Don Juan Carlos Délano más conocido como el «choclo Délano», uno de los personajes más poderosos de este país e involucrado en el caso de defraudación al Estado; es decir, estafa al fisco para financiar mañosamente campañas políticas especialmente de la derecha, según The Guardian: «Los padrinos políticos de la derecha chilena» alegó en su […]
Don Juan Carlos Délano más conocido como el «choclo Délano», uno de los personajes más poderosos de este país e involucrado en el caso de defraudación al Estado; es decir, estafa al fisco para financiar mañosamente campañas políticas especialmente de la derecha, según The Guardian: «Los padrinos políticos de la derecha chilena» alegó en su defensa: «PENTA es una máquina para dar trabajo y aportar al progreso de Chile», de acuerdo a esta primera declaración se puede desprender que para los hombres de negocio es legítimo usar cualquier medio para conseguir tan abnegados fines, como por ejemplo dar trabajo a los chilenos, entonces, haciendo un alcance los chilenos que a diario nos ganamos el sustento honradamente ¿debemos entender que para progresar también podríamos usar otros métodos menos ortodoxos?, de ser como lo plantea el señor Délano entonces sería licito que el ladrón de carteras cuando roba lo hace porque está trabajando y contribuyendo al progreso de su familia; alimentarse, pagar su tarjetas de crédito y mandar a su hijos a la escuela, o si simplemente lo hace para comprar drogas también estaría moviendo toda una economía informal que favorecería los índices oficiales de cesantía, los narcotraficante también trabajan y pagan favores a los que los protegen, aunque con ello estén envenenando e hipotecando la vida y el futuro de muchos jóvenes, el chico que es detenido por beber cerveza en la vía pública y es obligado a pagar una multa en el Juzgado de Policía Local también está contribuyendo al crecimiento de la gran empresa de las bebidas alcohólicas y al aumento del Pib per cápita, o cuando alguien no paga su pasaje en el transsantiago está estimulando la creación de empleo vía la contratación de guardias, la niña que gracias a las bondades del capitalismo se prostituye también trabaja y mueve la industria de la pornografía y afines, el empresario cuando roba también trabaja para mantener a su familia y con su aporte malicioso mantiene el establishment, y como manos de vuelta en esta relación pecaminosa de política y negocio finalmente consiguen la impunidad o ser condenados por la justicia a realizar «talleres de ética» que ladrones de baja estola no conseguirían jamás, Al Capone también daba trabajo y con ello movía a la economía hasta cuando terminó transformándose en un peligro para los que lo hacían «legalmente», de acuerdo a esto, según el choclo Délano, todos mueven a la economía en un revoltijo perverso de honrados y ladrones, su tesis se podría fundamentar en que si todos fueran buenos o por lo menos lo intentasen no se justificaría los chanchullos, la religión ni el Estado con sus instituciones y maquinaria de represión.
De acuerdo a la tesis del imputado señor Délano, si PENTA estafó al fisco para financiar a los políticos de la derecha y a algunos de la Nueva Mayoría, para comprar con dinero conciencias, clientelismo político, también estaría moviendo a la economía y a la estabilidad del sistema, su tesis de que en ello no hay delito sería acertada y nadie por robar o engañar a otro debería ir a la cárcel, ni los ratero de poca monta a la más miserables y hacinadas mazmorra ni los ricos el lumpen de cuello y corbata a sus cárceles bip; con canchas de tenis y jacuzzis, todo sería legitimo y los honrados de este país estaríamos equivocados. El mensaje es clarísimo, el problema es que en este relativismo delincuencial no se estaría aplicando la justicia a todos por igual y serían hipotéticamente favorecidos con «salidas institucionales» al puro estilo de la impunidad del caso «pinocheques» o MOP-Gate, no sin antes, para la imagen de la justicia, cargar a los tradicionales y socorridos mandos medios con toda la responsabilidad de los delitos cometidos; engañar a los crédulos, armar una gran maquinarias financiera para literalmente mentir y robar al fisco con nuestros propios fondos de pensiones, con los intereses usureros conque abusivamente castigan bancos y retail a los asalariados aprovechándose de la precariedad laboral y de los paupérrimos salarios y pensiones.
Finalmente es evidente que el señor Délano desea justificar lo injustificable para mantener para beneficio de su clase; usar información ideológicamente falsa, chantajear, sobornar, coimear, traficar con sus influencias familiares (nepotismo) compadres y amigos, usar información privilegiada para acumular riqueza pasando por encima de otros, depredar sin pudor alguno el medio ambiente, explotar a los trabajadores, privilegios del sistema que ellos mismo como los «herederos de Pinochet», los verdaderos dueños de Chile armaron e instalaron en Chile a punta del terror, sangre, sufrimiento de muchos chilenos y chilenas, un sistema espurio e ilegitimo donde a partir de la Constitución de 1980 todo sería justificable, la otra cara de la mano invisible del mercado y la razón tan vigente hoy del tango Cambalache.
El autor es Profesor de Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Egresado de Magister en Educación Universidad Arcis.