Primero que nada te ruego no considerar esto como una defensa del gobierno de Bachelet, Patricio Valenzuela pone los puntos sobre las íes en otro artículo y eso me basta. Desde POLITIKA intentamos exponer otro modo de ver la realidad que nos ocultan día a día, y con eso ya tenemos bastante: darle la palabra […]
Primero que nada te ruego no considerar esto como una defensa del gobierno de Bachelet, Patricio Valenzuela pone los puntos sobre las íes en otro artículo y eso me basta.
Desde POLITIKA intentamos exponer otro modo de ver la realidad que nos ocultan día a día, y con eso ya tenemos bastante: darle la palabra a los ignorados, a los preteridos, a los ninguneados, es un verdadero apostolado como dijese en su día Horacio, nuestro querido amigo argentino.
Que cada palo aguante su vela pues, nosotros a lo nuestro.
Piñera, me refiero al del Banco de Talca, al cabrito que birló el negocio de las tarjetas de crédito, al capullo que exfiltraron hacia Argentina para sustraerlo a la demasiado indulgente justicia chilena que condena a los rufianes de las farmacias a seguir cursos de Ética, y a un pedófilo a cuatro años de libertad. Nos referimos al mismo que, incrustado en La Moneda y gracias a un fideicomiso ciego (cuando termines de cagarte de la risa sigue leyendo) dobló el monto de su fortuna.
Piñera, ese monumento al tráfico de influencias y a los negocios opacos, se permite criticar al desgobierno actual, estimando que «está cometiendo demasiados errores» (sic).
¿Qué? ¿A este gobierno se le ha escapado algún negociado? ¿Ha hecho algo en favor de los atorrantes? ¿Ha agredido con el pétalo de una rosa a los empresarios? ¿Le puso término al escándalo de la Educación tarifada? ¿Le cobra impuestos al riquerío? ¿Acabó con la estafa de las AFP?
No. desde luego que no. Nada de eso, Piñera no tendría como probarlo. Lo que pasa, según Piñera, es que el gobierno de Bachelet «está aplicando una ideología de un estatismo trasnochado y antiguo como si fuese una verdadera religión».
¿Leí «religión»? De la parte de un menda que no sabía iniciar ni terminar un discurso sin encomendarse a dios, a la virgen María, a los santos apóstoles, y en particular a San Mateo, que en su día fue concesionario de la recolección de impuestos en Galilea por cuenta del ocupante romano, o sea una suerte de yanacona del Imperio… Cualquier semejanza con hechos contemporáneos NO es pura coincidencia…
¿Y la religión del lucro, Piñera? ¿Te dice algo? Lo del tuteo me lo pasas piola, no te vayas a incomodar, ocurre que a quienes me metieron las manos en los bolsillos no logro tratarles de otro modo.
¿No eras tú, Piñerita, el que ofreció un gobierno de excelencia? Lo que -habida cuenta de los resultados- debiese inducirte a un poquillo más de modestia, de reserva, de vergüenza propia.
No obstante, aprovechándote de ser una calamidad en territorio conquistado, en el Club Privado que llaman Chile, intentas construir un regreso a La Moneda con la misma desvergüenza que un cierto Ricardo Lagos, convencido, como él, que basta con hacer como el ET de los cojones, levantar un dedo hacia el cielo y musitar «Casa, casa…».
Hay que padecer la prensa corporativa, al servicio del puñado de privilegiados que se reparte el país, para imaginar siquiera que alguien como tú, Piñerita, ose decir tantas sandeces sin que un periodista de verdad, uno digno de ese oficio, le contradiga, le oponga la realidad de cuatro años de un gobierno de principiantes en la tarea de dirigir los asuntos públicos, acostumbrados como estaban a mangonear en el sector privado.
Entre el interés general, y tu interés privado Piñerita, hay años luz, distancias siderales.
¿Cómo osas hablar de desigualdad, así fuese para enrostrarle a Bachelet su propia inconsecuencia, cuando no cesas de acumular pasta a costa de millones de hogares que se empobrecieron, se endeudaron y se hicieron aún más vulnerables durante tu propio desgobierno?
¿No fuiste tú, Piñerita, el que le ofreció un bono alimentario (sic) de 40 lucas a 1 millón 700 mil familias? ¿Resolviste el problema, Piñerita?
Un rufiancillo socialdemócrata europeo, Tony Blair, dijo alguna vez que la «memoria pública no dura más de siete a ocho días», lo que permitía hacer lo que les saliese de las narices. Puede ser. Ahora Tony Blair cobra directamente de las multinacionales, como los nuestros.
Pero no hay que confiarse Piñerita. Ricardo Lagos, después de irse con «el amor de los empresarios», no logró entusiasmar a nadie, y aún cuando todavía intenta subirse por el chorro no gana altura.
No te olvidamos Piñerita. No te olvidaremos. No pierdes nada por esperar. Tu inversión en este negocito de la política te va a generar pérdidas. Mala cosa. Sin querer darte consejos, busca en otro lado e intenta pasar piola. Mira como le va a Bachelet… podría ser tu futuro, solo que en peor.