Para el 25 de abril de este año se ha previsto por los Movimientos y Organizaciones Étnicas, Sociales, Sindicales y Políticas de Colombia, la realización de un paro cívico nacional contra el nefasto Plan Nacional de Desarrollo que será la guía programática del gobierno neoliberal de Iván Duque. Esta nueva jornada de acción colectiva se […]
Para el 25 de abril de este año se ha previsto por los Movimientos y Organizaciones Étnicas, Sociales, Sindicales y Políticas de Colombia, la realización de un paro cívico nacional contra el nefasto Plan Nacional de Desarrollo que será la guía programática del gobierno neoliberal de Iván Duque.
Esta nueva jornada de acción colectiva se programó en el Encuentro nacional de organizaciones sociales y políticas realizado el pasado mes de febrero en Bogotá, en el que participaron 400 delegados en representación de 180 organizaciones del orden nacional y regional.
La movilización popular se concentra en la denuncia y exigencia de suspensión del trámite del Plan de Desarrollo «Pacto por Colombia, pacto por la equidad».
Dicho Plan es una agenda regresiva que afecta gravemente a la sociedad colombiana pues se trata de un paquete de medidas que lesionan los derechos fundamentales de la ciudadanía.
El Plan tiene las siguientes medidas de corte regresivo y antipopular.
Veamos.
En el articulado se introdujo camuflada otra reforma tributaria para exonerar a los más ricos y gravar a los más pobres y a las clases medias, con mayores tributos. Por esa vía pretenden recaudar otros 8 billones de pesos.
En el texto se proyecta una reforma del Estado y la administración pública para fortalecer el autoritarismo presidencial de la derecha uribista, vulnerando por lo demás la división de poderes y los controles sociales al ejercicio de la función pública.
Este Plan desconoce de manera tajante los Acuerdos de paz firmados por el Estado con las Farc. Su financiación prevista en el Plan Marco de Implementación de los Acuerdos se ignora de manera abierta y descarada como parte del macabro proyecto de hacer trizas la paz, potenciando de esa manera el exterminio de los líderes sociales y los procesos de desplazamientos que en el actual momento golpean gravemente a las comunidades indígenas y afrodescendientes de todo el país.
El PND de Duque amplia los privilegios a los grupos financieros mediante una reforma pensional que golpea los derechos adquiridos por los trabajadores colombianos durante varias décadas.
A lo largo de los 345 artículos de esta carta neoliberal y biopolitica se cercena la autonomía de las regiones mediante cambios drásticos al Sistema General de Regalías centralizando y desviando los recursos originados en la industria petrolera y minera.
La protesta legitima del movimiento popular colombiano con este paro del 25 de abril levanta las banderas del dialogo para poner fin al conflicto armado con el ELN.
Exige la implementación rigurosa de los pactos de paz firmados por el Estado, demanda el respeto por la Justicia Especial de paz, la ejecución de la Reforma Rural Integral, la aprobación de las circunscripciones especiales de paz para las víctimas, las garantías para la oposición, las libertades y derechos democráticos y la atención a las víctimas del conflicto.
Entre las banderas de la acción colectiva del 25 de abril está el respeto por la soberanía del Estado venezolano y el ejercicio de políticas de diálogo y concertación con el gobierno bolivariano que descarten la guerra y el intervencionismo del gobierno imperial del señor Trump.
El paro que se dará en dos semanas tiene como contexto una aguda crisis de gobernabilidad y gobernanza del régimen uribista del señor Duque, afectado nuevamente por el descrédito que registran los últimos estudios de opinión.
La potencia del movimiento en curso se verá apalancada por la unidad y la convergencia de las diversas expresiones del mundo social y popular colombiano.
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