Cerca de 200 desplazados fueron detenidos y maltratados, incluyendo niños y mujeres, durante una toma pacífica que realizaban para exigir sus derechos y el cumplimiento de los acuerdos suscritos con las autoridades distritales. Cuatro observadores internacionales fueron detenidos.Más de 300 desplazados, la mayoría de los cuales participaron hace un año en la toma pacífica de […]
Cerca de 200 desplazados fueron detenidos y maltratados, incluyendo niños y mujeres, durante una toma pacífica que realizaban para exigir sus derechos y el cumplimiento de los acuerdos suscritos con las autoridades distritales. Cuatro observadores internacionales fueron detenidos.
Más de 300 desplazados, la mayoría de los cuales participaron hace un año en la toma pacífica de la urbanización Riveras de Occidente en Bogotá decidieron ocupar las instalaciones abandonadas del antiguo matadero distrital ante el incumplimiento de los acuerdos suscritos en septiembre de 2005 por la Alcaldía Distrital.
La toma pacífica se inició a las 07:00 del lunes 4 de septiembre, pero fue interrumpida por efectivos del Escuadron Metropolitano Antidisturbios de la Policía. Entre los manifestantes se encontraban 50 mujeres y niños que fueron maltratados, y trasladados a una comisaría de familia. Otras 150 personas se encuentran detenidas en las instalaciones de la Unidad Permanente de Justicia de la carrera 32 con calle 13.
De los manifestantes arrestados, 26 presentan heridas de consideración.
Agentes de civil, pertenencientes a la Seccional de Policía Judicial e Investigación (Sijín) detuvieron a cuatro integrantes de International Peace Observatory (IPO), organización que ha venido haciendo una labor de acompañamiento a varias comunidades en Colombia desde agosto de 2004. Los integrantes de IPO fueron exhibidos ante la prensa como instigadores de la protesta y trasladados a la sede de la Sijín y posteriormente a las instalaciones de Extranjería del Departamento Administrativo de Seguridad, «con el fin de verificar la legalidad de su permanencia en el país».
El coronel Yamilk Hernando Moreno Arias, comandante operativo No. 2 de la Policía Metropolitana de Bogotá, declaró ante los medios de comunicación que la intención de los manifestantes era tomarse la Secretaría de Salud de Bogotá, que los extranjeros «no son observadores internacionales» y que además habían participado en la toma de la plaza central de Bosa, en el sur de Bogotá, hace pocas semanas.
El coronel Moreno dirige el Comando Operativo No. 2 de Bogotá. Fue instructor de la Escuela de las Américas. Hasta noviembre de 2005, fue comandante de policía en el Urabá, donde tuvo a su cargo la «conquista» del espacio humanitario de San José de Apartadó. Allí reconoció que uno de sus hombres era el paramilitar Wilmar Durango, como en su momento denunció el padre Javier Giraldo en varios derechos de petición al presidente Uribe.