La política está hondamente afectada con la arremetida del capital que la conduce, ha perdido la conciencia y sus historias muestran de qué manera lo bueno, lo correcto, lo ético o lo aceptable no importan, está vaciada de conceptos, de debate, deliberación y argumentos, cuenta el cálculo electoral, la transacción, la compra y venta. La mentira es arma, fanáticos, youtubers y oportunistas usan la moral para defender sus crímenes o fanatismos y solo aceptan la ley si se pone a su servicio. Es una política, sin política, sin escrúpulos, cuidado, ni respeto.
En tres historias se puede comprimir la idea de política sin escrúpulos. En el ámbito global el Estado Sionista de Israel, en su soberbia militar arrasa todo vestigio humano y material del pueblo palestino, sin acatar regla, ni norma, ni ética. Y en la política menosprecia y envilece a la ONU, que le aseguró un lugar para rehacerse como pueblo, después de padecer el holocausto nazi. Nunca ha aceptado cumplir una sola resolución, entre decenas, llamándolo a parar la despiadada ocupación y a detener la matanza normalizada contra el pueblo Palestino que le hizo un lugar para su reparación moral, sin intuir el sufrimiento que le traería.
Israel no acepta la competencia de la ONU, pero le pide imponer castigo a Irán, a quien agredió (crimen internacional) al atacar su consulado en el territorio de Siria con saldo de 7 asesinados y daños materiales y en respuesta de honor militar Irán realizó sobre sus cabezas y por pocas horas un ejercicio de guerra (ensayo de star war) de baja intensidad, para probar su tecnología militar no tripulada sin causar víctimas, ni daños materiales. Puso en evidencia la defensa inmediata de Israel y sus aliados, y rebajó el afán expansionista de escalar la guerra y minar el ánimo bélico del agresor.
Israel se niega a someterse a la ley humana universal, no atiende los convenios de Ginebra, la Declaración de los Derechos Humanos, ni la simple costumbre de respetar la vida y dignidad humana de los otros. No acepta, ni acata ninguna justicia, pero, reclama aplicarla a sus contrarios, sin declarar el fin de su intención y sistemática crueldad genocida y amplia sus acciones letales contra misiones extranjeras humanitarias, médicas, periodistas y profesores. Y sin escrúpulo alguno, convoca a la ONU (su víctima política) a reclamarle su aparente silencio y no para tratar de su conducta genocida con más de 50.000 heridos, desapariciones, torturas, privación de agua y alimentos a 2 millones de personas y 33.000 asesinados y la destrucción de la infraestructura del pueblo palestino.
A nivel local la política sin escrúpulos, de youtubers y fanáticos, se esparce entre mentiras y guerra mediática, evocando un imaginario de pasado para intimidar al futuro y esparcir apologías al odio, que impidan el ejercicio de poder del gobierno popular que conduce Gustavo Petro, a quien acusan de guerrillero y comunista, para que permanezca el miedo sembrado con estigmas (son delito) que provocaron ya un exterminio y forjaron una sociedad de víctimas y el poder tradicional de élites se mantenga a salvo.
Por donde no se esperaba los documentos de la seguridad nacional de Estados Unidos, desclasificados, revelan “cómo los dineros de ese negocio llegaron a las más altas esferas políticas y militares del país” y quien ocupa un lugar destacado allí es el presidente J. C. Turbay de quien dice que a través de su sobrino Aníbal, habría tenido vínculos con narcos con poder para “elegir a los jefes de los organismos encargados de hacer cumplir la ley” (Aerocivil?). Al mezclar la conexión del abuelo en narcotráfico y el padre exconcejal preso por peculado, queda visible el heredero Miguel Uribe Turbay congresista del Nacional-Uribismo, quien agita el “hay que tumbar a Petro” y “vamos a romper el quorum”, alentadas primero en compañía de Ciro Ramírez Jr., hoy preso (su padre líder de la reelección de Uribe también lo estuvo) y luego otros, agrupados en formaciones sin escrúpulos, que no creen en derechos, menosprecian al pueblo (al que dejaron sin ojos) como Israel a la ONU, pero lo llaman a defenderse de sí mismo (gobierno popular). Uribe Turbay y otros, a la sombra de sus linajes, niegan a las víctimas presentes y pasadas, no aceptan reparaciones y llaman a olvidar la terrorífica época de desaparición, tortura, persecución, en particular la del estatuto de seguridad del abuelo presidente Julio Cesar, que con arrogancia pedía llevar la corrupción a sus justas proporciones y con sorna repetía que el único preso político era él, ante cárceles repletas de inocentes torturados.
Y en el ámbito del propio sistema de corrupción enquistado en la única manera de gobernar que han conocido los jóvenes nacidos en este siglo, son frecuentes los personajes que representan la corrupción y se declaran adalides de la lucha contra ella. El Zar anticorrupción, escritor y presentador del tema (Gustavo Moreno) fue extraditado y condenado y rebajó su pena destapando ante la justicia por él traicionada, el entramado del cartel de la toga. Álvaro Uribe con una maniobra de cohecho con los congresistas Teodolindo y Yidis cambió la constitución del 91 y como nada pasó, se autoproclama defensor de la misma. 51 honorables legisladores, aprobaron leyes, sin escrúpulo alguno, conociendo que enseguida irían presos por delitos graves, sentaron su impronta de degradación moral y pérdida de la capacidad mental colectiva para pensar y hacer leyes. Cada tanto retorna la historia con nuevos personajes locales del tipo JP, Polopolo, y otros, siguiendo el libreto de Javier Cáceres, famoso por el estribillo a ritmo de champeta de «chuzo, chuzo, pa los corruptos”, quien reconoció que su lema salió de Álvaro Uribe diciéndole: «Cáceres, chuzo, chuzo pa los corruptos…». Cáceres fue concejal y diputado, estuvo en el partido Polo y luego se fue a cambio radical al que representó como presidente del congreso. Su vida delincuencial, paramilitar y clientelista, estuvo cubierta por su lema de chuzo, su imagen de self-made-man (hecho a pulso) y adalid en la lucha contra la corrupción, pero fue condenado a nueve años de prisión por corrupto en concierto para delinquir agravado.
P.D. La política sin escrúpulos para “tumbar al gobierno popular” es evidente en trípodes, a la manera de patas de la mesa de oposición así: 1. expresidentes Uribe, Pastrana, Gaviria; 2. exvicepresidentes Vargas Lleras, Martha Lucia y Pacho Santos, 3. exministros, Restrepo (Juan Manuel y José Manuel) y A. Gaviria, 4. Congresistas, M. Uribe, Cabal, Luna.
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