Una inusual controversia se disparó en Cuba por el voto de la delegación de este país en la ONU a favor de una enmienda que excluyó la mención explícita de la orientación sexual en una resolución de la Asamblea General del foro sobre ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarísimas
En un país donde, por lo general, la ciudadanía comparte o, simplemente, no tiende a cuestionar la posición oficial en foros internacionales, representantes de diferentes sectores de la sociedad civil, incluido el gubernamental Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), han expresado su preocupación por la acción diplomática.
«No particularizar la discriminación por orientación sexual da luz verde a que muchos Estados y gobiernos mantengan la homosexualidad (o la simple sospecha) como delito», dijo a IPS Alberto Roque, presidente de la sección de Diversidad Sexual de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (Socumes).
Con su voto, Cuba se sumó, además, a «los países que promueven no condenar los asesinatos y otros tratos discriminatorios por causa de la orientación sexual, entre los que se destacan los 76 países que criminalizan la homosexualidad y en cinco de ellos con la pena de muerte», añadió el médico y activo colaborador del Cenesex.
La votación cubana en la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que este mes se dedicó a los asuntos sociales, humanitarios y culturales, contradice asimismo el apoyo del gobierno de esta isla caribeña a la declaración sobre el respeto a la orientación sexual e identidad de género, aprobada en diciembre de 2008 por esa misma instancia.
A juicio de Roque, el hecho de que Cuba sea la única delegación latinoamericana que, tras apoyar la declaración de 2008, vota ahora a favor de una enmienda que excluye la visualización de la orientación sexual, sitúa al país en «un escenario políticamente desfavorable» y contradice el espíritu del Programa Nacional de Educación Sexual.
Tras recordar que las leyes cubanas no contemplan sanciones por orientación sexual o identidad de género, una declaración conjunta del Cenesex y Socumes del miércoles 24 de este mes reiteró la disposición de aportar «un marco referencial» a los «decisores políticos» para continuar reconociendo los derechos sexuales como derechos humanos.
A la declaración se sumó el periodista Francisco Rodríguez Cruz, creador del blog Paquito el de Cuba y reconocido activista gay, quien el lunes hizo pública una «carta abierta» al canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, con el título de «no nos equivoquemos otra vez».
La misiva, enviada al correo oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresa el «total y más enérgico desacuerdo» de quien se presenta «como ciudadano cubano, militante comunista y miembro de la comunidad LGTB (lesbianas, gays, personas trans y bisexuales) de la isla».
Rodríguez Cruz alertó que «incongruencias» como el voto en la ONU podrían ser contraproducentes en la superación de «viejos esquemas mentales», que justificaron acciones homofóbicas dentro de la Revolución, y obstaculizar la promoción del respeto a la libre orientación sexual e identidad de género como un derecho humano.
El voto cubano evidencia que, a pesar de todo lo que se ha venido haciendo desde el Cenesex en los últimos años, el tema de los derechos de la diversidad sexual sigue sin ser «una prioridad política», comentó a IPS el periodista del semanario sindical Trabajadores.
A su juicio, «contrasta también que en esta votación Cuba se apartó de la posición de aliados estratégicos en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), como Venezuela y Ecuador.
Cuba es el único país de América Latina que apoyó la enmienda promovida por Marruecos y Malí para sustituir las palabras «cualquier razón discriminatoria, incluida la orientación sexual» por la fórmula generalizadora de «razones discriminatorias, cualquiera que sea su base».
Además de Venezuela y Ecuador, en contra de la exclusión votaron Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, y Uruguay. En tanto, Bolivia y Nicaragua figuraron entre los 26 países ausentes para el momento de la votación.
«Espero que en el futuro se adopten posiciones en temas de derechos humanos como lo hacemos ante los derechos de las mujeres, de la infancia y tantos otros; aún cuando nuestro voto no coincida con los países hermanos de África, Medio Oriente y Asia», afirmó Roque, tras reconocer que aún desconoce las razones del voto cubano.
Durante la votación registrada el 16 de noviembre, la enmienda en cuestión sumó 79 apoyos, 70 rechazos y 17 delegados se abstuvieron. Tras su aprobación posterior en el Comité de Derechos Humanos, la resolución será formalmente adoptada en diciembre por la Asamblea General de la ONU.
Mientras la diversidad de voces en contra se ha hecho escuchar en sitios web, blogs, redes sociales por Internet y listas de distribución de información vía correo electrónico, los medios de comunicación nacionales se mantienen ajenos a la polémica. La cancillería tampoco se ha pronunciado públicamente.
Para la bloguera feminista Yasmín Portales, la votación cubana en la ONU «revela las mismas resistencias que, tanto en la sociedad como en el gobierno», reciben un grupo de propuestas legales a favor de los derechos de lesbianas, gays, personas bisexuales y transgéneros. «Votos como el realizado por Cuba en esta ocasión expresan la consideración implícita de que los derechos sexuales, reproductivos y de diversidad sexual, que para mi van en un solo paquete antipatriarcal, son negociables y renunciables en nombre de alianzas políticas», dijo a IPS la autora del blog «En 2310 y 8225».