es de esperar que en 2020 la movilización ciudadana hará mayor presión social, para abrirle paso a la paz con justicia social, la democratización y la soberanía del país, porque con la lucha popular: ¡Otra Colombia si es posible!