La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dio a conocer este jueves el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático 2008-2012, que deja disconformes a organizaciones ambientalistas y ciudadanas. «Valoramos que (el Plan) reconozca cómo han crecido gigantescamente las emisiones (de gases de efecto invernadero) y que hoy día estamos a la cabeza de los países […]
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dio a conocer este jueves el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático 2008-2012, que deja disconformes a organizaciones ambientalistas y ciudadanas.
«Valoramos que (el Plan) reconozca cómo han crecido gigantescamente las emisiones (de gases de efecto invernadero) y que hoy día estamos a la cabeza de los países más contaminadores de América Latina. Valoramos también las medidas tendientes a mejorar la información, por ejemplo, de los glaciares», dijo a IPS el portavoz de la no gubernamental Alianza por la Justicia Climática, Luis Mariano Rendón.
«Pero creemos que es absolutamente tímido y no contiene las medidas concretas» que se requieren de forma urgente, apuntó Rendón. Además, «nosotros vemos que las medidas que sí se implementan en el día a día van en una dirección completamente opuesta» a la reducción de emisiones de gases invernadero, remarcó.
Por ejemplo, la reducción del impuesto específico a los combustibles y la inyección de 1.000 millones de dólares al fondo que estabiliza su precio, mencionó Rendón. «Lo que ha hecho en concreto este año la presidenta ha sido facilitar la quema de combustibles fósiles», apuntó.
La Alianza por la Justicia Climática, que se puso en marcha el 23 de noviembre, está conformada por 14 organizaciones nacionales como el Programa Chile Sustentable, el Observatorio Ciudadano, el Instituto de Ecología Política, el Observatorio Latinoamericano de Conflictos y la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas.
Chile es responsable de sólo 0,2 por ciento de las emisiones mundiales de gases causantes del recalentamiento planetario, pero éstas han ido en progresivo aumento, reconoce el Plan de Acción del gobierno.
Además, Chile ocupa el segundo lugar de América del Sur en emisiones de dióxido de carbono por persona, con 3,9 toneladas por habitante, según un informe de 2007 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
«Tenemos que aprender de los errores cometidos en los procesos de industrialización de algunas naciones. Eso implica tener siempre en cuenta a las personas. No da lo mismo los métodos que usemos en las actividades productivas. El crecimiento no puede lograrse a costa de la salud de la gente», dijo este jueves Bachelet al dar a conocer el Plan.
«Nuestro mensaje en esta hora, cuando parte la misión de Chile a la reunión de Poznan, Polonia, es éste: confiar en que los Estados signatarios de la Convención (Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) y el Protocolo de Kyoto discutan con altura de miras sobre el futuro de la humanidad», apuntó la mandataria.
El 1 de este mes se inauguró en la ciudad polaca de Poznan la XIV Conferencia de las Partes de la Convención, que hasta el día 12 congregará a representantes de 192 países que discutirán las bases de un nuevo pacto de reducción de emisiones, continuador del Protocolo de Kyoto, que se sellaría el próximo año en Copenhague.
«Somos unos convencidos de que los países en desarrollo también tenemos responsabilidades» y que «tenemos que emprender acciones adicionales que permitan impulsar economías más bajas en carbono», declaró Bachelet.
«Chile asume este compromiso sin ambigüedades, convencido de que es posible crecer en armonía con la naturaleza. Más aún, nos asiste el convencimiento de que el cambio climático es la gran causa ética de la humanidad en este siglo, dadas las severas consecuencias que tendría para el género humano el hecho de desatender este fenómeno», añadió.
La mandataria agregó que «ya no es posible taparse los ojos para no ver la catástrofe que pueden representar sus efectos, si no nos unimos para enfrentar sus causas. Es la vida humana la que está en juego».
Las acciones del Plan de Acción de Chile, que da curso a la Estrategia Nacional de Cambio Climático aprobada en enero de 2006, están orientadas en tres ejes: adaptación a los impactos del cambio climático, mitigación de las emisiones de gases invernadero y creación y fomento de capacidades para abordar el problema en el país.
La propuesta se centra en los recursos hídricos, la biodiversidad, la salud de la población y la infraestructura costera, así como en los sectores forestal y agropecuario, minero y pesquero.
Además de detallar una serie de acciones, el documento anuncia la elaboración de futuros planes nacionales de adaptación y mitigación, más específicos.
«Este es un plan donde la presidenta nos está diciendo que va a hacer planes. Está la voluntad de hacer planes. Hay una serie de medidas que apuntan a mejorar diagnósticos, a tener más información, pero a estas alturas nosotros creemos que hay muchas cosas que se pueden hacer sin la necesidad de seguir aumentando los diagnósticos», señaló Rendón.
«Hay algunas cosas que se están haciendo casi como programa piloto (como la entrega de lámparas de bajo consumo a los más pobres), pero no podemos estar a nivel de programas pilotos indefinidamente», indicó.
Entre las medidas de adaptación especificadas, se destaca la creación de un centro de investigación del agua en la norteña región de Atacama, la construcción de plantas desalinizadoras para proveer de agua potable a ciudades del norte y el aumento en 50 por ciento de la superficie regada del país mediante la construcción de nuevos embalses.
Además, se elaborará un inventario de glaciares, se instalarán redes de monitoreo y se lanzará una estrategia para la gestión y manejo de glaciares.
El gobierno promete que diseñará un programa nacional de monitoreo de acuíferos y que se repararán y construirán centenares de puentes entre 2009 y 2020 para mejorar la capacidad de respuesta a crecidas destructivas de cauces naturales.
Asimismo, se desarrollarán nuevas variedades para el sector agrícola y forestal adaptadas al cambio climático, afirma el Plan.
Para reducir la contaminación, se pondrán en marcha consorcios para la investigación aplicada en biocombustibles de segunda generación (elaborados a partir de biomasa forestal). Ya hay dos consorcios operando con 7.000 millones de pesos (cerca de 10 millones de dólares).
Además, se ejecutará un fondo de garantía estatal para inversión en energías renovables y eficiencia energética, que hoy dispone de 400 millones de dólares.
También se fundará un Centro de Energías Renovables con un monto inicial de 700 millones de pesos (poco más de un millón de dólares) en 2009.
En la misma senda, se impulsará la instalación de sistemas solares térmicos para la generación de electricidad en los sectores público, comercial, residencial e industrial.
Se calcularán anualmente las emisiones de la minería del cobre, principal actividad de la economía nacional con 32,7 por ciento del consumo eléctrico del país, y se determinará la cantidad de gases emitidos en el proceso de producción y transporte a los mercados externos de los productos de exportación forestal y agropecuaria.
De igual forma, se pondrá en marcha un sistema de etiquetado que informe a los consumidores sobre el rendimiento y los volúmenes de emisión de dióxido de carbono de los vehículos nuevos y se incentivará el uso de modelos más eficientes, afirman las promesas gubernamentales.
Paralelamente, el gobierno se compromete a «proveer la infraestructura y seguridad necesarias para el uso masivo de la bicicleta como medio de transporte».
Finalmente, se implementará un plan nacional de educación y sensibilización y un fondo nacional de investigación en biodiversidad y cambio climático.