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Plantón por las desaparecidas, en medio del recuerdo de Erika

Fuentes: Centro de Memoria, paz y Reconciliación

Ooooooiií ooooaaaaaá, nadie sabe en dónde están. Señora Fiscalía, por qué llora la gente, porque se ha perdido mucha gente valiente. Ooooooiií ooooaaaaaá, nadie sabe dónde están. El estribillo, imitando una popular chirimía chocoana, entonado por los grupos Luz de Luna y Abre, matizó las tres horas del plantón por los y las desaparecidas, que […]

Ooooooiií ooooaaaaaá, nadie sabe en dónde están. Señora Fiscalía, por qué llora la gente, porque se ha perdido mucha gente valiente. Ooooooiií ooooaaaaaá, nadie sabe dónde están.

El estribillo, imitando una popular chirimía chocoana, entonado por los grupos Luz de Luna y Abre, matizó las tres horas del plantón por los y las desaparecidas, que en la mañana del 31 de agosto, a partir de las once, se tomó toda la entrada principal de la Fiscalía General de la Nación.

Más de doscientas personas, convocadas por la Fundación Nydia Erika Bautista, acudieron al ente acusador y en medio de una larga cinta con la palabra justicia, que se llenó de pétalos de rosa, exigieron el fin de la impunidad para los millares de desaparecidos en Colombia.

Un cuarto de siglo buscando la verdad

Erik Arellano Baustista, hijo de la Nydia, lleva un cuarto de siglo como toda su familia, clamando por la verdad. Apenas tenía doce años y desde entonces jamás ha desfallecido en esta labor.

Uyyy, ya perdí la cuenta de los plantones en que he participado; por ahí pasan de 250, confiesa.

Nydia Erika, militante del M-19, fue desaparecida forzadamente en Bogotá el 30 de agosto de 1987 cuando salía de su casa del barrio Casablanca por hombres vestidos de civil, que de acuerdo a la Procuraduría pertenecían a la Brigada XX de inteligencia militar.

Sus restos aparecieron tres años después y los cotejos forenses determinaron que fue objeto de torturas y violación.

Desde entonces, su caso se ha convertido en un tema emblemático sobre el crimen de la desaparición forzada en Colombia.

La Fiscalía recibe el Memorial de agravios

Erik se muestra muy complacido con esta jornada pues tiene un sello especial. Hemos conseguido que la Fiscalía nos reciba hoy un documento que hemos llamado Memorial de agravios, donde denunciamos todos los obstáculos que se han interpuesto para el acceso a la justicia en el caso de Nydia y de todos los desaparecidos, indica.

Marlene Barbosa, jefe de la Unidad de Derechos Humanos, recibió en persona la querella y ante los manifestantes, entre los que se encontraba el Representante Iván Cepeda, se comprometió a que el caso pasaría a una sección de género especializada y a tomar todas las medidas para obtener una respuesta satisfactoria a los demandantes.

Fue un acto contundente que nos impulsa con las demás organizaciones a seguir adelante hasta encontrar la verdad, subraya Erik.

Los organizadores del plantón estaban acompañados de familiares de víctimas de la desaparición forzada de Bogotá y de varias regiones del país, en especial de mujeres, entre ellas indígenas y afrodescendientes.

Plantón por las desaparecidas

En Colombia las mujeres víctimas de desaparición forzada no tienen un lugar en la historia oficial y no oficial del conflicto armado, aunque son miles las desaparecidas, 4.000 según estadísticas del RND. Pero no se las nombra, ni se reivindica, parece como que nunca hubieran existido, nadie se conmueve ni reclama por ellas, dice el manifiesto.

Nosotros hemos ganado el caso en Naciones Unidas y en la OEA. Allí fue condenado el Estado, lo que tiene suficiente peso y valor como para que el gobierno responda, subraya.

Ante la pregunta de qué paso viene ahora, señala: es necesario que se tomen las pruebas que estamos solicitando, que se revise el asunto de la retractación del sargento Garzón Garzón y cuyo testimonio fue base para encontrar los restos de Nydia.

Garzón, al sentir que su vida corría peligro, optó por retractarse, pero ya había acudió a la Procuraduría en 1990 y narrado los casos de desaparición forzadas de Nydia y de Amparo Tordecilla.

Gracias a ese testimonio el abogado Eduardo Umaña Mendoza con familiares de Erika, y las autoridades e hicieron la exhumación en un lugar en la vía que de Guayaveteal conduce al llano.

Recuerda que en esa ocasión no se hicieron pruebas de ADN, pero los restos contenían partes visibles como ropa y por las medidas se pudo establecer que sí correspondían a Nydia.

La prueba de ADN la solicitaron los militares en el año 2000 cuando nosotros estamos en el exilio y pedíamos garantías para el proceso puesto que el director de Medicina Legal era el hermano del perpetrador del crimen, el general Álvaro Velandia, destituido después por la Procuraduría por estar implicado, anota.

Después de un largo proceso, en el cual se interpusieron dos tutelas ganadas por los familiares, el 4 de diciembre de 2002, el laboratorio de Genética Forense de la Fiscalía General concluyó afirmado que los restos óseos recibidos correspondían, con una probabilidad del 99.99974 por ciento, a Nydia Erika Bautista de Arellana.

Nuestra familia, entonces, hizo en 2003 el tercer entierro de Nydia, subraya.

Preguntado por qué la Fundación Nydia Erika Bautista continúa en esta brega sabiendo que ya en cierta forma apareció Nydia mientras decenas de miles de familiares no saben dónde están los restos de sus parientes, anota claramente: se trata de una cuestión ética, nosotros que tuvimos, por decirlo, la bendición de encontrar los restos de Nydia, creemos que nuestro deber es acompañar a las víctimas en esta lucha por la verdad, la justicia y la reparación integral.

Fuente: http://www.centromemoria.gov.co/espacio-publico-y-memoria/909-planton-por-las-desaparecidas-en-medio-del-recuerdo-de-erika