Como guatemalteca que viví la Firma de la Paz Firme y Duradera en mi país y que he visto el retroceso de los Acuerdos de Paz estos 19 años, me pregunto: ¿será distinto en Colombia? ¿Los responsables realmente se comprometerán con el proceso de paz? Porque la paz es un todo en un contexto sociopolítico […]
Como guatemalteca que viví la Firma de la Paz Firme y Duradera en mi país y que he visto el retroceso de los Acuerdos de Paz estos 19 años, me pregunto: ¿será distinto en Colombia? ¿Los responsables realmente se comprometerán con el proceso de paz?
Porque la paz es un todo en un contexto sociopolítico y sociocultural. ¿Qué es lo que ofrecen los implicados a este nuevo proceso de reconciliación? ¿Quiénes son los que realmente están comprometidos con este nuevo amanecer? ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en todo esto?¿A partir de la Firma de la Paz dejarán de desinformar, de manipular y de favorecer a la impunidad?
¿Hasta dónde llegará la responsabilidad y el profesionalismo de un periodismo que tiene que ser independiente y digno y, peor aún comprometido con la democracia de un país en caos? En todo esto el más golpeado es el pueblo marginado y convaleciente de una guerra interna de décadas. Víctima de un sistema inoperante que lo obliga a vivir en la miseria, a morir de hambruna y a padecer los estragos del neoliberalismo. ¿A dónde irán a dar los fondos que utilizaba el gobierno para combatir contra las FARC, los invertirá en ayuda social? ¿Qué es lo que ofrecen las FARC política y culturalmente en este nuevo proceso?
¿Dejarán la injerencia los medios de comunicación internacionales? ¿En dónde se ubica el Uribismo en todo esto?¿Estados Unidos y su embajada que tiene llena de bases militares a Colombia y que ha financiado al gobierno colombiano para que combata a las FARC con el pretexto de una guerra contra el narcotráfico? ¿Las aceptarán como un partido político en el futuro? ¿La Firma de la Paz significa que Colombia buscará los vientos democráticos o continuará por el camino del neoliberalismo? Son muchas las preguntas que tenemos los escépticos y mucho más quienes ya vivimos la burla de un Proceso de Paz que se quedó sólo en el papel.
¿Estará dispuesto a hablar de integración y unidad un sistema patriarcal, misógino, racista y clasista? ¿A quiénes y en qué beneficia la Firma de La Paz? Todos sabemos que una firma, un sello, un fólder de hojas y un apretón de manos para la fotografía icónica no hacen La Paz. La Paz la hacen los pueblos que se comprometen con los procesos democráticos en todos los niveles de la sociedad.
¿Quiénes a partir de este momento dejan de ser el enemigo y el contragolpe para buscar el progreso de un país con múltiples heridas al que le quedan muchas décadas para buscar la sanación? ¿Desaparecerá el paramilitarismo en una Colombia golpeada por las desapariciones forzadas, la hambruna, la miseria y la exclusión? Una Colombia que obliga a pueblos enteros a la movilidad interna para salvar sus vidas de la violencia en la línea de fuego.
¿Qué le espera a Colombia? ¿Será de papel solamente y se archivará o el gobierno, las FARC, los medios de comunicación y la sociedad se comprometerán en la reconstrucción de un tejido social destruido por el Conflicto Armado Interno?
Hablaremos de esto dentro de 20 años, ojalá y no sea una aspiración que se quede solo en el papel. Colombia merece vivir en paz y curar sus heridas, salir de la oscuridad de la impunidad para ver la luz de la justicia y el progreso.
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