A Manuel Gutiérrez, de sólo 16 años Hasta granizos y nevazones tuvo Santiago en este extraño agosto. La película de Wood Violeta se fue a los cielos fue de inmediato éxito de taquilla, con su carga del Chile profundo de los 50. En una islita del archipiélago de Chiloé llamada Coldita, los ratones se comieron […]
A Manuel Gutiérrez, de sólo 16 años
Hasta granizos y nevazones tuvo Santiago en este extraño agosto. La película de Wood Violeta se fue a los cielos fue de inmediato éxito de taquilla, con su carga del Chile profundo de los 50. En una islita del archipiélago de Chiloé llamada Coldita, los ratones se comieron los cables de uno de los dos computadores en la única escuela y sus nueve estudiantes se encuentran movilizados por diversas carencias junto a sus familiares y profesora, la vocera de ese movimiento Claudia Llancolahuen cursa el 4to básico, tiene nueve años y se lo cuenta al mundo por Youtube.
¿Qué esta pasando? ¿Cómo poder entender que el mejor de los alumnos de la receta neoliberal en todo el continente, tenga problemas y el consumo ya no sea suficiente para mantener felices a sus habitantes?
Resulta pretencioso creer y hacer creer que podríamos explicar todo lo que está sucediendo en este invierno-primavera. Quizás un elemental sentido de honradez, sería reconocer un margen demasiado significativo de incerteza y asombro.
Algunos, apresuradamente quisieran colgar al movimiento estudiantil y social en curso, propósitos maximalistas elucubrados al calor de la discusión teórica o el más ramplón de los voluntarismos; queriendo actuar con la vieja lógica del comisario que pautea oculto los próximos pasos que otros deberían ejecutar. Mientras simultáneamente, hay quienes aún no reaccionan, de la extensa siesta de esta eterna transición.
Lo primero a valorar es la permanencia de este movimiento por el cambio estructural de la educación pública que ya no duró un pingüinazo ni tampoco lo repitió, sino que supo aprender de este. Pero si permanecer en el tiempo desde fines de mayo hasta agosto es ya un gran logro, hacerlo evitando desgastarse y ampliando influencias y convocatorias es una conquista mayor. De movimiento estudiantil a ciudadano con cacerolazos y protestas comunales. De estudiantil público de las universidades del Consejo de Rectores a lograr conmocionar al conjunto del mundo universitario con diversas expresiones como el DUOC. De los secundarios municipalizados a los subvencionados y particulares de todas las calañas.
Esta conmoción que ya entera varios meses y que tuvo su introducción con las espontaneas y multitudinarias manifestaciones de Hidroaysen apunta al origen espurio de este sistema educacional. Menos Estado es más y mejor negocio privado. Por eso este movimiento parece no equivocarse al vocear «y va caer… la educación de Pinochet». Por ello, tampoco perdona veinte años de gobiernos concertacionistas, porque si lo hiciera, no lograría tener la energía que le de la radicalidad que requiere. El binominal y los quórum calificados no alcanzan para explicar la falta de voluntad, las iniciativas no planteadas más allá del marco parlamentario, la concomitancia de algunos ex ministros o altos personeros integrando directorios, siendo sostenedores o diciendo verdades a medias para no contrariar sus intereses particulares.
En esta bien planificada transición, los cerrojos aún vigentes los pusieron quienes tenían la fuerza de las armas, los aceptaron paradojalmente quienes tenían el respaldo de significativas mayorías y los heredaron y administraron a su antojo los mismos que hoy son gobierno. Y que todavía tienen la impudicia de significarlos como legítimos.
Otra característica que ayuda a explicar la durabilidad de este movimiento es su carácter nacional y la condición descentralizada de su conducción y liderazgo. El mapa de la propia CONFECH resulta estrecho para explicar la diversidad de expresiones, que brotan día a día sin una previa coordinación configurando una agenda riquísima y multifacética a lo largo del país.
Los estudiantes secundarios han actuado como un gran polinizador arrastrando a sus familias y sorprendiendo con iniciativas como la huelga de hambre de los estudiantes del Liceo A 132 de Buin recientemente depuesta, o la de los estudiantes del Liceo Darío Salas que todavía continúan su movimiento de ayuno y que han debido soportar el persistente hostigamiento de carabineros y civiles.
Poco a poco los estudiantes han ido ganando a sus familias, porque más allá de discursos el origen es el endeudamiento y la apuesta implícita es que sus resultados ya no beneficiarán al actual hijo universitario, pero muy probablemente sí al hermano más chico…
La permanencia del movimiento estudiantil también puede explicarse desde su capacidad de inventiva e imaginación. El Lucrin y la Caspiraña de los estudiantes de Farmacia de la Chile. Los disfraces de carabineros con guanacos de cartón y fusiles de palo. La besatón o la maratón en torno a La Moneda, son sólo algunos ejemplos de esta capacidad de reinventarse que constituye una riqueza para extender las audiencias y apoyos más allá de los militantes convencidos y heroicos. Actos y gestos sencillos y posibles.
Quizás ya estarán imaginando una «Parada Militar estudiantil por la Alameda«, «miles de parejas bailando cueca» o un bosque de banderas chilenas en las próximas concentraciones resignificando las Fiestas Patrias del próximo mes. Aquí la dominante ha sido reinventarse y crecer, multiplicarse en marchas que siempre van siendo mayores. Multiplicarse por nuevas ciudades y en asambleas ciudadanas comunales como en San Bernardo o Quilicura, Talcahuano o Ñuñoa sin agotarse en una sola forma.
