El ex gobernante de facto de Chile, Augusto Pinochet, fue internado nuevamente en la víspera de una audiencia que decidirá su desafuero. Pinochet, de 89 años, ingresó al Hospital Militar de Santiago para realizarse exámenes y poco después fue dado de alta. Esta semana, la Corte de Apelaciones decidirá si le quita su inmunidad para […]
El ex gobernante de facto de Chile, Augusto Pinochet, fue internado nuevamente en la víspera de una audiencia que decidirá su desafuero.
Pinochet, de 89 años, ingresó al Hospital Militar de Santiago para realizarse exámenes y poco después fue dado de alta.
Esta semana, la Corte de Apelaciones decidirá si le quita su inmunidad para ser investigado en el caso de la llamada Operación Colombo, que en 1975 encubrió la desaparición de un centenar de opositores por parte de sus servicios de seguridad.
Esta audiencia debió haberse realizado en junio, pero fue postergada luego de que el ex gobernante militar sufriera un desmayo debido a una isquemia cerebral.
Los observadores han llamado la atención sobre el hecho de que los problemas de salud de Pinochet frecuentemente coinciden con audiencias judiciales inminentes, relacionadas con casos de violación de los derechos humanos.
Y se han preguntado si es una casualidad o una coincidencia.
La prensa chilena recordó que el historial de enfermedades y recuperaciones de Pinochet comenzó en marzo de 2000, cuando el ex gobernante regresó a Chile tras casi un año y medio de detención en Londres.
Pinochet había sido liberado por razones humanitarias, porque -según sus abogados- sufría de demencia moderada.
Sin embargo, al bajar del avión en Santiago se levantó de su silla de ruedas y caminó sonriente.
El argumento de la demencia también lo eximió del juicio en relación con el asesinato en Buenos Aires, en 1974, del ex jefe del ejército de Chile, Carlos Prats.
Sucesión de internaciones
A partir de 2001 se sucedieron las internaciones de Pinochet en el Hospital Militar de Santiago.
En julio de ese año, fue hospitalizado por una supuesta demencia cuando esperaba una resolución de la Corte de Apelaciones sobre su responsabilidad en la Caravana de la Muerte. Ese tribunal lo sobreseyó.
Guzmán Tapia, uno de los magistrados que quieren enjuiciar a Pinochet.
Meses después, volvió a ser internado cuando la Corte Suprema debía resolver sobre una apelación a aquel sobreseimiento.
Lo mismo sucedió en diciembre de 2004, cuando el juez Juan Guzmán Tapia quiso interrogarlo antes de resolver su procesamiento por la Operación Cóndor, la coordinación entre las dictaduras del Cono Sur para eliminar a opositores.
En mayo de este año, Pinochet fue hospitalizado tras sufrir un desmayo, lo mismo que un mes después, cuando padeció la isquemia.
En junio la Corte de Apelaciones ya concedió un desafuero para que, si es ratificado por la Corte Suprema, el ex gobernante de facto sea interrogado por sus cuentas secretas en bancos extranjeros.
Pinochet enfrenta unas 300 querellas criminales por su presunta responsabilidad en secuestros, torturas y desapariciones forzadas de opositores ocurridas durante su gobierno (1973-90).