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Desmiente las acusaciones del procurador general

Piedad Córdoba denuncia la campaña difamatoria y desestabilizadora

Fuentes: TeleSUR / Prensa Latina

La senadora Piedad Córdoba denunció en Madrid que el conflicto bélico en Colombia está siendo utilizado para desestabilizar los progresos sociales alcanzados por varios gobiernos de América Latina. Córdoba se pronunció en esos términos en un acto de desagravio y solidaridad hacia su persona, organizado en Madrid por una treintena de agrupaciones colombianas y españolas […]

La senadora Piedad Córdoba denunció en Madrid que el conflicto bélico en Colombia está siendo utilizado para desestabilizar los progresos sociales alcanzados por varios gobiernos de América Latina.

Córdoba se pronunció en esos términos en un acto de desagravio y solidaridad hacia su persona, organizado en Madrid por una treintena de agrupaciones colombianas y españolas que exigen su restitución como congresista.

En septiembre último, la dirigente del Partido Liberal fue inhabilitada para ocupar cargos públicos por 18 años, en una controvertida decisión dictada por el procurador general Alejandro Ordóñez.

Entonces fue acusada por la justicia del país suramericano de mantener vínculos con las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo cual ha sido reiteradamente negado por la legisladora.

A su juicio, todas esas acusaciones infundadas forman parte de un plan de desprestigio, persecución, señalamiento y castigo no sólo en su contra, sino también contra líderes progresistas latinoamericanos.

La capacidad de mantener el país en guerra por una elite opuesta al proceso de paz es precisamente utilizada, hoy más que nunca, para perturbar a la región y frenar los avances que se han alcanzado con mucha dificultad, remarcó.

El conflicto colombiano, enfatizó, sirve claramente de excusa para derrocar a Gobiernos progresistas como los instituidos en Bolivia, Ecuador, Venezuela o Argentina.

A pesar de que estamos trabajando por la paz, nuestra batalla es muy compleja, señaló Córdoba, quien acusó al Gobierno de Bogotá de hacer ver como terroristas a todos aquellos que luchan por la reconciliación.

Nos hemos convertido en peligrosos y terroristas precisamente por trabajar por la concordia, ironizó.

Aseveró que la ética es la pérdida más grande que ha sufrido Colombia, donde se quedó atrás la defensa de la vida y el escándalo no escandaliza.

Recordó que en la actualidad 28 millones de personas viven en la más absoluta pobreza, han ocurrido más de cinco mil ejecuciones extrajudiciales y los desaparecidos se cuentan por miles.

La ex senadora, quien participó como mediadora en la entrega unilateral por las FARC de 14 secuestrados, exteriorizó que siente por igual la muerte de un soldado como la de un guerrillero, pues se trata de seres humanos.

Abogó porque cualquier solución al diferendo pase por un diálogo político con las FARC, las cuales, opinó, han demostrado con las entregas unilaterales de rehenes su interés en sentarse a negociar con el Gobierno.

Varios de los oradores en el acto de desagravio coincidieron en que con la destitución de Córdoba, los poderes oligárquicos buscan acabar políticamente con una mujer que representa la opción de la unidad popular en Colombia.