Antes de ser conocido Próspero Pinzón, el general civil comandante de las tropas conservadoras del Norte durante la guerra de los mil días, apodado el «bobo» por sus adversarios, 1.700 de los cuales murieron a machetazos en la carnicería llamada batalla de Palonegro en 1900 (cerca de Bucaramanga) y el ultimo, el general civil liberal […]
Antes de ser conocido Próspero Pinzón, el general civil comandante de las tropas conservadoras del Norte durante la guerra de los mil días, apodado el «bobo» por sus adversarios, 1.700 de los cuales murieron a machetazos en la carnicería llamada batalla de Palonegro en 1900 (cerca de Bucaramanga) y el ultimo, el general civil liberal Rafael Uribe Uribe dado de baja, quince años después, a la mejor manera colombiana de un (hasta hoy) impune hachazo en la cabeza; todos aquellos que llevábamos el apellido Pinzón en Colombia nos decíamos descendientes de los hermanos Pinzones de Huelva España; unos marineros conversos de posible origen Judío (marranos) quienes financiaron y acompañaron a Cristóbal Colon en el descubrimiento de America, y habían tomado en el bautizo católico el nombre de un gorrión conocido en Europa con el nombre de pinzón (fringilla sp).
Cosas de la pureza de sangre y aristocracia impuestas por el colonialismo español que todavía perduran. ¿A quien no le gustaría en Colombia ser invitado al aristocrático «Gun Club» a jugar una partidita de póker con el aristocrático presidente actual, aunque pierda hasta la camisa?
Pero como a los hombres no se les juzga por sus genes sino por sus acciones, el nuevo ministro de Defensa de Colombia Juan Carlos Pinzón Bueno (y no es broma) ya anunció para qué fue puesto ahí por su patrocinador: Para poner (en estos tiempos de profunda crisis económica global) a machar la «locomotora Santista» del jugoso negocio de la guerra geoestratégica que se libra en Colombia y que su antecesor Rivera no pudo o no supo hacer arrancar.
Por algo el maestro de las guerras Imperiales Napoleón Bonaparte, decía que «el ejercito anda como las culebras; sobre el estómago» y para hacerle honor, el ministerio de Defensa colombiano acaba de pedir hoy (14.09 2011) al «honorable» congreso de la república la bobada de 35 mil billones (calculen uds los ceros a la derecha) solo «para la alimentación de los soldados». Y por si fuera poco, a los 23 billones de pesos que constituyen el Presupuesto 2011 del ministerio de Defensa (6% del PIB) se le deben adicionar 155 mil millones más para «vuelo de helicópteros, combustible naval y mantenimiento aeronáutico». Tampoco es broma. Todos los medios de comunicación lo han reseñado.
Simultáneamente, el cuestionado general Alejandro Navas quien remplazó al almirante en la comandancia de las FFMM de Colombia, también anuncia para qué fue seleccionado saltando un numero grande de competidores : Para restituir los Fueros feudales de los altos mandos militares que les han garantizado hasta ahora «Impunidad Perpetua», y declarar al criminal de guerra Alfonso Plazas Vega, juzgado por la justicia colombiana por las desapariciones de prisioneros durante la toma militar del palacio de justicia en 1985 como «Héroe nacional defensor de la democracia». Claro que sin aclarar nada, sobre la democracia genocida a la que se refería en sus pomposas y agresivas declaraciones.
Mientras tanto columnistas del diario español El Tiempo, más informados sobre el actual curso de la guerra, con la contundente filosofía del entrenador de futbol Maturana escriben que: «Esta guerra no se está ganando aún y tampoco se está perdiendo». Es decir estamos en el mismo punto muerto de hace 65 años, pero con la novedad de que en lugar de avanzar hacia la Solución Política de semejante conflicto, se da un salto mortal hacia atrás: Más dólares para comer durante mucho tiempo, y más Impunidad para dejar comer. Como el conejo «Cotilino» que enseñó a comer callado.
Sin embargo y a pesar de todo, al escuchar la palabra «Fink» traducción de mi apellido en casi todas las lenguas Nor-atlánticas, dudo seriamente en cambiarlo.
Fte: http://www.argenpress.info/2011/09/pinzon-el-bueno.html