El pasado miércoles 13 de Julio, Estíbaliz Madariaga, cooperante con Colombia fue amenazada por los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a través de un correo electrónico. La cooperante, que tenía previsto visitar el país latinoamericano para participar en un proyecto educativo para adultos invitada por una organización colombiana se ha visto obligada […]
El pasado miércoles 13 de Julio, Estíbaliz Madariaga, cooperante con Colombia fue amenazada por los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a través de un correo electrónico. La cooperante, que tenía previsto visitar el país latinoamericano para participar en un proyecto educativo para adultos invitada por una organización colombiana se ha visto obligada a suspender la visita debido a las dos amenazas recibidas la pasada semana. No es la primera vez que se dan amenazas de este tipo a ciudadanos de otros países comprometidos con la situación de Colombia por parte de las fuerzas paramilitares, pero en este caso, el hecho coincide con la visita diplomática al Estado español del mandatario colombiano Álvaro Uribe.
Mientras Uribe era recibido y elogiado en Madrid por el conjunto de la clase política española -especialmente bien recibido por la derecha española- la cooperante vasca Estíbaliz Madariaga, miembro de la Red Europea de Hermandad y Solidaridad con Colombia, recibía dos amenazas vía correo electrónico firmadas por el Bloque Martín Llanos de las AUC de Bogotá. Las amenazas, a las cuales ha tenido acceso L’AVANÇ van enfocadas al hecho de que Madariaga tenía previsto viajar a Colombia por tercera vez en condición de cooperante internacional. Además, según han denunciado en una nota de prensa multitud de organizaciones sociales y políticas colombianas y europeas, tanto las fechas del viaje como el hecho de que no fuese la primera vez que la ciudadana vasca visitaba Colombia, eran informaciones de las cuales únicamente disponía la embajada de Colombia en el Estado español, ya que Madariaga tramitó allí su visado de cooperante. Curiosamente, estos datos aparecian en las amenazas firmadas por las AUC. ¿Cómo es posible entonces que esta información de la cual sólo disponía la embajada de Colombia haya llegado de repente a las manos de los paramilitares de Bogotá? La nota de prensa denuncia también la colaboración económica del gobierno español con el colombiano a pesar de la grave situación de los derechos humanos en el país latinoamericano denunciada en numerosas ocasiones por grupos como Amnistía Internacional.
Uribe y la retórica hacia los derechos humanos La situación de Colombia ha sido denunciada no sólo por grupos de defensa de los derechos humanos, sino que también ha contado con la denuncia de organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Parlamento Europeo cuando recibió la última visita de Uribe. Durante aquella visita muchos eurodiputados abandonaron el hemiciclo para protestar por la presencia del presidente colombiano. A pesar de ello, durante la última visita de Uribe al Estado español, el actual presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell no dudó en hacer la presentación de una conferencia pública del mandatario colombiano organizada por el Foro Nueva Economía, en la que Borrell apoyó la política llevada a cabo por el gobierno colombiano, en especial la polémica Ley de Justícia y Paz.
Y es que Uribe ha aplicado en su país al pie de la letra la retórica propia de la administración Bush en materia de política antiterrorista y de guerra al terrorismo: si no estás con nosotros eres nuestro enemigo . Es por ello que el gobierno colombiano considera la defensa de los derechos humanos como una colaboración directa con la insurgencia armada de las FARC y del ELN. Si añadimos a estas afirmaciones gratuitas, propias de la retórica habitual uribista, las actividades armadas de los paras de las AUC podemos explicarnos casos como el de Estíbaliz Madariaga. De hecho no es el único caso ni el más grave: los asesinatos de los cooperantes internacionales Íñigo Egiluz y Daniel Gillard han quedado en la más flagrante impunidad.