Revisado por Caty R.
«Bienaventurados…
los que padecen persecución por la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos»(Mateo, 5:10)
«…Tiene sentido, ya que los Palestinos son los verdaderos descendientes del Israel Bíblico, de la gente indígena que abrazo la fe de Cristo y de Muhammad y permaneció en la Tierra Santa para siempre. Los israelitas saben esto bien»
(Israel Shamir. El retorno de un caballero)
Fundado en 1994, Dabke Asayel (originario, nativo) ha realizado espectáculos en su país y en el extranjero para contribuir a preservar y mantener nuestra identidad y patrimonio a través de una de las expresiones, la danza, del milenario arte palestino en la sociedad contemporánea.
El conjunto autóctono, nativo de Palestina, interpretó diversos bailes como «La boda palestina», «La alegría», y «Al Bal Haifa» (Haifa en mi corazón) en el Salón de Honor del Congreso Nacional de Chile, donde se llevó a cabo el acto cultural «Palestina saluda a Chile», para agradecer el reconocimiento del Estado Palestino. Así, el presidente del Senado Camilo Escalona, como el de la Cámara de Diputados Cristián Monckeberg, recibieron la Condecoración Escudo de Jerusalén y manifestaron una vez más de forma coherente su solidaridad con el compromiso de Chile hacia Palestina en dirección a una paz basada en la justicia, esto es, acabar con la ocupación militar extranjera en tierras ancestralmente palestinas de acuerdo con el Derecho Internacional y todas las Resoluciones de las Naciones Unidas no respetadas e incumplidas, desde hace más de 64 años, por parte de la potencia militar ocupante sionista-israelí, la cual se niega permanentemente a lograr la tan ansiada e insistentemente buscada paz por parte del pueblo palestino, pese a que éste ya ha cedido más del 78% de la Palestina Histórica.
La paz mundial está basada en el fin de la ocupación militar extranjera y en la devolución y restitución de Palestina como Estado libre e independiente, como todos los países de este mundo.
El grupo artístico está formado por jóvenes palestinos de ambas religiones y sexos originarios de ciudades palestinas ancestrales como nuestra capital, Jerusalén (Al Q’uds), Ramallah, Bir Zeit, Hebrón (El Jalil), etc.
Todos son estudiantes y profesionales que van desde la Ingeniería a la Medicina. Algunos han sido arrestados por las fuerzas de ocupación militares extranjeras en Palestina solo por el hecho de ser palestinos y preservar nuestra identidad palestina.
Sin embargo, y a pesar de todo el sufrimiento del gueto y el encierro que la potencia ocupante en Palestina impone y persiste en mantener intentando de esta forma cansar, agotar y humillar al pueblo palestino en nuestra propia tierra, ellos llevan al pueblo palestino de la diáspora que vive en el exilio continuo, forzado y en contra de su voluntad, así como a todo el mundo, un mensaje modelo y ejemplar con su sola presencia y sus sonrisas, del significado de la vida, del buen corazón y bondad, del respeto y libertad, paz y justicia, de la alegría, del afecto, amor y cuidado a nuestros hijos y del tan fuertemente arraigado sentido de respeto y protección a las mujeres en nuestra sociedad palestina.
En definitiva, el sionismo ha usurpado nuestras tierras, ha violado a nuestras mujeres, ha encerrado a todo nuestro pueblo, que resiste como puede, y ha exiliado al resto. Su intención, lo que antaño expresó el europeo-polaco de ideología sionista David Ben-Gurion, en su amoral frase, como aquél que sabe y se encuentra consciente del delito que comete, pero espera que pase como si nada, robar, masacrar y/o expulsar a todo un pueblo en total impunidad…
«Los viejos morirán y los jóvenes olvidarán», no lo han logrado ni lo lograrán, podrán aniquilar nuestros cuerpos, nos enviarán al exilio, pero el espíritu esencial de nuestro pueblo, que radica en nuestro corazón y en nuestra mente, transmitido de generación en generación de palestinos, se mantendrá impenetrable e indestructible.
Nelly Mazourka es psicóloga clínica, Universidad de Chile.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.