Y el otro aspecto a prueba es la unidad. ¡Que de esfuerzos se han hecho para dividirlos entre los cercanos o autónomos al PC! ¡Que de esfuerzos por meter la basa entre dirigentes como Camila Vallejo y Giorgio Jackson! ¡Que de intentos de menospreciar o banalizar a Camila desde portadas faranduleras o frases descalificadoras y atemorizantes!
Pero por cierto, no todo es miel sobre hojuelas. El movimiento estudiantil ha debido coincidir con liderazgos desgastados y en cuestionamiento como el de Martínez de la CUT. Porque no hay duda que Cristian Cuevas y Camila Vallejos tienen muchísimo más en común, pero no siempre les será posible escoger con bisturí con quienes les tocara convocar. No menos complejo, son los denodados esfuerzos por implicar a este movimiento masivo, alegre y pacifico con la violencia sin brújula que encapuchada saquea escuelas y municipios, apedrea microbuses con pasajeros o incluso enfrenta a otros manifestantes.
Los jóvenes que destruyen vitrinas, parecieran reflejar su rabia con el modelo neoliberal…quebrándolas porque allí se guardan todos esos productos inaccesibles y deseados. Los «vándalos», «subversivos» y «encapuchados» son parte de este mismo Chile de aparentes éxitos y luces. No llegaron ayer y seguramente tampoco terminaran mañana, configuran una heterogénea composición de frustración, narcotráfico y lumpen que el gobierno busca utilizar para descalificar y reprimir.
Frente a este sorprendente movimiento esta el gobierno de Piñera. El de la Patrulla Juvenil y algunos de los que juraron en Chacarillas como los boys scouts que en esa noche se comprometieron ante el cruel dictador.
Hoy, luego del paro del 24-25 y sin aún dimensionar del todo la muerte de Manuel Gutiérrez, joven estudiante de sólo 16 años, mientras carabineros busca por adelantado blindarse respecto de su responsabilidad en el artero crimen, pareciera que se aproxima el primer momento de efectiva negociación. Pero en esa mesa no podrá faltar la exigencia de verdad y justicia para este joven estudiante secundario.
Pareciera que ya esta creada una nueva situación política y por ese forado caben desde la protesta del suboficial Ripetti hasta la de los fiscales. Desde los colectiveros a Isla Riesco. Desde la legalización de la marihuana a las tarjetas de crédito y el DICOM. Incluyendo la demanda de tierra y la autonomía de los mapuches. Porque desde la educación lo que esta en entredicho es el modelo, o sea, la refundación de Chile.
El presidente Piñera puede ser hábil con los números, pero es probadamente torpe con las subjetividades. En su reciente entrevista a El Mercurio le ha hecho el quite al lucro, llamándolo emprendimiento a la vez de afirmar que esta por una «sociedad docente en vez de un Estado docente», todo dentro de la «libertad económica» que tan bien conoce y tantos dividendos le ha brindado en sus propios emprendimientos. Hay desconcierto porque parece no calzar que, todo este descontento ocurra en medio del mayor crecimiento económico de los últimos 16 años y con una inversión del 8.4% sólo en el primer semestre.
La derecha tiembla porque tambalean sus zonas de repliegue logradas en transición. La Concertación vive sus peores días porque esta al margen de la conducción de un movimiento que es similar al NO y que ya difícilmente podrá encabezar. Mientras sus ex ministros de educación hacen un patético desfile justificatorio, siendo su máxima expresión Brunner, el que aún parece creer que es lo mismo ser voz experta que legitima.
La memoria es cosa rara y parece volver de vez en vez por sus fueros. Y marcha Allende y marcha Miguel Enríquez y marcha el Che personificados entre esos miles y miles de jóvenes, como si en instantes como estos debieran estar allí, convocados desde sus rebeldías y luchas, resiliencias y derrotas, historias y leyendas…
Camila Vallejos y su arito en la nariz, junto a su verbo fácil y su facha simboliza otro tiempo. Pero personificar en ella, Giorgio Jackson, Camilo Ballesteros, Freddy Fuentes o Laura Ortiz todo este fenómeno, es simplificarlo para verlo más débil por la vía de reducirlo a un rostro más o menos fotogénico o a un puñado de dirigentes talentosos.
Han transcurrido más de 100 días y recién ahora el interlocutor será el propio presidente Piñera como cabeza no sólo del gobierno, sino incluso como expresión superlativa del lucro.
La posibilidad de ser recibidos en La Moneda por Piñera parece ser más el resultado de la persistencia de las movilizaciones y de la multiplicación de los apoyos que de un esperanzador cambio de visión del presidente respecto al lucro. Es ingenuo esperar reconversión, reciclaje o suicidio. Si el gobierno se sienta a conversar es porque ya no tiene otra opción.
El movimiento por la educación puede continuar movilizado en paralelo con la negociación y la continuidad de las movilizaciones, porque ya abrió el filón de las demandas ciudadanas por plebiscito, nueva constitución y cambio al modelo, o sea, ya se multiplicó más allá de sus demandas originales.
Pero con la negociación y la movilización aún no estará todo dicho. Luego de este 2011 el tema será como se traducirá esta fuerza social en fuerza política. Si se será o no capaz de expresarse en el campo electoral próximo, las municipales del 2012 y las parlamentarias y presidenciales del 2014. Desde ya esta disputa está subterráneamente presente, en medio de las movilizaciones. Desde muy diversos intereses políticos, orgánicos y de sensibilidades la fuerza acumulada por el actual movimiento es un campo en disputa que estará más presente o diluido en los próximos escenarios. A no dudar los silencios y ausencias de hoy se cobraran mañana y ello quedará grabado a fuego a quienquiera sea candidato o candidata a alguna cosa.
Mientras, Violeta continuara cantando: me gustan los estudiantes porque son la levadura del pan que saldrá del horno…