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¿Para qué una Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores?

Fuentes: Rebelión

Frente al vacío de una central sindical que defendiera exclusivamente los intereses de los trabajadores y trabajadoras (y no los intereses patronales ni del Estado), un grupo de dirigentes nos volcamos a la tarea de reunir a sindicatos, federaciones y confederaciones que tomó un año aproximadamente, para por fin fundar la Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras.

La Central se apellida Clasista de Trabajadores y Trabajadoras, debido a que en la sociedad existen clases sociales determinadas por el rol que cumplen en la producción: una ínfima minoría es dueña de los medios de producción (tecnología, materias primas, infraestructura y dinero para invertir), mientras que otra inmensa mayoría sólo tenemos para vender nuestra capacidad de trabajar para sobrevivir (capital v/s trabajo).

Pues bien, nos llamamos clasistas de trabajadores porque pertenecemos al sector que vende su fuerza de trabajo a los dueños de las empresas, mientras que éstos, para producir bienes y servicios, necesitan comprar nuestra fuerza de trabajo para elaborar mercancías y obtener sus ganancias privadas, pagándonos a los trabajadores el salario más bajo que puedan, o que toleremos.  Por tanto, la Central Clasista estamos para defender los intereses de las y los trabajadores porque somos de una misma clase, la clase social que no es dueña de las empresas ni del Estado. 

La Central nace debido a que al término de la dictadura, la finalidad de los gobiernos que la sucedieron fue consolidar el modelo económico neoliberal, un objetivo que cumplieron con la consolidación de los grandes grupos económicos en Chile, los cuales pasaron a constituirse y sostener el modelo neoliberal capitalista actualmente imperante.

Al respecto, las centrales sindicales existentes durante el período fueron parte de este proceso, en complicidad con los gobiernos “democráticos” de turno. ¿Cómo? Las multisindicales permitieron el establecimiento de cambios en el código laboral, que ya era profundamente antisocial, en perjuicio de los trabajadores, lo que resultó en la legalización de la precarización del empleo. Fue entre 1990 y ahora, que se oficializó  el trabajo a honorario, la subcontratación, las leyes que flexibilizan la jornada laboral y un conjunto de medidas para terminar con cualquier obstáculo que se cruce en el camino de las ganancias de los grandes empresarios a costa de la explotación de las y los trabajadores. Frente al vacío de una central sindical que defendiera exclusivamente los intereses de los trabajadores y trabajadoras (y no los intereses patronales ni del Estado), un grupo de dirigentes nos volcamos a la tarea de reunir a sindicatos, federaciones y confederaciones que tomó un año aproximadamente, para por fin fundar la Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras.

Sobre sus principios y objetivos, nuestra Central sindical se declara anticapitalista, antipatriarcal, defensora integral de los derechos humanos, sindicales, sociales, culturales, laborales y económicos del pueblo trabajador. Funcionamos mediante la democracia sindical, y solidarizamos con los pueblos originarios, la emancipación plena de la mujer, la diversidad sexual y toda forma de opresión de unos sobre otros. Asimismo, reconocemos los ámbitos territoriales y culturales, y estamos comprometidos en la lucha y denuncia contra la precarización del empleo, como el subcontrato, el empleo a honorarios, el trabajo informal, las jornadas laborales humillantes. Estamos jugados por recuperar el derecho de la negociación colectiva; el derecho real al trabajo y a terminar con el artículo 161 sobre despidos por necesidades de las empresas; buscamos la negociación por rama de actividad económica; y poner fin al actual código del trabajo y reemplazarlo por uno que responda a los intereses genuinos de los trabajadores y trabajadoras.

La tarea de la Central Clasista es histórica, y debemos estar a su altura. Debemos levantar un movimiento de la clase trabajadora y el pueblo. Por ahora, llamamos a los más concientes para formar este año un equipo de dirigentes que fortalezcan la Central Clasista. Llamamos a los más convencidos a unirnos en un proceso en torno a la centralidad de las fuerzas para hacer los grandes cambios que tanto necesitamos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.